Daza y regiones: “Pueden salir a la calle […] pero no volver a hacer lo de antes”
La subsecretaria de Salud Pública cree que por ahora se debe insistir en el incremento de las restricciones de movilidad en la capital. Las residencias sanitarias tendrán un rol clave.
Una mujer contagiada con coronavirus durmiendo en un automóvil en Peñalolén para evitar contagiar a su familia. El caso se transformó en un ejemplo de la subutilización de las residencias sanitarias dispuestas por el Ministerio de Salud para pacientes infectados.
La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, en conversación con Primera Pauta, de Radio PAUTA, reconoció que hay desconocimiento de la población de la existencia y disposición gratuita de estos recintos para quienes no pueden mantenerse aislados en sus hogares, por lo que trabajan en incrementar su número y su demanda. “Queremos llegar a 8 mil, a 10 mil y si es necesario más […] efectivamente hay un tema comunicacional. Los seremis de Salud son los que tienen la responsabilidad de indicar a aquellas personas que tienen que aislarse”, precisó.
La autoridad aclaró que el otro gran problema es la alta circulación de personas que persiste en la Región Metropolitana, movilidad que alcanzaría al 39,7%, según reveló un estudio de la Universidad del Desarrollo.
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Por lo anterior buscan disminuir de forma severa el flujo de personas en la calle. “La movilidad es muy importante para contener este incremento exponencial del número de casos […} ojalá duplicar y que no sea un 30, sino un 60%, por eso estamos viendo la posibilidad de restringir aun más los permisos que tenemos hasta este momento”, a lo que, agregó, buscan sumar una mayor fiscalización.
“Nueva normalidad”
Las actuales restricciones es evidente que no serán para siempre. Y aunque el fin de las medidas se ve lejano en la capital, está más cerca en regiones debido a un menor número de contagios. En esas zonas, la subsecretaria Daza asume deberán adaptarse, pero deja muy en claro que sin relajar las medidas de distanciamiento. “Efectivamente en esas regiones hay personas que están haciendo una vida de una manera distinta […] pueden salir a la calle y compartir de una manera distinta, pero no pueden volver a hacer lo de antes”, insistió.
Hasta hoy se mantiene en la memoria la frase de fines de abril de la subsecretaria sobre la posibilidad de beber una taza de café con amigos, lo que se interpretó como una invitación a volver a la normalidad. Daza, quien asume pudo haber una comunicación equivocada, dijo que apuntaba a la nueva forma de convivir en el largo plazo. “El fondo del mensaje, es decir que hay un antes y un después ya que tendremos que aprender a vivir de otra manera […] ese era el espíritu del mensaje […] ya no nos podremos dar la mano, dar un beso […] Si en ese momento se interpretó que era para ese minuto, el mensaje no fue lo suficientemente adecuado”, agregó.
Escuche la conversación con Paula Daza en Primera Pauta