Los detalles de cómo sería la nueva tercera Corte de Apelaciones
La vocera de la Corte Suprema, Gloria Ana Chevesich, dijo que se busca agilizar las causas y especializar a los tribunales de alzada de la RM. “No generaría un gran gasto”, aseguró.
Tres objetivos: agilizar las causas, entregar una justicia oportuna y especializar a los tribunales.
La vocera de la Corte Suprema, Gloria Ana Chevesich, dijo que estos son los fines que busca el máximo tribunal con la idea de impulsar una tercera Corte de Apelaciones en la Región Metropolitana. Un proyecto “y anhelo” -dijo Chevesich- que la entidad tiene hace varios años.
Fue un acuerdo del Pleno de la Corte Suprema del 5 de junio -luego de un proyecto que entregó la ministra María Eugenia Sandoval en colaboración con la Dirección de Estudios- el que planteó la creación de este tercer tribunal de alzada en la región de la capital, lo que conllevaría a una división ya no por territorio, sino por especialización.
Esto implicaría que la Corte de San Miguel se convierta solo en un tribunal que vea causas penales y de Policía Local y que la Corte de Apelaciones de Santiago, en rigor, se divida en dos con competencia en materias laborales, civiles y de familia.
La Corte de San Miguel está compuesta hoy por 19 ministros divididos en seis salas, mientras que la de Santiago por 24 magistrados y 11 salas.
El nuevo proyecto implicaría lo siguiente: la Corte de Santiago, con competencia civil, con seis salas; la Corte San Miguel con cinco salas y la nueva Corte partiría, en principio, con cinco salas. De acuerdo con la vocera, este nuevo tribunal tendría competencia en materia de familia, laboral, contencioso administrativo y, además, los recursos de protección.
La idea es que, a futuro, se nombre un nuevo ministro para el tribunal recién creado. Esto, para que las tres cortes de la Región Metropolitana puedan tener, finalmente, seis salas cada una. “Esto no generaría un gran gasto al tesoro público, porque están los edificios para que se desempeñen y, además, trabajarían los mismos funcionarios. Entonces, se vislumbra que sería una buena medida que, esperamos, el Ministerio de Justicia y eventualmente el Parlamento acojan”, dijo la ministra Chevesich.
Actualmente, solo los tribunales de primera instancia y la Corte Suprema tienen especialización. De hecho, el máximo tribunal tiene cuatro salas: civil, penal, constitucional y laboral. Pero no es el caso de las cortes de apelaciones.
“Las ventajas que permite la especialización es que permite reducir los tiempos para solucionar los asuntos jurisdiccionales que son puestos en conocimiento de los tribunales de justicia. Además, coopera con la certeza jurídica, porque habría una mayor uniformidad en la jurisprudencia”, explicó la vocera de la Corte Suprema en un punto de prensa este 9 de junio.
Actualmente, de los 438 tribunales que hay en el país, solo el 27% tiene competencia común. “Son aquellos que se denominan juzgados mixtos, debido a que el número de asuntos que conocen, ya sean materias laboral, familia y penal, no justifica generar también en esas comunas tribunales especializados”, detalló.
Lo que viene
Tras presentar el plan, la Corte Suprema pedirá ahora opinión a los ministros de las Cortes de Apelaciones de Santiago y San Miguel. Luego, remitirá el documento al Ministerio de Justicia, que deberá evaluar la medida y analizar si se convierte o no en proyecto de ley.
Respecto de cómo será la integración, los ministros podrán elegir la especialización de acuerdo con la antigüedad.
No será, entonces, un proceso rápido. Un cambio como éste requerirá, por ejemplo, modificar el Código Orgánico de Tribunales.