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El ministro de Ciencia sometido a revisión de pares

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Durante la semana, corrieron cartas, declaraciones públicas y comentarios en privado sobre la gestión de Andrés Couve. La polémica llegó incluso a la Red de Sociedades Científicas.

Galardonado y reconocido. “El ministro Andrés Couve es sin duda uno de los representantes más talentosos e importantes del mundo científico”, decía el Presidente Sebastián Piñera en la ceremonia de inauguración del Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, en agosto de 2018.

Couve prometió -no juró- en el cargo y de inmediato dejó en claro su prioridad: que el ministerio fuera para la ciudadanía y no para los científicos. Ahora, casi dos años después, son precisamente esos mismos científicos los que iniciaron un duelo epistolar por la cabeza del biólogo. Se le acusa de faltar a la ética por avalar la estrategia sanitaria del exministro de Salud Jaime Mañalich y la única solución posible, según la declaración, es que deje el cargo. 

Respondieron otros tantos científicos, a través de cartas en El Mercurio y en La Tercera, y hasta la Academia de Ciencias se pronunció al respecto. 

La polémica llegó incluso a la última reunión por Zoom de la Red de Sociedades Científicas, que integran más de 30 sociedades. Allí, la conclusión fue una: no es posible consensuar el apoyo o el rechazo a las acusaciones, pues, en primer lugar, los mismos socios están divididos.

Couve, el biólogo

“Biólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Doctor en Biología Celular de la Escuela de Medicina Mount Sinai, de Nueva York. Además, posee un posdoctorado en Neurociencia de la University College London”, dice el currículum del ministro estampado en el sitio web de su cartera.

En el mundo de las ciencias lo conocen desde hace mucho tiempo. Tiene papers publicados ya desde el siglo pasado y entró a la discusión pública al menos una década antes de que fuera titular de la cartera. Fue crítico de la gestión de Michelle Bachelet precisamente por la falta de apoyo al mundo científico y mantuvo reuniones por lo mismo con Piñera antes de que fuera electo en su segundo Gobierno, pero también participó de las discusiones en el Senado por la creación del ministerio que hoy dirige.

Hasta su nombramiento, trabajó en el Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, donde lo conocen y confirman que incluso aún tiene un par de horas como académico: es profesor de tesis de un par de estudiantes.

Por eso causó tanto revuelo que se lo acusara de antiético. 

Las malas prácticas del ministro Mañalich con la evidencia y los datos, y del ministro Couve, que respaldó esos procedimientos, son científicamente aberrantes y éticamente inaceptables. En condiciones de emergencia, es entendible que haya dificultades en la recolección y manejo de datos, pero esto no justifica el ocultamiento, la tergiversación y el aval a estas prácticas”, consigna la carta titulada “Ética, ciencia, datos y vidas humanas”.

La firmaron más de 400 personas hasta la hora de cierre de este artículo, entre ellas el historiador Sergio Grez, la socióloga María Emilia Tijoux, el académico de la U. de Chile y secretario del Colegio Médico, Cristóbal Cuadrado, y el expresidente de la Sociedad de Microbiología de Chile Nicolás Giuliani.

“No cuestiono para nada al ministro en su rol de científico. Solo atañe al rol que un científico tiene cuando está en el campo político en un momento tan delicado como la pandemia y en las decisiones tomadas por quien fuera ministro de Salud. En ese punto no hay desatino”, contesta Tijoux a PAUTA.

Al día siguiente de publicada esa epístola, la Academia de Ciencias, dirigida por María Cecilia Hidalgo, destacó que el trabajo que el ministro realizó durante la pandemia y expuso que este es el momento de unirse y no de hacer acusaciones. 

La historia continuó escalando: el miércoles apareció en El Mercurio una carta de la misma Hidalgo con otros premios nacionales, apoyando la misma idea. Y este jueves, más de 300 académicos y científicos firmaron otra misiva, titulada “Por qué el Ministro Couve no debe renunciar”. Entre los autores, María Teresa Valenzuela, Mario Rosemblatt de la Fundación Ciencia y Vida, y el premio nacional Pablo Valenzuela.

“No para los científicos”

No es el primer roce que Couve tiene con su gremio. Ahora, el debate gira entorno a su trabajo durante la pandemia, pero el biólogo ya se había cruzado con los científicos por varios temas: presupuesto para ciencias y COP25, entre ellos.

Siempre he sido muy crítica de la actitud que han tenido en el ministerio de primero ‘ordenar la casa’ y luego pedir más presupuesto, porque no tiene por qué ser una o la otra. Junto con ordenar la casa, debieron haber dado una pelea fuerte por conseguir más presupuesto, porque el que tenemos actualmente para Ciencia y Tecnología es una vergüenza”, explica María Cecilia Hidalgo a PAUTA.

Hidalgo, de hecho, cuestionó en el Senado a Couve por no haber convocado a la Academia a las mesas de trabajo para la COP25 y en enero, participó junto a investigadores de todo el mundo de un artículo de la revista Nature criticando el poco presupuesto para el mundo científico y la importancia que tenía la ciencia para disminuir la injusticia social.

Durante la pandemia se hicieron más evidentes los cuestionamientos a la cartera con la creación de la Mesa de Datos, liderada por Couve, que perdió a uno de sus miembros a pocas semanas de iniciar porque acusaba precisamente la falta de datos.

Las críticas no pasaron inadvertidas en el ministerio. En la cartera explicaban entonces que lo que se ha hecho hasta el momento había sido un trabajo enorme y que las bases de datos que hoy existen, antes no estaban. Se atribuyen, además, la inclusión en los reportes epidemiológicos del criterio de “inicio de síntomas” en los casos y comentan, en privado, que recién el Estado se está acomodando a tener un Ministerio de Ciencia.

También tienen en su haber la coordinación para lograr la red de laboratorios Covid-19 a lo largo de todo el país, coordinación que hizo la subsecretaria, Carolina Torrealba.

Esos son algunos de los argumentos que utiliza la otra vereda del mundo científico para defenderlo. “Hemos sido testigos de que el trabajo realizado y liderado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación durante esta pandemia ha permitido poner la capacidad científica desarrollada por décadas al servicio de la situación más crítica que nos haya tocado vivir en la historia de nuestro país”, se lee en la carta más reciente en apoyo al ministro.

Creo que hay algo importante que Andrés ha aclarado varias veces: no es el representante de los científicos en el Gobierno. Eso es muy claro, a pesar de que los científicos quieren que él los represente. Él tiene una labor política, de definir y ejecutar políticas científicas dentro del Gobierno”, dice a este medio Pedro Maldonado, director del Departamento de Neurociencias de la Universidad de Chile y jefe de Couve hasta 2018.

¿Tiene piso o no?

El duelo de cartas incluso se tocó el mediodía de este jueves en la reunión por Zoom de la Red de Sociedades Científicas. La conclusión fue que, como agrupación, no podían apoyar ni refutar la moción de ninguna de las dos posturas porque las opiniones de los socios estaban divididas.

“Quienes hemos participado en las directivas de la SBCCh [Sociedad de Biología Celular de Chile] tenemos la mejor opinión del doctor Couve en términos científicos, personales, como respecto de su capacidad de gestión”, contesta a PAUTA el presidente de la entidad, Juan Pablo Henríquez, cargo que ocupó el mismo Couve entre 2015 y 2016.

La expresidenta de la misma sociedad, Francisca Bronfman, fue una de las impulsoras de la última carta en apoyo al ministro. Firmó asimismo el presidente de la Sociedad de Bioquímica y Biología Molecular, Luis Larrondo.

Por otra parte, uno de los extitulares de la Sociedad de Microbiología de Chile (Somich), Nicolás Giuliani, firmó la misiva en contra de Couve. No obstante, la carta no pasó por la Somich, encabezada por la académica de la UNAB Claudia Saavedra y, por lo tanto, no han fijado una postura en concreto. 

Los responsables de iniciar el fuego cruzado: la Asamblea de Académicos Autoconvocados de la Universidad de Chile, que nació a partir del estallido y que ya se había pronunciado sobre el manejo de la pandemia, pero con dardos dirigidos hacia Mañalich. A ese grupo se sumaron cientos de académicos de universidades de todo el país.

Algunos de los firmantes, no obstante, dan la batalla como perdida y comentan que no tiene sentido continuar con la polémica, pues distrae de lo esencial y el ministro estaría “blindado”.

El miércoles 17, de hecho, el nuevo jefe de Salud, Enrique Paris, agradeció personalmente a Couve por su gestión, durante el comité de crisis de todas las mañanas en La Moneda. En la mesa también estaba, atento, el Presidente Piñera.