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¿Cuánto falta para el fin de las cuarentenas en la Región Metropolitana?

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Adulta mayor confinada en Ñuñoa. Crédito: Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

La mitad norte de Santiago centro cumplirá 100 días de confinamiento. El Minsal habla de una “leve mejoría”, pero no suficiente para levantar las restricciones.

Pequeña, leve e incipiente. Esas son las palabras que ha utilizado la autoridad sanitaria en la última semana para hablar de una mejoría en los indicadores de la pandemia. Menos casos, menor positividad y una tasa de letalidad que se mantiene entre las más bajas del mundo. No obstante, las medidas sanitarias no se han relajado y los confinamientos permanecen activos para más de 10 millones de personas en el país.

De hecho, la mitad norte de la comuna de Santiago cumplirá 100 días de aislamiento ininterrumpidos, una de las cuarentenas más largas del mundo. Le sigue de cerca la parte norte de Ñuñoa, que solo estuvo libre del confinamiento durante siete días. Y luego completan la lista el resto de las comunas de la Provincia de Santiago, que no tuvieron descanso de la restricción desde mitad de mayo.

Mientras que en el sur del país las cuarentenas parecen haber quedado atrás, para la zona central aún no se ven luces de que ocurra lo mismo. La clave es una serie de indicadores que deben matenerse bajos al menos 14 días y que, dicen los expertos, aún estamos lejos de vislumbrar. 

Por qué la mejoría solo es leve

Desde el Ministerio de Salud reconocen que es muy difícil prever cuándo se terminará el confinamiento, pero aquello necesariamente tiene relación con una disminución de los casos activos y al menos de la tasa de positividad.

Esos fueron dos de los antecedentes que utilizó el ministro de Salud, Enrique Paris, para instalar el mensaje de la “leve mejoría” durante la última semana: 18% menos de casos registrados en los últimos siete días y una tasa de positividad más bien fija en torno al 25%. Nada cerca de la nueva normalidad que se había anunciado en abril y que nunca llegó a puerto.

“Estamos en un rango del 25% o 26% y jamás hemos dicho que con ese rango vamos a entrar a la palabra que usted ha ocupado y que no quiero repetir [nueva normalidad], todo lo contrario. La OMS dice que hay que tener por lo menos un 10% de positividad y no hemos llegado a ese promedio nacional. Por eso insistimos siempre: leve, incipiente, pequeña. Pero hay que reconocer el esfuerzo que hace la población”, comentó Paris.

El ministro asimismo confirmó que todas las comunas que están en cuarentena permanecerán en cuarentena al menos una semana más. Otras decisiones serán tomadas el domingo próximo, durante el comité de crisis en La Moneda.

¿Qué hace falta?

La leve mejoría anunciada no fue suficiente para finalizar los confinamientos en la región. Y los expertos coinciden en que aún falta bastante para aquello. La clave: cuatro indicadores que deben sostenerse en números bajos, durante dos o tres semanas, sin interrupciones.

“Una tendencia en la disminución de los casos, una disminución en la positividad de los testeos considerando que la oferta no ha cambiado y se ha incrementado; la suficiencia de nuestro sistema de salud, que no muestre fragilidad ni saturación”, explica a este medio el jefe de la División de Salud Pública y Medicina Familiar de la UC e integrante del Consejo Asesor Covid-19, Gonzalo Valdivia

El número de casos nuevos viene a la baja desde el 15 de abril. El 14 de ese mismo mes se registró el número más alto de positivos obtenidos desde el inicio de la pandemia: 6.938. Al día siguiente y hasta ahora, solo en cinco ocasiones se superaron los 5.000 casos diarios. El número está relacionado estrechamente con el Re, o el número reproductivo efectivo, que explica a cuántas personas es capaz de infectar alguien que contrajo el virus en cierta cantidad de tiempo.

Paralelamente, la tasa de positividad que la OMS indica como una buena señal está alrededor del 10%, pero lo que plantean los expertos es que al menos debería estar entre un 5% y 6%. Es decir, que de 100 exámenes, solo cinco o seis fueran positivos. En la Región Metropolitana, aproximadamente 25 test de 100 totales están saliendo positivos por día.

Según la información entregada por el Minsal, hay muy pocas regiones en el país que cumplen con el estándar esperado. La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes se mantienen bajo el 6%. En ninguna comuna de esas zonas hay cuarentenas actualmente. 

La saturación del sistema sanitario y la gravedad de los pacientes internados también es señalado como un dato importante. En ese sentido, la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, en su último informe declaró una ocupación de las UCI de un 95% en la RM, cifra que debería estar en un 85% al menos, de acuerdo con lo que explica a PAUTA el académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile Cristóbal Cuadrado.

El cuarto indicador al que algunos expertos apuntan es uno que hasta hoy no se ha conocido públicamente: el de la trazabilidad.

Deberíamos tener indicadores de trazabilidad que nos aseguren que podemos poner en cuarentena a los contactos estrechos de un caso antes de los cinco días de haber iniciado los síntomas del caso índice”, comenta Cuadrado.

“De esto estamos muy lejos y es uno de los indicadores en los cuales tenemos que trabajar más, montando un sistema de trazabilidad efectivo y oportuno antes de empezar a levantar cualquier tipo de medida epidemiológica como las cuarentenas”, explica.

No, aún no

Lo que explican los expertos es que no se pueden mirar los datos por separado. Que los casos hayan bajado o que solo la positividad haya disminuido no debería ser suficiente para tomar una decisión.

“Hay resultados que se están observando favorablemente, pero nadie puede empezar a sacar conclusiones a priori para que los que son más precipitados y están en los niveles de decisión, actúen en virtud de estos. Hay que saber utilizarlos, ponderarlos y, en políticas públicas tanto ser conservadores como apresurados puede llevar a cometer graves errores, sobre todo en materia de salud pública”, dice a PAUTA el exministro de Salud e integrante del Consejo Asesor, Álvaro Erazo.

Precisamente las ideas de la “nueva normalidad” y del “retorno seguro” fueron señaladas en su minuto como causantes de un “relajamiento” de la gente y de las medidas sanitarias. Dos meses después de aquello, los consultados explican que, pese a los buenos indicadores, este no es el momento de aflojar. De hecho, es momento de ser más estrictos.

Hablar de una leve mejoría puede dar una sensación de falsa seguridad en la población, quienes son los actores clave en cortar la cadena de transmisión. Los números nos permiten ver la foto del panorama actual, pero aún existe mucha incertidumbre sobre lo que puede pasar”, responde a este medio Solana Terrazas, epidemióloga y subdirectora médica de la Clínica Las Condes.

Los efectos son “intermedios”, según explica Valdivia. “El momento en que más se debe exigir el cumplimiento de las restricciones señaladas es precisamente ahora. No se hace sensato ni oportuno indicar que este es un logro, sino que este es un camino intermedio. Si en este momento Santiago y las comunas con mayor complejidad aflojan, vienen las segundas olas y esas son desastrozas”, concluye el médico.