Menos azúcar y más desafíos logísticos: cómo la Junaeb reparte millones de colaciones
Con alimentos saludables y recomendaciones de la FAO, la entidad del Estado ha distribuido casi siete millones de canastas a niños.
Desde que partió la cuarentena y el cese de clases por la crisis sanitaria del coronavirus, a mediados de marzo, la Junaeb ha entregado 6 millones 700 mil canastas individuales para niños con alimentos para desayunos y almuerzos. Es un proceso que se realiza cada tres semanas y que acaba de empezar con su quinto ciclo, cubriendo universo de un millón 840 mil niños.
“La principal decisión fue seguir entregando comidas a los niños, pero bajo tres requisitos: que se mantuviesen los mismos nutrientes, que el proceso se hiciera con protocolo sanitario a fin de evitar contagios para los padres y que las 35 mil manipuladoras de alimentos mantuvieran sus trabajos armando las canastas”, dice a PAUTA el director de la Junaeb, Jaime Tohá.
La fórmula ha sido entregar una canasta por niño cada tres semanas, las que deben ir a buscar los padres y apoderados a los colegios bajo un protecolo sanitario.
Un proceso previo, explica Tohá, fue pedir recomendaciones a la FAO: “Nos aconsejaron que las familias recibieran productos perecibles y no perecibles. Entonces, nuestras canastas tienen además una complejidad adicional logística y de proceso de entrega, porque tienen frutas y verduras”.
La complejidad, en este sentido, es que la canasta debe tener un proceso de almacenamiento y no puede estar mucho tiempo en la escuela a la espera que las vayan a buscar.
Luego, la Junaeb hizo una modificación de contratos con las empresas proveedoras, que son las que arman las canastas junto a las manipuladoras de alimentos.
“Una duda que teníamos cuando partimos era si los apoderados iban a ir a retirar la canasta por el temor de salir. Pero ha sido un producto muy esperado por las familias y se retiran en un 100%. Es muy valorado porque necesitan tener un suministro de alimentos para poder estar en la casa”, dice Tohá.
Escasez de huevos; legumbres desde Argentina
Un problema con que se encontraron al comienzo en la Junaeb fue la falta de abastecimiento para poder adquirir grandes cantidades de comida. “Para compras muy grandes de una sola vez, a veces el mercado se desabastece. Por ejemplo, hemos tenido problemas con los huevos, las legumbres y el arroz”, señala Tohá.
“Nos gustaría dar más huevos, pero no hay suficientes para poner una docena en cada canasta. Entonces, esto ha sido un aprendizaje y hemos tenido que ir adaptándonos y buscando productos alternativos. Por ejemplo, se tuvo que hacer importaciones de legumbres desde Argentina porque no había suficientes en Chile para nosotros. Por eso ha sido un problema complicado, pero ya está en rodaje y, haciendo una evaluación, todo ha sido muy valorado por la ciudadanía”, agrega.
FAO recomendó bajar el contenido de azúcar
Eve Crowley, representante de la FAO en Chile, explicó a PAUTA que las recomendaciones que hicieron a la Junaeb fueron en dos sentidos: nutricionales y sobre inocuidad.
Respecto de las nutricionales, Crowley detalla que se recomendó asegurar el consumo de legumbres y la incorporación de frutas y verduras frescas, sobre todo las que fueran menos perecibles a temperatura ambiente y estacional.
También, profundiza, se pidió incluir alimentos integrales, además de cambiar el tipo de cereales y la leche para que ambos productos tuvieran menor contenido de azúcar.
Sobre la inocuidad, la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) realizó recomendaciones sobre la manipulación y entrega de alimentos: la sanitización de superficies y utensilios; lavado regular de manos de los manipuladores de las cajas; higienización de manos durante la entrega, y recepción de las cajas en los colegios.
Y, además, sugirió que se realizara un sistema de turnos para la entrega de las cajas y así evitar la aglomeración de público. “Junaeb tomó en cuenta todos los comentarios y recomendaciones. Ha sido un trabajo en conjunto muy importante y seguimos reuniéndonos”, dice Eve Crowley.
-¿Qué tipo de alimentos son clave para los estudiantes en este tiempo?
“En general, las frutas y verduras junto con las legumbres son fundamentales. También los lácteos, huevos, pescados y mariscos, y los cereales de grano entero. Lo ideal es lograr una dieta lo más similar a las recomendaciones de las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos del Ministerio de Salud (GABA). Un niño o niña, que está en crecimiento, no puede dejar de recibir una dieta balanceada, aun en tiempos de crisis, ya que no solo puede comprometer su sistema inmune, sino que también crecimiento, desarrollo físico y cognitivo que se puede reflejar en un bajo rendimiento escolar”.