De los elogios a la crisis: el caso peruano en el combate al coronavirus
El país está enfrentando la pandemia en medio de una de las recesiones más profundas del mundo y el mayor número de muertes per cápita.
Perú está emergiendo del coronavirus con una de las recesiones más profundas del mundo y el mayor número de muertes per cápita a pesar de haber recibido elogios internacionales inicialmente por la forma en que manejó la enfermedad.
El resultado es sorprendente ya que el país suramericano ha estado luchando contra la pandemia siguiendo el manual, con una estricta cuarentena que causó el cierre de la mayoría de las industrias durante dos meses y un ambicioso plan de estímulo para hacer frente a la contracción económica resultante.
Sin embargo, el virus se propagó como un incendio forestal, exponiendo algunos de los problemas profundamente arraigados del país que permanecieron ocultos por décadas de éxito macroeconómico: una enorme fuerza laboral informal con acceso limitado al sistema bancario, una burocracia fracturada e ineficiente, y uno de los sistemas públicos de salud más subfinanciados de la región.
El resultado es una alerta para otros mercados emergentes: la nación de casi 33 millones de personas ahora está tratando de contener una economía en caída libre que impactó hasta a formuladores de política con altos niveles de experiencia.
“Nos hemos mantenido cuarentenados como si fuéramos un país de ingresos altos que podíamos mantener una cuarentena más prolongada”, dijo Hugo Perea, economista jefe de BBVA Perú, en una entrevista. “El impacto económico ha sido muy severo”.
El banco central pronostica que la economía se contraerá un récord de 31,9% en el segundo trimestre respecto al año anterior, luego de un doloroso colapso de casi 41% en el peak de la cuarentena en abril.
“Ni en la peor de mis peores pesadillas podría haber imaginado que la economía podría caer 40% en un mes”, dijo Julio Velarde, cuyo mandato de 14 años al frente de la autoridad monetaria de Perú lo convierte en uno de los banqueros centrales con más años de servicio en el mundo. Miles de empresas han quebrado y el desempleo masivo podría llevar el índice de pobreza a su nivel más alto en casi una década, indicó.
El Banco Mundial proyecta una contracción de 12% para Perú este año, la más profunda después de Belice y las Islas Maldivas. Algunos pronosticadores anticipan una caída de hasta 17%.
Dar el giro
Las muertes confirmadas en Perú por coronavirus superan las 12.000 personas, aunque las cifras no oficiales son casi tres veces más altas, lo que significa que el país tiene una de las tasas de mortalidad per cápita más altas del mundo.
El presidente, Martín Vizcarra, quien inicialmente tuvo un repunte en su popularidad gracias a su rápida respuesta a la pandemia, ahora se enfrenta a acusaciones de manejo inadecuado tanto de la atención médica como de la crisis económica.
Si bien el país andino dio a conocer en abril un paquete de estímulo considerable que representa aproximadamente 12% de su producto interno bruto, su implementación tuvo dificultades logísticas.
Seis de cada 10 personas no tienen cuenta bancaria, lo que ralentizó la distribución de los pagos en efectivo, y la ayuda para empresas, como préstamos baratos y desgravaciones fiscales, benefició a la minoría de las compañías que operan en la economía formal.
Algunos partidos en el Congreso controlado por la oposición han presentado una moción para convocar a la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, y otros ministros al Congreso para ser interrogados. Tales interrogatorios a veces pueden conducir a una moción de censura.
“Como país, lo que tuvimos que hacer hace muchos años fue resolver problemas estructurales” que “nos han vuelto muy vulnerables durante la crisis”, dijo Alva en el foro Bloomberg Emerging and Frontier Forum del 25 de junio. “Tuvimos que tomar estas medidas tan agresivas”.
El Gobierno comenzó a revertir curso y espera tener 95% de la economía operando nuevamente para fines de este mes. Para muchas empresas, la reapertura fue demasiado lenta y los nuevos protocolos de salud no fueron realistas, lo que alimentó las críticas frente a la estricta estrategia del Gobierno de Vizcarra ante la crisis.
“No deberían haber cerrado todo”, dijo Ángel Arana, dueño de un pequeño taller de ropa en el centro de Lima. “Hay muchas empresas que pudieron haber manejado durante la cuarentena tal como lo están haciendo ahora. Son decisiones que le están costando a todo el pueblo”.
Para impulsar la recuperación de una economía que ya se estaba desacelerando antes de la pandemia, el Gobierno debería otorgar incentivos fiscales a las empresas para recontratar a trabajadores, acelerar los proyectos de infraestructura y hacer más para impulsar la confianza empresarial, dijo Alfredo Thorne, exministro de Economía.
Los indicadores preliminares de junio y julio muestran que la economía se dirige hacia una recuperación en forma de V, según Alva.
Aunque el crecimiento debería regresar rápidamente en 2021, probablemente tomará años para que los peruanos y las finanzas del Gobierno se recuperen y, para fines del próximo año, la economía aún podría ser 7% u 8% más reducida que hace solo siete meses, comentó Perea, del BBVA.
“Absorber este colapso será un proceso muy difícil”, dijo. “Ha habido mucha destrucción de empleos, va a haber mucha cautela de gasto por empresas y por las familias que van a quedarse endeudados”.