Actualidad

Johnson traza el plan de reapertura de los británicos

Imagen principal
Bloomberg
POR Francisca Rivera |

Cualquier persona podrá usar el transporte público y a partir del 1 de agosto los empleadores tendrán más libertad para hacer que quienes trabajan desde su hogar regresen a las oficinas.

El primer ministro Boris Johnson flexibilizó las directrices para trabajar desde el hogar, lo que lo pone en desacuerdo con su principal asesor científico mientras busca reactivar la economía del Reino Unido, que se ha visto fuertemente afectada por el coronavirus.

Ahora cualquiera podrá usar el transporte público, dijo el viernes Johnson en una conferencia de prensa televisada, lo que marca un cambio frente a la recomendación de evitarlo cuando sea posible. Y a partir del 1 de agosto, dijo que los empleadores tendrán más libertad para hacer que el personal que trabaja desde su hogar regrese a las oficinas.

Luego de que la economía se contrajera una quinta parte en los tres meses hasta abril, Johnson y el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, están tratando de reactivar la actividad económica y evitar una anticipada ola de recortes de empleos a medida que el Gobierno reduce el apoyo a las empresas y continúa flexibilizando las medidas de confinamiento que comenzaron el 23 de marzo.

Conflicto interno

Pero la recomendación que el primer ministro entregó el viernes lo pone en desacuerdo con Patrick Vallance, su principal asesor científico, quien le dijo el jueves al Comité de Ciencia y Tecnología del Parlamento que no veía “absolutamente ninguna razón” para cambiar la recomendación de que las personas trabajen desde casa si pueden.

“Todavía estamos en un momento en que las medidas de distanciamiento son importantes y, de las diversas medidas de distanciamiento, trabajar desde casa, para muchas empresas, sigue siendo una opción perfectamente buena porque es fácil de hacer”, dijo Vallance, quien encabeza el Grupo Asesor Científico para Emergencias del Gobierno. “Varias compañías piensan que en realidad no es perjudicial para la productividad”.

Los ministros están respondiendo a la preocupación de que las tiendas y restaurantes en los centros de las ciudades tengan dificultades para sobrevivir si las personas que trabajan en las oficinas a su alrededor continúan trabajando desde sus hogares. Intentando distanciar a su comité y a él mismo de las decisiones políticas, Vallance reconoció que el Gobierno también tiene que tener en cuenta las consideraciones económicas.

“Lo que estamos haciendo es exponer razones científicas detrás de las opciones entre las cuales las personas puedan elegir”, dijo Vallance. “Superponer eso con consideraciones económicas y de otro tipo es el trabajo del Gobierno”.