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Un tercer gabinete después del estallido

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Agencia Uno
POR Eduardo Olivares |

El Presidente Sebastián Piñera se desprende del ministro del Interior, Gonzalo Blumel. Llegan parlamentarios: Víctor Pérez, Andrés Allamand, Mario Desbordes y Jaime Bellolio.

La sensación entre los ministros de La Moneda era que, sea cual fuera la decisión, se tomara rápido, pues era necesario continuar con la agenda y la idea de un cambio de gabinete tenía en suspenso las demás actividades. El Presidente Sebastián Piñera finalmente se decidió y ejecutó el cambio de gabinete.

El ministro del Interior pasó desde Gonzalo Blumel (Evópoli) al hasta ahora senador por Biobío Víctor Pérez (UDI).

Al Ministerio de Relaciones Exteriores llega el hasta este martes senador Andrés Allamand (RN) en reemplazo de Teodoro Ribera (RN). Y en el puesto de Defensa, quien llega es el hasta ahora diputado y presidente de RN, Mario Desbordes, quien sucede a Alberto Espina (RN).

Esos nombres son los más relevantes para RN, pues tanto Allamand, que va por el Rechazo en el Plebiscito, como Desbordes, que apoya el Apruebo, representantes las “dos almas” del partido con mayor presencia en la Cámara.

La Secretaría General de la Presidencia pasa desde Claudio Alvarado (UDI) a Cristián Monckeberg (RN). En la Secretaría General de Gobierno asume el hasta ahora diputado Jaime Bellolio (UDI) en lugar de Karla Rubilar (ex RN). 

Rubilar toma el puesto como ministra de Desarrollo Social tras la salida de Monckeberg.

El antecedente

Mientras que en RN y en Evópoli, donde milita Blumel, argumentaban que el problema no era el Gabinete, desde el gremialismo apuntaban a un desequilibrio en el círculo de hierro de Piñera que favorecía al partido más pequeño entre los tres con representación parlamentaria.

Este es el tercer cambio del Mandatario en menos de un año y solo 54 días después del último, cuando ya se habían hecho cambios profundos al Comité Político.

El primero ocurrió a raíz del estallido social que inició el 18 de octubre y donde Andrés Chadwick (UDI) dejó su puesto. Fue entonces cuando entró Blumel, pese a que hasta último minuto fue Felipe Ward (UDI, hoy en Vivienda), así como Ignacio Briones (Evópoli) y Karla Rubilar (ex RN). El segundo, a principios de junio, se concretó ad portas del acuerdo por la reactivación económica que Piñera deseaba concretar y que dejó en la Segpres al UDI Claudio Alvarado y al RN Cristián Monckeberg en Desarrollo Social.

Entremedio han renunciado otros ministros sectoriales, como Marcela Cubillos (Educación), Jaime Mañalich (Salud) e Isabel Plá (Mujer y Equidad de Género).

Las palabras del Presidente Piñera

Tras prestar juramentos y promesas, el Presidente expresó en el Palacio de La Moneda que su primera preocupación está en las familias que han perdido algún ser querido por la pandemia, y también con los hogares que han experimentado carencias y temores por el impacto económico de la crisis sanitaria.

“Para enfrentar mejor estos difíciles y exigentes desafíos, hemos realizado un cambio en nuestro gabinete”, dijo. Agradeció a Gonzalo Blumel “en tiempos que exigieron un monumental compromiso, sacrificio y resiliencia”, palabras que fueron seguidas por una ovación de los presentes en esa actividad palaciega.

Añadió “aprecios” y “cariños” a los otros tres ministros salientes, que recibieron un aplauso aunque ninguna ovación.

A los nuevos inquilinos fue dándoles una bienvenida personalizada.

“Son muchos y exigentes los problemas que tendremos que enfrentar”, recordó el Jefe de Estado en referencia a los 20 meses que le quedan de mandato. 

Enumeró materias como la gestión de la pandemia, la instauración de la Red de Protección Social, la recuperación económica, la reforma al sistema de pensiones, enfatizar la seguridad ciudadana y garantizar la realización “transparente, pacífica y participativa” de las siete elecciones que habrá entre octubre de 2020 y diciembre de 2021, partiendo por el Plebiscito del 25 de octubre.

“Convoco a este nuevo Gabinete y a todo Chile Vamos a una nueva etapa”, afirmó en un mensaje evidente hacia la “unidad” de un oficialismo trizado en las semanas previas.

También pidió “colaboración”, “diálogo” y “acuerdos” a los partidos de oposición, a los parlamentarios “y por supuesto la comprensión, unidad y colaboración de la sociedad civil y los chilenos y chilenas de buena voluntad”.