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Joe Biden: “Seré un aliado de la luz, no de la oscuridad”

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Bloomberg
POR Francisca Rivera |

En el discurso de cierre de la convención demócrata, el candidato a presidente de EE. UU. condenó a Donald Trump (sin mencionarlo por su nombre) por su manejo de la crisis racial y la pandemia.

Joe Biden desafió a los estadounidenses a acoger el “camino de la esperanza y la luz” cuando aceptó el jueves la nominación de su partido a la presidencia, en un discurso emotivo y enfático que proyectó la elección de noviembre no solo como la elección de un presidente, sino como un referéndum fundamental sobre el carácter de la nación.

“Que la historia pueda decir que el final de este capítulo de oscuridad estadounidense comenzó aquí esta noche”, dijo Biden al ofrecer el discurso de cierre de la convención virtual de los demócratas.

“Seré un aliado de la luz, no de la oscuridad”, afirmó Biden.

Habló desde un escenario en un auditorio casi vacío. El entorno inusual permitió al exvicepresidente aprovechar sus fortalezas como político cercano, conectando sus experiencias personales de dolor y pérdida con la pandemia de coronavirus, que utilizará para enmarcar la decisión de los votantes en menos de tres meses.

Proteger a Estados Unidos

Condenó duramente al presidente, Donald Trump -aunque en realidad nunca lo mencionó por su nombre-, y ofreció su visión para enfrentar la devastación económica y sanitaria causada por el virus, así como la “tormenta perfecta” de disturbios raciales y cambio climático. Mientras Biden hablaba, la cámara se acercó para capturar su pasión en los momentos clave, dando al discurso una intimidad y franqueza en lugar del habitual ambiente de pompa y espectáculo de un salón de convenciones abarrotado.

“Nuestro presidente actual ha fallado en su deber más básico para con la nación”, dijo Biden. “No ha logrado protegernos. No ha logrado proteger a Estados Unidos. Mis conciudadanos, eso es imperdonable. Como presidente les haré una promesa: protegeré a Estados Unidos”.

Trump pasó semanas argumentando que Joe Biden no era mentalmente capaz de pronunciar su gran discurso, y mucho menos de liderar el país. Pero las constantes críticas permitieron a Biden, que habló sin grandes tropiezos, superar las expectativas al acusar a Trump de cubrir a la nación con “demasiada ira, demasiado miedo, demasiada división”.

El vicepresidente, Mike Pence, en una refutación al discurso de Biden, dijo el viernes por la mañana que Biden no se refirió a temas clave como China, y que los republicanos planean establecer un marcado contraste la próxima semana con su plan, mientras sostienen que Biden está en deuda con el flanco izquierdo de su partido.

“Joe Biden ha estado en Washington durante 47 años y el discurso que dio anoche fue más de lo mismo”, dijo Pence al programa “Fox & Friends”.

“Convención no convencional”

Aún no está claro cuánto impulso le dará a Biden la “convención no convencional” de los demócratas mientras se dirige a los últimos meses de la campaña. Su discurso culminó con una demostración de unidad de cuatro días, con cada minuto de la cobertura nocturna completamente escrito y examinado para ceñirse al mensaje de Biden.

Incluso el senador Bernie Sanders, líder progresista y principal rival de Biden, el jueves habló en un video para recordar a todos los demócratas, moderados, conservadores o progresistas, que voten por Biden y derroquen a Trump, un respaldo que Sanders nunca dio tan plenamente a la nominada de 2016, Hillary Clinton.

Los medios de comunicación redujeron drásticamente su cobertura y los funcionarios electos no se congregaron en Milwaukee o Wilmington, Delaware, donde habló Biden. Eso sirvió para evitar que las habituales disputas entre partidos se desarrollaran durante la cobertura o en entrevistas laterales con delegados descontentos.

La convención fue la primera vez en esta campaña que el partido pudo demostrar esa unidad de propósito, en la que Biden obtuvo la nominación luego de una contundente contienda primaria que concluyó en el apogeo de la pandemia. Ha tenido pocas oportunidades de reunir a las diversas facciones de su partido desde que ganó la nominación, sino que se ha limitado en gran medida a los eventos virtuales.

“Hay más en juego para Biden que para Trump porque realmente no hemos tenido noticias de Biden durante los últimos tres meses más o menos; él y el Partido Demócrata necesitaban encontrar su voz, no solo para registrar una crítica contra Trump, sino para articular un camino futuro”, dijo William Howell, profesor de política estadounidense en la Universidad de Chicago.

Los asistentes han indicado que es poco probable que Biden aumente drásticamente su programación de viajes y eventos a medida que continúa la pandemia de coronavirus, lo que significa que el discurso podría ser una de sus últimas oportunidades para captar completamente la atención de la nación.

Pros y contras de la estrategia Biden

Los aliados de Biden creen que su enfoque cauteloso, adherirse estrictamente a las pautas de salud pública, es un bálsamo para un país que ha soportado años de la atmósfera caótica en la Casa Blanca de Trump.

Pero es una estrategia arriesgada que podría hacer que Biden ceda en gran medida la atención de los medios al titular, cuyo feroz deseo de cobertura televisiva, su voluntad de burlar las restricciones del coronavirus y el acceso al Air Force One esencialmente garantizan que conducirá la conversación hasta el día de las elecciones. También aumenta la importancia de los tres debates presidenciales programados para este otoño, convirtiendo cada evento en una prueba de gran importancia para Biden.

Biden dedicó partes importantes de su discurso a abordar las preocupaciones del flanco izquierdo de su partido, prometiendo ser un presidente para los jóvenes estadounidenses.

“Estamos hablando de la inequidad y la injusticia que ha proliferado en Estados Unidos”, dijo Biden. “Injusticia económica. Injusticia racial. Injusticia ambiental”.