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Laura Chinchilla y su postulación al BID: “Ofrezco un liderazgo que no polariza”

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POR Francisca Rivera |

La expresidenta de Costa Rica destaca su capacidad para trabajar de manera bipartidista en Washington y empujar un aumento de capital del banco.

La expresidenta de Costa Rica se está presentando como una alternativa intermedia para superar una disputa política cada vez más amarga por el liderazgo del banco de desarrollo más importante de América Latina.

Laura Chinchilla busca encabezar el Banco Interamericano de Desarrollo, que presta más de US$ 10 mil millones por año para financiar programas sociales y de infraestructura en la región. El banco, considerado clave para financiar la recuperación de América Latina tras la pandemia de coronavirus, se encuentra en medio de una acalorada sucesión de líderes.

En junio, el presidente de EE.UU., Donald Trump, nominó a su asesor Mauricio Claver-Carone para el cargo principal del BID, en reemplazo del presidente Luis Alberto Moreno, que se va en un mes.

La medida profundizó fisuras regionales, ya que rompería una tradición de seis décadas de liderazgo latinoamericano en el banco. Si bien Claver-Carone parece ser el favorito después de asegurar el apoyo de más de una docena de países, entre ellos Brasil y Colombia, Argentina está promocionando a Gustavo Beliz, asesor del presidente izquierdista Alberto Fernández, con el respaldo de México.

En medio de críticas de políticos y exdiplomáticos de la región, Argentina y México pidieron posponer las elecciones programadas para el 12 de septiembre, citando la incapacidad de los miembros del BID para reunirse en persona debido a la pandemia. La elección de Claver-Carone el próximo mes también podría dejar al banco desfasado ante una posible administración demócrata en Estados Unidos, en caso de que Trump sea derrotado en noviembre.

“Liderazgo que no polariza”

Chinchilla, la primera mujer en ser elegida presidenta de Costa Rica, es una posibilidad remota en este momento, dado que los mayores accionistas del BID respaldan a otros candidatos. Sin embargo, se presenta a sí misma como una diplomática que podrá llevarse bien con todos y trabajar de manera bipartidista en Washington para comenzar el proceso de años de obtener la aprobación de aumentar el capital del banco.

“Ofrezco un tipo de liderazgo que no polariza”, dijo Chinchilla, de 61 años, en una entrevista el miércoles. “Necesitamos construir puentes”.

Chinchilla no dice si cree que la votación de septiembre debería posponerse a pesar de que Costa Rica se ha unido a los países que piden una postergación. Entre otros cambios, propone un banco más prescriptivo y que recomiende las mejores políticas para la región, un rol más parecido al de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Experiencia presidencial

Chinchilla lideró a Costa Rica de 2010 a 2014 y disfrutó de algunos éxitos: el país ganó su primera calificación crediticia de grado de inversión, tuvo un crecimiento promedio de más de 4% después de la crisis financiera mundial de 2009 y la inflación se desaceleró. Su gobierno también mejoró la seguridad, con una caída de la tasa de homicidios.

No obstante, su administración fue sacudida por una serie de escándalos de corrupción que involucraron a su gabinete, y aunque la propia Chinchilla no fue acusada de irregularidades, su popularidad era de las más bajas entre los líderes latinoamericanos al momento que dejó el cargo. Logró que el Congreso aprobara una reforma para contener el déficit presupuestario de la nación, pero la Corte Suprema de Justicia la anuló después. Chinchilla tenía un mandato limitado y su Partido Liberación Nacional perdió las elecciones presidenciales de 2014.

Desde que dejó el cargo, ha sido profesora en Georgetown University, el Instituto Tecnológico de Monterrey, en México, y en la Universidad de Sao Paulo, en Brasil. También ha trabajado en proyectos con el BID y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

No tomar partido

Mientras Claver-Carone dijo que convertiría al BID en un peso pesado del sector financiero para contrarrestar la influencia china en el hemisferio occidental, Chinchilla dijo que el banco no debería tomar partido en el creciente conflicto entre China y EE.UU.

Costa Rica, una nación de solo cinco millones de personas, mejor conocida por su ecoturismo en playas, volcanes y bosques tropicales, es también la democracia continua más antigua de América Latina, en una región con una historia de golpes de Estado y dictaduras.