¿Longueira sí o no? La UDI se divide ante la reaparición del coronel
Hay dos pronósticos: que ganará la presidencia del partido gracias a las bases, o que en la UDI no hay espacio para un discurso “mesiánico”. Incluso en La Moneda generó divisiones.
Dijo que aprobaría en octubre, que se candidatearía para la Convención Constituyente y buscaría la presidencia de la UDI. Así regresó definitivamente a la política el exsenador, exministro y excandidato presidencial Pablo Longueira, en una entrevista el domingo con El Mercurio. Sus declaraciones dejaron una estela de preguntas y críticas en la colectividad, cuyo domicilio está por el momento y desde enero en el Rechazo, y donde hoy se barajan dos pronósticos acerca de su regreso.
Uno, que el partido que fundó Jaime Guzmán no es el mismo en el que Longueira se desplegaba cómodamente hace décadas y, por lo tanto, su discurso no tendrá cabida. Otro, en la vereda opuesta, que plantea que el exabanderado presidencial cuenta con el apoyo de las bases y es una figura de gran estima en la tienda. De hecho, algunos van más lejos y lo señalan como la carta segura para encabezar la directiva que se renovará en diciembre. Lo que no está en discusión, desde ninguna de las dos posturas, es la posibilidad de cambiarse al Apruebo.
Nostalgia de la “UDI monolítica”
La UDI “cambió”. Aquel es el verbo que usan varios personeros para referirse al momento político del partido en relación con la irrupción de Longueira. “Que tiene fuerza, la tiene”, dice una de las caras de la colectividad. Pero “distinto es aceptar todo lo que diga”, agrega.
“Creo que efectivamente hoy hay un escenario radicalmente distinto. Hay un partido distinto, él mismo también rememora con un poco de nostalgia esa UDI monolítica donde lo que decía uno lo decían todos los demás. Pero era una UDI donde eran un grupo muy reducido de personas. Longueira se quedó en una época mesiánica, que ya no funciona. La gente quiere espacios, quiere conversar, analizar, quiere ser parte de los puntos de vista”, explica a PAUTA el senador David Sandoval.
Otro que se sumó a esa lógica fue su par Iván Moreira, quien dijo en radio Cooperativa que Chile no necesita “un mesías” y que está en desacuerdo con la forma “ningunear” lo que la derecha había hecho en los últimos años. De hecho, este martes avanzó un poco más y anunció que renunciaría a su militancia si la UDI se pasaba al Apruebo.
Que generó un remezón, es claro, y lo afirman los mismos rostros del partido. La carrera por la presidencia de la colectividad está en marcha desde hace varias semanas y la certeza de Longueira de que será él el próximo líder del gremialismo no cayó bien entre los competidores. De hecho, desde el grupo de diputados que se encuentra trabajando por la opción a la directiva y que está encabezado por la actual vicepresidenta y jefa de bancada, María José Hoffman, directamente le dijeron que compitiera.
“Longueira, al plantearse disponible, se suma a las otras opciones que se habían barajado, como Juan Antonio Coloma, la diputada Hoffmann, en la búsqueda posible de una lista de unidad que justamente recoja esas visiones y nos permita hacer un trabajo sostenido”, agrega a este medio el diputado Patricio Melero. Para él, la discusión no está en los nombres, sino en la necesidad de que cualquiera de los que asuma la directiva integre las distintas corrientes del partido.
El mismo Longueira, las mismas bases
Pero la idea de que “el partido cambió” y por lo tanto Longueira no tendrá espacio para moverse cómodamente no es compartida por todos.
“Pablo Longueira sigue siendo una persona con mucha experiencia política, que tiene el cariño de las bases de la UDI, es una persona que entiende que las cosas tienen que avanzar y que es capaz muchas veces de postergar sus intereses personales por buscar el bien colectivo. Me parece que eso es una fortaleza”, responde a PAUTA la presidenta del partido, Jacqueline Van Rysselberghe.
La senadora planteó en La Red que no comparte la posición del exabanderado sobre el Apruebo, pero que sí coincide en la necesidad de no partir de una hoja en blanco en la potencial nueva Constitución. Ahora agrega que la visión de la otra vereda “obedece al interés de algunos de querer presidir la UDI. Creo que está bien, pero no me parece que haya que caer en ese tipo de descalificaciones. Pablo es una persona reconocida, querida”, comenta a este medio.
En esa misma línea está el alcalde de Colina, Mario Olavarría, quien apuesta a que Longueira tiene el mismo apoyo que siempre ha tenido entre las bases. Incluso se arriesga y afirma que no tiene dudas de que él será el próximo presidente de la tienda y que, para el grupo de diputados que quería asumir la dirigencia y que venía trabajando hace varias semanas para aquello, su irrupción es un “retroceso”.
“Hay apoyo total a que haya vuelto y que plantee sus puntos. En lo que no hay unidad es en su opinión sobre lo que tenemos que hacer en el Plebiscito, eso ya fue cortado por el partido: estamos en el Rechazo”, contesta Olavarría.
Pero para el alcalde, la consulta constitucional es solo una parte de todo lo que el partido tendrá que enfrentar. Por lo tanto, la opción de Longueira no se acaba por su preferencia el 25 de octubre. “El partido tiene mil cosas que hacer, no solamente el Plebiscito. El Plebiscito es en octubre nomás y además después hay que ver el tema de la elección de los constituyentes, en lo que Pablo tiene razón”, suma.
Bajo fuego amigo
No obstante, Longueira tendrá un escenario que enfrentar antes de ser candidato, presidente o incluso posible constituyente: en los próximos meses se someterá a un juicio oral por cohecho en el contexto del caso SQM. Se lo recordó, en público, la alcaldesa de Providencia y ahora compañera de partido, Evelyn Matthei.
“No está en condiciones de presidir la UDI y lo digo con respeto. Primero tiene que solucionar eso”, dijo la posible abanderada presidencial en CNN Chile.
Le respondió el mismo Longueira en conversación con radio Cooperativa este martes, donde afirmó que “uno es inocente hasta que se pruebe lo contrario. Yo lo soy y no tengo tejado de vidrio. La persecución que ha hecho de mí la Fiscalía no me impide ser candidato”.
Y la polémica llegó incluso a La Moneda. El mismo ministro del Interior, Víctor Pérez (UDI), se refirió al coronel como un “amigo” de más de 30 años y lo defendió. “Estoy seguro que Pablo Longueira es absolutamente inocente, va a probar su inocencia y por lo tanto no tiene ningún obstáculo para desarrollar la vida que él quiera llevar adelante, sea en la política o no”, comentó Pérez.
En la otra vereda, y asociado a la disidencia de la UDI, respondió el ahora ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, en un tono absolutamente distinto al del jefe de gabinete. “Al Gobierno no le corresponde decir si una persona es inocente o no; corresponde a los tribunales. Hay una investigación en curso y por lo tanto no nos corresponde entrometernos”, sentenció.