Trump suma nueva acusación de abuso sexual en medio de la campaña
La exmodelo y actriz Amy Dorris, de “La ley y el orden”, aseguró que el incidente ocurrió en el US Open de 1997. La asesora legal del presidente de EE.UU. negó la denuncia.
Una exmodelo y actriz acusó a Donald Trump de manosearla y besarla a la fuerza en 1997 en el torneo de tenis del Abierto de Estados Unidos, una nueva acusación de agresión sexual contra el presidente de ese país a pocas semanas de que se presente a la reelección.
Amy Dorris dijo en una entrevista con The Guardian que el incidente ocurrió fuera del baño del palco VIP de Trump en el torneo.
“Introdujo su lengua en mi garganta y yo lo empujaba. Y entonces fue cuando me sujetó con más fuerza y comenzó a meter su mano en mi trasero, mis pechos, mi espalda, todo”, dijo Dorris.
La madre de Dorris, sus amigos y su terapeuta corroboraron el relato, según el periódico, diciendo que les había contado sobre las presuntas acciones de Trump tanto en ese momento como en los años siguientes.
“Totalmente falsas”
“Las acusaciones son totalmente falsas”, dijo Jenna Ellis, asesora legal de la campaña de Trump. “Evaluaremos todos los medios legales disponibles para responsabilizar a The Guardian por la publicación maliciosa de esta historia sin fundamento. Este solo es otro patético intento por atacar al presidente Trump justo antes de las elecciones”.
La actriz de “La ley y el orden” se une a más de dos docenas de mujeres que han acusado previamente al presidente de conducta sexual inapropiada o agresión. Trump ha desestimado las acusaciones por considerar que sus motivos son políticos.
A principios de este mes, el Departamento de Justicia decidió representar a Trump en una demanda por difamación presentada por la columnista E. Jean Carroll, quien afirmó que Trump la violó en una tienda por departamentos.
Trump negó su relato en una entrevista con The Hill, diciendo que “no era su tipo”, lo que llevó a Carroll a presentar una demanda. Los abogados de Carroll han tratado de destituir al presidente y solicitaron una muestra de ADN para compararla con la de un vestido que ella dice que llevaba puesto en el momento de la presunta agresión.