La oposición se enreda en las primarias
El tiempo para que los partidos inscriban sus primarias se acaba. Desde la DC al PC describen las dificultades de lograr un acuerdo. La culpa se reparte entre los distintos sectores.
Si la inscripción fuera en 24 horas, la oposición no tendría primarias legales de alcaldes ni de gobernadores regionales. Así de drásticos (o realistas) son los comentarios en los distintos partidos de la centroizquierda y la izquierda. “Si hay dos conglomerados que no quieren, y otros que ponen condiciones, no hay cómo”, asegura un importante dirigente del frondoso bloque. Y aunque algunos se mantienen “optimistas” con la idea que de aquí al miércoles 30 de septiembre se llegue a un acuerdo, la posibilidad de inscribir un pacto amplio, o al menos parcial, se ve lejano. Improbable.
“Yo todavía abrigo algo de esperanza de que se recapacite, de que terminemos de poner excusas para las primarias y nos sentemos y firmemos un pacto. De lo contrario, el castigo de la ciudadanía será brutal. Eso significaría no entender nada”, dice a PAUTA el presidente de la DC, Fuad Chahin.
La madre de todas las batallas
Previo a las Fiestas Patrias, las posturas de los negociadores se sinceraron. En distintas citas bilaterales -varias de ellas con más cara de multilateral por el número de participantes- se aclararon las intenciones electorales de cada uno. A la mesa mayoritariamente virtual se sentaron la Convergencia Progresista, que reúne al PS, PPD y PR; la Democracia Cristiana; la Unidad para el Cambio, que lidera el PC, el PRO y los regionalistas, mezclado con Chile Digno que alberga a colectividades exfrenteamplistas como el PH y los ecologistas, y el Frente Amplio que hoy cuenta con cuatro partidos: Revolución Democrática, Comunes, Partido Liberal y Convergencia Social.
La conclusión de entonces, vigente aún, es que a días de que se cumpla el plazo la ecuación no calza por ningún lado. Ni en los comicios de alcaldes ni en los de gobernadores regionales, definidos por varios como “la prueba de fuego de la oposición”, en especial la batalla por la Región Metropolitana.
En cambio, el oficialismo apuesta a una competencia interna en 30 a 40 comunas y en al menos cuatro regiones para reemplazar a los actuales intendentes. “Es una vergüenza que Chile Vamos tenga primarias y nosotros, que hablamos de la participación, no”, esgrime uno de los líderes de la oposición.
Un tango de a tres
“Si la derecha, a pesar de sus diferencias, tiene un centro que es Chile Vamos, la oposición tiene cuatro. Es una tarea de marca mayor. Es un intercambio que compete a partidos y otros tantos movimientos. Es un desafío que está caminando, pero soy respetuoso de los ritmos de otros”, señala este medio el secretario general del PC, Lautaro Carmona.
En esas conversaciones previas a Fiestas Patrias, dicen parte de los presentes, se debatieron los nudos para llegar a un gran pacto nacional de Arica a Punta Arenas, tal como lo exigen las reglas de las primarias. Algunos apuntan a que la izquierda, como el Frente Amplio y el Partido Comunista, no quieren medirse en los comicios fijados para el 29 de noviembre, pues sus candidatos quedarían en desventaja ante la máquina electoral de los partidos más grandes. Y aunque en el PC acordaron en su último Comité Central su disponibilidad para participar de primarias al interior de la Unidad para el Cambio o con las fuerzas disponibles, en la centroizquierda señalan que los comunistas se escudan bajo la frase “lo estamos estudiando”, lo que para varios personeros es un “no” elegante.
“Nosotros tenemos una articulación que se llama Chile Digno. Estamos en esa voluntad, de nuestras propias definiciones, que, si hace falta, será por primarias. Pero para el resto es necesario que concurra toda la oposición. Ese sería el factor que amerita la primaria y en ese plano, hay que preguntarle al resto”, explica Carmona.
Otros apuntan a la Democracia Cristiana y los roces permanentes con el PC y en particular la eventual candidatura presidencial del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue. Pero también aluden a los líos internos, pues aunque la mesa de Chahin pide primarias en todos lados, algunas dirigencias regionales y comunales tendrían dudas de la apuesta. De todas maneras, el tema será abordado este sábado en una nueva Junta Nacional.
“Nosotros no somos los que tenemos que dar explicaciones. Hemos dicho que estamos dispuestos a primarias en todas partes sin ninguna condición. Se habla de unidad; se habla de primarias, pero nadie más da el paso. No hay nada peor que cada uno compita por su lado. No puede ser que los que no quieran primarias condicionen a los que sí quieren. Eso es un contrasentido”, acusa el timonel DC.
A esto se suman los cálculos del PS, PPD y PR, donde aseguran que la primaria debe ser amplia y no una competencia parcial, pues eso sería un paso atrás y dividiría aun más a la oposición. Así se lo plantearon en especial a la DC, que les insiste a sus aliados no caer en “vetos de minorías” y que, si no hay un gran acuerdo, al menos los cuatro partidos se midan. Pero esta fórmula no convence a los dirigentes de la Convergencia Progresista.
“Para bailar un tango se necesitan dos y, en este caso, a lo menos se necesitan tres para bailarlo bien”, explica en clave musical un alto personero de esas filas. De hecho, según el mismo dirigente para ser eficiente tiene que ser una elección de toda la oposición o al menos de una buena parte de ella. “No tendría sentido hacer primarias solo de la ex Concertación”, agrega.
Pactos por omisión 2.0 y todos contra todos
En las conversaciones que se dieron en la última semana varios dirigentes pusieron sobre la mesa que la mejor estrategia son los pactos por omisión o “competencias reguladas”. De hecho, esta última fórmula de omisión previamente coordinada habría sido defendida por el Frente Amplio, donde la incomodidad de “perder identidad” o de aparecer en una gran foto con el resto de la oposición genera molestias internas.
“Si solo pensamos en la unidad para ocupar los cupos electorales, estamos muy lejos de poder acordar algo. En ese sentido, consideramos que para las elecciones que se vienen tiene que ser la ciudadanía la que defina”, señala a PAUTA el presidente de Comunes, Jorge Ramírez. Asegura que lo peor que podría pasarles a “las oposiciones” es definir todo a puertas cerradas y para repetir la lógica “de los últimos 30 años del ‘todos contra la derecha'”.
Según Ramírez, si bien tienen claro la necesidad “de superar al FA” y hacer todos los esfuerzos para lograrlo, el problema es que “algunos creen que solo basta con juntar siglas […]. Que no haya primarias de toda la oposición no creo que condicione las relaciones en el futuro. Todas las elecciones son distintas y hay que ir evaluando momento a momento qué es lo más conveniente de hacer”, agrega Ramírez.
Los pactos por omisión a los que apostaría gran parte del FA y también de la Unidad para el Cambio es una propuesta que funcionaría, pero solo para algunas comunas, dicen en el resto de la oposición. En el caso de los gobernadores es una maniobra de alto riesgo.
Desde la izquierda argumentan que como las nuevas autoridades regionales necesitan superar el umbral del 40% de los votos para ser electos, con dos candidatos opositores “competitivos” Chile Vamos tendría más difícil la tarea de alcanzar esa cifra, por lo que obligaría a una segunda vuelta y es ahí donde se pueden coordinar todas las fuerzas. Sin embargo, esos cálculos no son bienvenidos en el PS, el PPD, el PR o la DC. Temen repetir la experiencia de las últimas presidenciales, donde los votos frenteamplistas no llegaron por completo a la candidatura de Alejandro Guillier. Además, según los números de la Convergencia Progresista, llevar a dos nombres reduciría drásticamente las opciones y la oposición podría aspirar a un cupo de gobernador solo en cinco de las 16 regiones.
Pero en la ex Concertación no son los únicos que no están convencidos con dejar todo a la “omisión”. Aunque hoy son minoría, algunos parlamentarios de RD o del PC han manifestado internamente que sería “un error” y “una inconsecuencia” no ir primarias, pues además sería un mal precedente para otras conversaciones como lo son las listas a eventuales convencionales. De hecho, esta línea está la diputada PC Camila Vallejo, quien publicó una columna llamada “unidad”, asegurando que las primarias eran una oportunidad única de levantar “programas municipales y regionales transformadores” de toda la oposición.
“Esto debería ser un objetivo en sí mismo: tener una candidatura única de la oposición en cada una de las comunas y regiones, independientemente de que la candidatura que llegue en cada lugar no sea de pleno gusto de todos los demás miembros de la oposición. Pero es importante que la ciudadanía tenga esa oportunidad de tener un candidato competitivo frente a la derecha”, comenta a PAUTA el diputado de RD Pablo Vidal.
Y agrega: “Esperaría que el Frente Amplio estuviera disponible a disputar unas primarias legales amplias que garantice candidaturas únicas de la oposición. Creo que eso la ciudadanía vería con mejores ojos respecto de lo que el FA y, en general, la oposición tiene que ofrecerles a las elecciones del 11 de abril”.