En la Cámara avanzan los independientes, en el Senado hay dudas sobre los escaños reservados

La iniciativa que facilita las candidaturas de independientes pasa a Sala y podría ser despachada antes del 25-O.

El proceso constituyente va entrando al área chica y lo que queda por definir es de qué forma participarán los candidatos no militantes de partidos políticos (independientes) y los indígenas en las potenciales elecciones de abril próximo. Este lunes, la Comisión de Constitución de la Cámara despachó a Sala el proyecto que facilita las candidaturas independientes a una eventual llegar a la Convención. El primer trámite concluiría en los próximos días.

Pese a que dos semanas atrás el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Monckeberg, había anunciado que ingresarían una indicación para rebajar el número de firmas exigidas para patrocinar una candidatura de independientes, el Gobierno solo se metió en el mecanismo de inscripción remoto. La semana pasada se aprobó que el Servel dispusiera de una plataforma online para tal efecto y quedó pendiente el guarismo que rebajaría las firmas.

De hecho, según decían en el Gobierno, la cifra es lo menos importante. Y finalmente la dejaron en manos de los parlamentarios, quienes tenían sobre la mesa dos propuestas: una, presentada por el diputado Pepe Auth y respaldada desde Camila Flores hasta Pamela Jiles, baja del 0,4 al 0,2 el porcentaje de votos en el distrito obtenidos en la última elección parlamentaria para candidatos individuales; y del 1,5 al 0,5 para listas de independientes. 

En el Frente Amplio planteaban otra cosa. El diputado Giorgio Jackson (RD) buscaba un 0,3% y un 1,0%, respectivamente, lo que fue rechazado en la comisión y que, de acuerdo al mismo Jackson, será insistido en Sala. Aunque la principal preocupación del FA es llegar a acuerdo en otra materia: la segunda indicación presentada busca que los independientes puedan presentar candidaturas asociadas entre sí en pacto con uno o más partidos políticos.

“No puede ser que los partidos puedan articularse con otros partidos y poder formar parte de una coalición, y los independientes tengan prohibida esa posibilidad. Al mismo tiempo, el hecho de que los independientes sí puedan ir amarrados a un partido como candidaturas, pero no lo puedan hacer en torno a una coalición es injustificable”, dijo Jackson.

No tuvo el apoyo mayoritario y de hecho algunos planteaban que era derechamente una contradicción. En el Gobierno tenían claro que, si el guarismo era lo de menos, la posibilidad del pacto con partidos estaba absolutamente desechada y no la apoyarían. Matías Walker (DC) apoyó a medias: votó a favor, pero advirtió temor por el enredo que podría generar en Sala.

“La lógica de la independencia es que no está adscrita a una fuerza política. Por eso se establece que pueden llevar listas, construir pactos, incluso pueden ir en la lista del partido como independiente. Esta indicación plantea que se rompa esa lógica. Si permitiera ese pacto compartido, en esencia perderían la calidad de independientes”, respondió el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN).

Finalmente la propuesta no prosperó y solo recibió cuatro votos a favor, ocho en contra. Lo que sí quedó: el 0,2 y 0,5 para candidaturas independientes y listas, sin piso mínimo de firmas. En el Ejecutivo esperan que la iniciativa esté lista y promulgada para antes del Plebiscito.

Escaños reservados: un panorama enredado

El proyecto que garantiza escaños reservados para una eventual Convención Constitucional o Convención Mixta Constitucional lleva ya tres meses en la Comisión de Constitución del Senado. Mientras la iniciativa que facilita la participación de independientes podría estar lista antes del Plebiscito, para este otro asunto un cronograma definitivo podría calzar recién a fines de noviembre.

El plazo para ingresar indicaciones terminó el 14 de agosto y en el medio han sesionado cuatro veces para escuchar a distintas agrupaciones, pero aún no han votado ninguna de las 16 indicaciones presentadas por la oposición y el oficialismo.

El debate no será fácil. Los agregados abordan desde escaños especiales para el pueblo afrodescendiente, escaños supernumerarios o incluidos dentro de los 155 o 172; un padrón especial con acceso exclusivo para quienes comprueben ser indígenas con un certificado de la Conadi, o simplemente la opción de que quienes se autoidentificquen como indígenas lo digan al momento de votar y accedan a una cédula especial.

Este martes la comisión invitó a representantes del Consejo Político Mapuche de Chile Vamos. Expusieron una propuesta diametralmente opuesta a la que los senadores del bloque consensuaron con el Gobierno.

Mientras los parlamentarios de la coalición apostaron por la creación de un padrón electoral indígena nuevo y un número de escaños dependiente del porcentaje que signifique ese padrón para el registro nacional, el consejo que reúne a representantes mapuches de los cuatro partidos declara que debe hacerse mediante el principio de la autoidentificación, es decir, que quien desee votar por candidatos indígenas lo anuncie al momento de votar; y que la cantidad de cupos debería estar dada por el 12,8% de la población que se identificó con alguna etnia en el Censo 2017.

Así, la propuesta del Consejo Político Mapuche del bloque se parece más a las que emanaron de los partidos de la oposición. En esta misma instancia acusan directamente que los senadores no se asesoraron con ellos y tanto en el oficialismo como en el Gobierno dicen que sí los escucharon, pero “no están obligados a hacer todo lo que ellos pidan”. 

Con el fin de acercar posiciones, el mes pasado comenzó a funcionar una mesa de asesores de todos los senadores de la Comisión de Constitución y del Gobierno que ya lleva dos sesiones. En el Ejecutivo reconocen que la tramitación no ha sido fácil y que el objetivo será que todos terminen cediendo en algo.

La piedra de tope para el Gobierno tiene que ver con si los escaños son adicionales a los ya fijados en el acuerdo de noviembre, o si estarán incluidos dentro. La postura oficial es que sumarlos sería no respetar aquel acuerdo. Y que, si la oposición cede en eso, ellos podrían aceptar por ejemplo el principio de autodefinición.