La Moneda y el Congreso prometen (otra vez) acelerar la reforma a Carabineros
Los cambios a la policía han avanzado lento y hasta las autoridades lo reconocen. Recién la semana pasada se anunció la creación de la unidad que coordinará las iniciativas.
Modernizar, reformar e incluso refundar. Cuando se habla de Carabineros, aquellos tres verbos se escuchan desde hace varios años, pero en estos últimos días nuevamente la petición tomó más fuerza. El “incidente” en el río Mapocho del pasado viernes, que dejó a un adolescente de 16 años internado con múltiples fracturas en sus manos y a un carabinero de 22 años en prisión preventiva por homicidio frustrado, reflotó la acusación constitucional contra el ministro del Interior, Víctor Pérez; puso bajo la lupa la continuidad del general director de Carabineros, Mario Rozas, y avivó la discusión sobre la necesidad de contar con una mejor policía uniformada.
De hecho, a la presión del caso del Puente Pío Nono se suma en el flanco interno la tensión que ejerce el propio oficialismo, no solo por esta situación, también por la violencia y los problemas de seguridad que tiene la región de La Araucanía y que este fin de semana, tuvo un nuevo ataque en la comuna de Collipulli con un resultado fatal: la muerte de Pedro Cabrera, un trabajador forestal que recibió un balazo en la cabeza.
Dos episodios que complican la labor de Carabineros y tensionan los ánimos en La Moneda.
A dos años de que haya partido el debate con un Acuerdo Nacional por la Seguridad Pública y a siete meses de que el Presidente Sebastián Piñera presentase las conclusiones del Consejo para la Reforma de Carabineros, los avances han sido mínimos. El Instituto de Derechos Humanos (INDH), la Defensoría de la Niñez, la oficina del Alto Comisionado para los DD. HH. de la ONU y políticos de todo el espectro han reiterado la urgencia. Hasta el mismo ministro del Interior reconoció que había ido “más lento” de lo esperado, pero que esta semana la revitalizarían.
Desde entonces y hasta ahora hay una serie de promesas y compromisos incumplidos, proyectos no presentados y unidades que, pese a haber sido anunciadas, nunca fueron creadas.
Sin comisiones, unidades ni hoja de ruta
La operación Huracán, el fraude multimillonario, el asesinato de Camilo Catrillanca y una serie de eventos ocurridos durante la crisis social del año pasado impulsaron la necesidad de reformar Carabineros, guante que el Gobierno recogió y comprometió en distintas ocasiones.
Pero hoy lo que se entiende como reforma es una serie de proyectos de ley y medidas administrativas, cuya hoja de ruta aún no es clara. El organismo que debe hacerse cargo de aquello es la Unidad Coordinadora, considerada en el informe elaborado por el Consejo Asesor de La Moneda que trabajó durante el verano. Recién la semana pasada Pérez anunció que constituiría la unidad, con 10 miembros entre expertos y autoridades, y que debería comenzar a funcionar en las próximas dos semanas con el fin de acelerar las iniciativas detenidas.
Pero sobre el escritorio ya había una propuesta al respecto. En enero, el senador PPD Felipe Harboe presentó un documento que trabajó junto con expertos en seguridad pública. “Muchas reuniones, varias promesas, pocas conclusiones”, dijo en esa misma línea el senador y miembro de la Comisión de Seguridad del Senado, José Miguel Insulza, en una columna en Cooperativa sobre el tema. De hecho, con el fin de avanzar en un acuerdo prelegislativo, el exministro Gonzalo Blumel patrocinó una comisión bicameral con diputados y senadores, que nunca empezó a funcionar. Y hasta el momento Pérez tampoco ha reflotado la propuesta.
La agenda legislativa pendiente
En paralelo, hay varios proyectos en tramitación en el Congreso y otros tantos que aún no se han presentado. Uno de esos, la creación del Ministerio de Seguridad Pública, que iba a ser ingresado en el primer semestre de este año, según comentaban en febrero en La Moneda. Aquello no ocurrió. Tampoco la presentación de la iniciativa que reforma la carrera policial, también clave de acuerdo con lo emanado del mismo informe del Consejo Asesor de La Moneda y de las conclusiones del documento que resultó de la comisión de Harboe.
En tanto, hay otros que no han avanzado en su trámite, como el de especialización de las policías, o el de acceso a las plantas y dotaciones de las policías, ambos en el Senado. Por eso, algunos apuntan a una “responsabilidad compartida” entre el Ejecutivo y el Legislativo.
“Al Gobierno del Presidente Piñera le queda en la práctica un año y para poder garantizar una tramitación de una ley que sea realmente efectiva y que permita garantizar la modernización de las policías, necesitamos tramitar un solo proyecto que tenga acuerdo de la Cámara y del Senado y garanticemos una tramitación expedita. Con la participación de las policías, del INDH, con el Congreso y con expertos que permitan sacar adelante un proyecto eficiente”, dice a PAUTA el presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara, Miguel Ángel Calisto.
A principios de 2019, el senador Insulza y el exministro del Interior Andrés Chadwick dieron a conocer una hoja de ruta de modernización policial que consideraba estos mismos proyectos y otros. Uno de esos es la polémica reforma al sistema de inteligencia, una iniciativa que está trabada en el Congreso pese a contar con urgencia suma y que continuará esta semana su debate en la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados.
El diputado Jorge Brito (RD), quien fue presidente de esa instancia hasta la primera semana de julio, era uno de los principales detractores de aquel proyecto de ley. Justo cuando el conflicto en la macrozona sur atravesaba sus días más duros, el Gobierno insistió que un nuevo sistema de inteligencia ayudaría a enfrentar esas situaciones de mejor forma.
Brito, junto a varios especialistas en seguridad, argumentó una falta de control sobre el sistema que conduciría el Presidente Piñera y eso le valió incluso el cargo, pues sus compañeros iniciaron una moción de censura esgrimiendo que estaba dilatando la discusión. El puesto quedó en manos de la diputada Maya Fernández (PS). A esto se suma que un par de semanas después, el ministro de Defensa, Alberto Espina, fue reemplazado por Mario Desbordes, lo que también retrasó el debate. De hecho, dentro de las principales metas legislativas del nuevo titular de Defensa está precisamente sacar este proyecto.
Desde entonces la tramitación se ha restituido lentamente y han estado votando distintos artículos en cada sesión. Los más optimistas esperan que en las próximas dos semanas la iniciativa pase a Sala y complete su segundo trámite, pero no último, pues ha sido objeto de indicaciones en este paso y terminará en Comisión Mixta. Parte de esos cambios se hacen cargo de algunas críticas levantadas entre los parlamentarios. Por ejemplo, que la estrategia de inteligencia no durara cuatro años, sino seis, con el fin de trascender la gestión presidencial.
“A estas alturas es perfectamente posible tener un sistema de inteligencia moderno que esté bajo control civil y democrático como todos los sistemas de inteligencia de los países democráticos. Hemos avanzado en el sentido de que se ha dado lugar a ciertos ajustes que permiten garantizar de mejor forma el control policial. Por ejemplo, cuando se van a practicar algún tipo de medidas invasivas, y el control democrático es a través de la comparecencia del director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) a la Comisión de Inteligencia de la Cámara”, explica a este medio el diputado y miembro de la comisión de Defensa, Luis Pardo (RN).
¿Un cuarto ministro del Interior?
Para algunos, la reforma a la policía uniformada no basta y se trata también de un tema de liderazgos. Así lo dijo este lunes en Pauta Final, de Radio PAUTA, la senadora (IND- RN) Carmen Gloria Aravena, quien apuntó directamente al general director de Carabineros, Mario Rozas.
“Creo que se requiere un liderazgo muy grande que permita levantar a Carabineros y reponer las confianzas. Siento que, si [Rozas] tiene que dar un paso al costado por el beneficio de alguien que pudiera tener un liderazgo mayor, uno en la vida está para servir cuando está dedicado a lo público”, dijo Aravena.
El mismo Rozas se hizo cargo de aquel planteamiento primero en La Moneda tras reunirse con el ministro Pérez y luego en la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara, donde fue citado este lunes a responder por los hechos del viernes pasado.
“Constantemente se ha pedido mi renuncia, pero tengo un mandato presidencial que cumplir y que es encabezar esta reforma que hoy venimos trabajando por nueve meses. Yo me debo a mis Carabineros”, contestó el general.
¿Otro de los liderazgos cuestionados? El de Víctor Pérez, quien ya es el tercer ministro involucrado en la modernización de las policías, pero podría no ser el último de este Gobierno. Los incidentes del viernes pasado en Plaza Baquedano revitalizaron la acusación constitucional en su contra. De hecho, desde la Democracia Cristiana reactivaron el texto que estaban redactando a propósito de la “inacción de las autoridades”, según ellos, por el paro de camioneros. Pero luego del caso de Pío Nono la idea tomó más fuerza en toda la oposición e incluso señalan que el documento ya está listo.
El propio titular del Interior debió dar explicaciones este lunes en el Congreso, en ambas Cámaras. Pérez reiteró la postura cauta del Gobierno, tanto con el caso como el apoyo al general Rozas que hoy está bajo la lupa. En lo que sí fue claro fue en un gesto para la institución.
“Este es un hecho sin duda lamentable, pero tiene que ser aclarado para poder tener una opinión definitiva. Anticipar juicios y comentarios sobre este tema, creo que puede ser presuroso y puede llevarnos a cometer errores. Por tanto, el Gobierno respalda la acción de Carabineros cuando se cumple dentro de la ley y de los reglamentos”, señaló frente a los parlamentarios.
Ante la arremetida política contra el ministro Pérez -que podría tener algunos apoyos oficialistas de RN- en especial por el manejo del Gobierno en este caso y en La Araucanía, la UDI salió a respaldar al jefe de Gabinete en un comunicado público, donde aseguran que apoyarán “con absoluta convicción el accionar” del ministro del Interior.