Las sorpresas de Trump sobre el plan de estímulo desconciertan a sus aliados
El presidente de EE. UU. saboteó públicamente las conversaciones para inyectar US$ 1 billón en asistencias.
El presidente Donald Trump sorprendió a sus asesores de campaña y a aliados en el Congreso al torpedear por sí solo cualquier posibilidad de un nuevo paquete de estímulo por el coronavirus, cargando con la culpa de más despidos y pérdidas de la bolsa en las últimas semanas antes de las elecciones.
Ante los malos resultados en las encuestas del presidente mientras se recupera del Covid-19, su decisión de torpedear públicamente las conversaciones para un proyecto de ley que supere el US$ 1 billón desconcertó a los aliados, que habían acusado a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y los demócratas de extralimitarse en las negociaciones.
A menos que dé marcha atrás, la decisión de Trump significa que los estadounidenses no recibirán cheques de estímulo antes del día de las elecciones o una ayuda adicional de al menos US$ 400 a la semana en beneficios por desempleo. La medida de estímulo también habría incluido miles de millones para pruebas de coronavirus y seguimiento de contactos, distribución de vacunas y asistencia financiera para el Servicio Postal de EE.UU. antes del día de las elecciones.
Los congresistas tenían la intención de proporcionar ayuda a industrias específicas, como restaurantes, lugares de entretenimiento en vivo y aerolíneas, así como asistencia en alquiler, hipotecas y alimentos para el ciudadano estadounidense medio afectado por el virus.
A última hora de la noche del martes, Trump hizo un llamamiento separado al Congreso para que aprobase de inmediato una ayuda de US$ 25.000 millones a las aerolíneas y otros US$ 135.000 millones para pequeñas empresas, pero los demócratas han rechazado en gran medida un enfoque poco sistemático. Su petición se produjo como parte de una fiebre nocturna de tuits en los que Trump apuntó a los demócratas y los acusó de intentar sabotear su presidencia.
Falta de capital político
Trump puso fin a las conversaciones de estímulo menos de 24 horas después de regresar a la Casa Blanca tras pasar tres noches en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, con interrogantes sobre su condición. Personas conocedoras de la postura del presidente dijeron que Trump estaba ansioso por regresar a la Oficina Oval pese a que varios asesores cercanos dieron positivo al Covid el martes.
La decisión sobre el estímulo del presidente probablemente estuvo impulsada por una dura realidad política. Trump va dos dígitos por detrás del ex vicepresidente Joe Biden, por lo que carece de capital político para cerrar la brecha entre las demandas de los demócratas de un proyecto de ley de más de US$ 2 billones y los republicanos del Senado que no quieren gastar ni la mitad.
El presidente hizo alusión al dilema y dijo que volvería a las negociaciones “inmediatamente después de que gane” las elecciones.
Pero corre el riesgo de un profundo daño económico antes del cierre de las urnas. Las aerolíneas y otras industrias afectadas por la pandemia amenazan con el despido inminentemente de miles de personas, el cierre en masa de pequeñas empresas y la dificultad de las escuelas para que los estudiantes vuelvan a las aulas de manera segura.
Trump suspendió las conversaciones horas después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hiciera un llamamiento, durante una conferencia virtual, a un apoyo fiscal adicional para evitar lo que dijo que podría convertirse en una consecuencia “trágica” para la economía estadounidense. Los presidentes de la Fed generalmente no comentan acerca de política fiscal, pero Powell ha instado reiteradamente al Congreso a ignorar el creciente déficit federal e inyectar más dinero en la economía.