Las claves del debate entre Kamala Harris y Mike Pence
Los candidatos a vicepresidente se lanzaron duros ataques. La demócrata cuestionó la gestión del coronavirus de la dupla Trump-Pence, y el actual vicepresidente se defendió con un recuento selectivo de hechos clave.
El cometido del vicepresidente Mike Pence del miércoles por la noche era parecer razonable y tranquilizador, después de días de incertidumbre avivada por el presidente Donald Trump. El gobernante había sorprendido a los votantes con su postura combativa en el debate de la semana pasada y posteriormente alarmó a la nación con el diagnóstico positivo de coronavirus.
Considerado desde esa perspectiva, la actuación de Pence en el debate con su oponente demócrata, Kamala Harris, logró su objetivo.
Harris lanzó el ataque más duro de la noche en los minutos iniciales del debate, calificando la gestión del virus por parte de Trump como “el mayor fracaso de cualquier administración presidencial en la historia de nuestro país”. Pence trató de defender la respuesta del ejecutivo al coronavirus con un recuento selectivo de hechos clave, apoyándose en gran medida en la decisión de Trump de prohibir los viajes de China, pese a que el número de muertes ha alcanzado recientemente los 212.000.
Pero un vicepresidente que simplemente dé en el blanco no es suficiente para cambiar la dinámica en una carrera donde los republicanos van tan mal. La ventaja del demócrata Joe Biden ha aumentado a nueve puntos de media en las encuestas nacionales, y Trump ha tenido que tomar un descanso de la campaña activa para combatir el Covid-19, lo que suscitó nuevo escrutinio sobre su vulnerabilidad.
¿Campaña 2024?
Tanto Trump, de 74 años, como Biden, de 77, serían los presidentes de mayor edad que jurarían para el cargo si fueran elegidos. Esa idea, mencionada desde el principio por la moderadora Susan Page, de USA Today, también recordó a los espectadores que las dos personas en el escenario el miércoles por la noche bien podrían estar preparándose para sus propias campañas presidenciales en 2024
Harris, ella misma una veterana en media docena de debates primarios demócratas, logró sus puntos propios: primero, en el esfuerzo de la pandemia -“claramente no ha funcionado”- y luego al demostrar empatía y compasión por los trabajadores que se enfrentan a la destrucción económica provocada por el virus.
Evasivas e interrupciones
La propensión de Pence a hablar en fragmentos largos y con guiones resultó en gran medida efectiva, pero su negativa a dar la palabra a Harris o Page también arriesgó su posición ante los ojos de votantes mujeres, que su campaña necesita desesperadamente recuperar.
“No voy a quedarme sentada para que el vicepresidente me sermonee”, intervino Harris en un momento.
En otro momento, mientras Pence intentaba interrumpir, se volvió con una mirada y una sonrisa: “Señor vicepresidente, estoy hablando”.
Pence también tuvo su parte de evasivas, por ejemplo sobre si él y Trump se comprometerían a una transferencia pacífica del poder si pierden las elecciones del 3 de noviembre. Pero Pence pareció deleitarse con las oportunidades para centrarse en las críticas a la plataforma demócrata que han recibido escasa cobertura en una contienda que se ha centrado en gran medida en el temperamento y el historial del presidente.
“Más impuestos, más regulaciones, prohibir el fracking, abolir los combustibles fósiles, ahogar la energía estadounidense y la rendición económica ante China es una receta para el declive económico”, dijo Pence sobre los planes de Biden. Trump llamó a Pence para felicitarlo después del debate, dijo una persona familiarizada con el asunto.
Ninguno de los momentos, excepto, tal vez, un interludio de dos minutos en el que una mosca doméstica se posó sobre el cabello blanco muy corto de Pence, pareció resonar mucho tiempo en una elección presidencial donde los votantes están mucho más interesados en las figuras principales de la contienda. La campaña de Biden ya estaba vendiendo un matamoscas de marca una hora después de la conclusión del debate.
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