Más que la foto del día después: Chile Vamos pide un cónclave programático
Para el 26 de octubre el oficialismo está preparando un acto de unidad, donde el invitado principal será el Presidente Piñera.
En los últimos días los secretarios generales de Chile Vamos y parte de Presidencia han estado organizando el acto de “unidad” que se realizará el día después del Plebiscito. La reunión programada para el lunes 26 de octubre en la tarde será fuera de La Moneda. Contará con las palabras del Presidente Sebastián Piñera y con la participación de los principales rostros del oficialismo. Parte de la planificación está concentrada en la puesta en escena mixta: con un aforo presencial de no más de 50 personas, por razones sanitarias, y con un fuerte componente virtual para tener representadas a todas las regiones.
Sin embargo, en medio de los preparativos de esta cita, algunos parlamentarios en Chile Vamos han impulsado la idea de tener algo más que las palabras y las fotografías de ese día, sino una discusión más programática y profunda. El contexto: si se cumplen las proyecciones y gana el Apruebo y la Convención Constitucional, el principal desafío del oficialismo es tener contenidos comunes y una lista única para los candidatos a convencionales.
Las gestiones en La Moneda
Uno de quienes más ha insistido con crear esta instancia para reunir a los partidarios del Rechazo y del Apruebo ha sido el diputado y jefe de bancada de RN, Sebastián Torrealba. “Propongo que tengamos luego del 25 de octubre un cónclave de Chile Vamos, donde nos encerremos tres o cuatro días a trabajar en los principios que vamos a defender, para proyectar nuestra visión hacia los próximos 50 años”, dice a PAUTA.
De hecho, se ha socializado esta propuesta con los líderes del oficialismo y también con algunos ministros; entre ellos, el titular del Interior, Víctor Pérez. Al jefe de Gabinete le comentaron la idea el jueves, luego de la cita que tuvo con los diputados de Chile Vamos que están por el Rechazo.
“Es importante que hagamos ese esfuerzo con teléfonos apagados, un poco apartados de la contingencia política para luego poder construir o mostrarles a los chilenos cuáles son los principios que vamos a defender. Una alianza política que no haga esa reflexión queda descontextualizada para los desafíos futuros como le pasó a la Concertación y la Nueva Mayoría”, señala Torrealba.