Los partidos fijan en el 11 de enero la fecha clave de la nueva etapa constitucional
Tanto en la oposición como en el oficialismo tienen marcado el 11-E como plazo máximo para lograr acuerdos aún pendientes con miras a la elección de convencionales. En La Moneda la fecha obligaría a un nuevo ajuste ministerial.
Son muchas fechas clave que se precipitan ahora en el calendario electoral. La más relevante, por ahora, es el 11 de abril, cuando se elegirá a los integrantes de la Convención Constitucional. Pero aquí y allá, en realidad es otra la fecha que tienen marcada y remarcada los ingenieros electorales de los partidos y el mismo Gobierno: es el 11 de enero de 2021.
El 11-E se ha cruzado desde hace días en las conversaciones y este lunes se estrenó en La Moneda.
Un poco más de hora duró el Consejo de Gabinete que este 26 de octubre encabezó el Presidente Sebastián Piñera. El Mandatario valoró cómo se llevó el proceso de votación del domingo, donde ganó con amplio respaldo el Apruebo. Pidió unidad y no quedarse paralizados en el tramo final del Gobierno, después de los resultados del Plebiscito. “Hay que ponerse la pilas para que no se vaya de las manos la agenda legislativa”, resumió un alto personero de La Moneda el mensaje que dio Piñera a su equipo.
La reforma de pensiones aparece como la principal preocupación del Ejecutivo, acompañado de la pandemia y la recuperación económica. Pero hay un tema más: el debate que se abre por los contenidos constitucionales ante la elección programada para el 11 de abril de 2021. Fue en este último punto y en medio del ambiente distendido, que el Mandatario también abordó la posibilidad que parte de su Gabinete se convierta en candidatos para la Convención Constitucional y también para otros desafíos, como los comicios parlamentarios.
“El Presidente señaló que el que tuviera interés de ser candidato, bienvenido”, comentó a la salida del encuentro el titular de Defensa, Mario Desbordes.
En el caso de los ministros y subsecretarios que quieran llegar al Congreso, deberán salir del Gobierno el próximo 21 de noviembre.
Pero entonces surgió la otra fecha que será crucial para el destino constitucional del país, lejos una materia de mayor trascendencia republicana: quienes aspiren a convertirse en convencionales deberán dejar sus cargos a más tardar el 11 de enero, día clave y final para inscribir las candidaturas que competirán en abril.
“Hay algunos ministros, subsecretarios y otras autoridades que han manifestado su interés”, comentó el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio. Según fuentes de Gobierno, al menos cinco ministros están con ánimo real de participar en los próximos comicios para elegir a los redactores de la nueva Constitución.
Pero esta decisión mueve inevitablemente el tablero interno de La Moneda y obligaría a un nuevo ajuste en el Gabinete. Eso sí, con dos condimentos: en pleno verano y en el tramo final de la segunda administración de Piñera.
Las heridas de la derecha y la fase dos
“Hay una razón por que hoy podemos estar acá y la oposición no”. Con esas palabras, el ministro Bellolio dio la bienvenida al acto de “unidad” que este 26-O organizó Chile Vamos. Y como ejemplificó el vocero de Gobierno, aunque el resultado “dejó algunos contentos y otros no tanto”, el desafío electoral que viene obliga -al menos en la intención- a sanar rápidamente las heridas que dejó el Plebiscito.
El camino que lleva al 11 de enero en Chile Vamos pareciera un poco más amable que en la oposición. En las últimas horas el mensaje que más se repite en los partidos oficialistas es que tras la derrota del Rechazo -opción que fue mayoritariamente liderada por personeros de la coalición-, lo que importa ahora son los contenidos y la posibilidad de inscribir una lista única para la Convención. Eso sí, esa conversación va de la mano con otras pendientes. Entre ellas, las negociaciones municipales y de gobernadores regionales que aún no están resueltas y que no serán zanjadas con las primarias que se realizarán el 29 de noviembre. Y la guinda: la carrera presidencial que siempre enrarece los cálculos electorales.
“Si el 11 de abril nos va mal, lo que hoy dicen que son candidatos presidenciales van a seguir con esa misma ínfula. Preocupémonos primero a contribuir en tener un buen resultado el 11 de abril. Esa es la madre de todas las batallas”, explicó el ministro Desbordes.
Por ejemplo, en RN el comité electoral se reunió este lunes temprano con la mesa directiva que dirige el senador Rafael Prohens para acelerar el proceso de búsqueda de de eventuales candidatos que ya suman 100 personas disponibles. “Hay que pasar a la fase dos”, comentaron en la tienda de Antonio Varas. “Esto no solo tiene que ver con el partido piensa, sino que hay que involucrar personas que sean capaces de recoger la señal que la ciudadanía dio en el Plebiscito”, dijo Prohens a PAUTA.
En Chile Vamos explican que en menos de 80 días la tarea conjunta será dar lectura de lo que pasó, pensar en contenidos y lineamientos comunes y “la patita final” es definir quiénes serán los candidatos que puedan encarnar esa reflexión y que sean lo suficientemente competitivos.
En esta ecuación que debe darse antes del 11 de enero, también se debe sumar el factor de José Antonio Kast y el Partido Republicano. Si bien en las primeras conversaciones electorales, la propuesta de la UDI de sumarlos a las negociaciones de Chile Vamos no prosperó, de cara a las listas convencionales, no son poco los que creen que se debe flexibilizar esta discusión. “Vamos a tratar que esto fluya con mucha facilidad. Hay que hacer una lista única de convencionales desde el Partido Republicano hasta Evópoli. En eso no nos podemos perder. Lo que aquí está en juego es muy profundo”, señaló a este medio el diputado RN Diego Schalper.
Según Schalper, que fue uno de los rostros más visibles de Rechazo, si la derecha va dividida, perderá. “Fue tan elocuente el resultado que eso contribuye a la flexibilidad, a buscar acuerdos”. añadió. De hecho, esa razón fue esgrimida por varios, tras los resultados del Apruebo. Apuntaron a que es necesario ampliar el arco de la centroderecha en una sola lista que permita alcanzar el mayor número de personeros electos y pueda inclinar la balanza ante los 2/3 que se necesita en la Convención.
“Deberían estar todos, todos los que comparten el ideal de sociedad que compartimos nosotros. No tenemos esas diferencias de cómo vemos la sociedad. No tenemos diferencias de fondo”, comentó la senadora Jacqueline Van Rysselberghe en Pauta Final, de Radio PAUTA.
Para la presidenta de la UDI, hay que hacer un esfuerzo para ir unidos no solo los cuatro partidos oficialistas, también con los republicanos. “Esta no es una competencia entre partidos. Aquí nuestros adversarios están al frente, porque con ellos vamos a tener que generar los grandes acuerdos para poder tener una Constitución que nos represente a todos”, agregó.
La misión imposible de la oposición
No pudieron sacarse una foto con todos celebrando el triunfo del Apruebo, pero en la centroizquierda y la izquierda todos saben que la tarea más compleja viene a partir de hoy: cómo negociar una puesta en escena lo más unitaria posible para la Convención. Las conversaciones municipales y de gobernadores regionales terminaron con la oposición dividida en tres: Unidad Constituyente, Unidad para el Cambio y el Frente Amplio. Por lo mismo, la posibilidad una gran lista es lejana y el Partido Comunista lo dejó claro. En el mejor de los casos, hoy si visibilizan dos.
“Una lista o un máximo de dos listas de convencionales. Eso lo que deberíamos inscribir en enero”, explicó el timonel radical, Carlos Maldonado.
Así, la oposición tendrá la difícil tarea de tener que componer confianzas y lograr mínimos de contenidos en menos de 80 días. Esto tendrá además un componente extra: las tratativas y los pactos por omisión para las municipales que quedaron en el aire, tras el fracaso de una gran primaria de oposición y que también tienen como fecha de vencimiento el 11 de enero de 2021.
Las fórmulas no están resueltas. Desde el FA llamaron un par de días antes del Plebiscito a tener un diálogo abierto con el resto: en contenidos constitucionales, el reglamento de la Convención y la “incidencia” activa de la ciudadanía.
“No podría hablar de plazos, porque estamos partiendo con las conversaciones. Sería ponernos una traba, aunque sabemos que el tope es enero. Las expectativas que tenemos y que hace toda la oposición es que efectivamente tenemos que ir de la manera más unitaria o en mayorías, de la mejor forma que podamos. Y en eso hay una mirada común, porque lo que se necesita hoy más que hacer el cálculo número, es hacer el cálculo de programa”, dijo a PAUTA la excandidata presidencial del FA, Beatriz Sánchez.
En esta línea, incluso algunos piden que, para bajar los ánimos y los contenidos con mira a la Convención, que las conversaciones no solo sean políticas. “El proceso no se debe instalar solo en el estrato político. Tiene que ser más social. Mucha gente lo tiene que sentir suyo, sobre todo, la gente que votó, debe tener un rol”, comentó a este medio el senador PS Carlos Montes, quien desde hace días anda con la idea de que se realicen cabildos para debatir los contenidos constitucionales, aunque por la pandemia sean virtuales.