La división del Comité Político por el segundo retiro del 10%
En el círculo del Presidente se han formado dos bloques: por un lado Hacienda; por el otro, la Segpres. Se cuestionan mutuamente la falta de diligencia económica y política. Los parlamentarios se suman a las críticas.
En el corazón de La Moneda el debate del segundo retiro del 10% desde los fondos previsionales preocupa y ocupa por los efectos políticos y económicos de la propuesta que además se cruza con uno de los proyectos clave para lo que queda de hoja de ruta del Gobierno: la Reforma de Pensiones. De hecho, luego de la votación del martes en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados -donde el resultado fue contundente y con votos de Chile Vamos– se confirmó el complejo escenario para frenar la iniciativa, al menos en su primer trámite legislativo.
La discusión sobre cómo se ha manejado el tema, luego del quiebre que provocó en el Gobierno y en el oficialismo el primer retiro en julio, ha ocurrido también en el Comité Político del Presidente Sebastián Piñera. Altos personeros identifican dos almas para enfrentar la nuevo proyecto: por un lado, la que encabeza el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, y por otro, el titular de la Segpres, Cristián Monckeberg.
En el oficialismo, en particular en RN, y también en los patios de La Moneda, apuntan a que el mandamás de Teatinos 120 se demoró en entregar una propuesta competitiva, pese a la petición de los parlamentarios de Chile Vamos y del propio Monckeberg. En Palacio dicen que desde hace varias semanas viene insistiendo en que para negociar con los diputados y senadores del sector necesitan “más herramientas” que buenas intenciones.
En la línea de Monckeberg estaría también la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar. Advirtió a sus colegas que lo más complejo de abordar en esta discusión es que la gente se enfrentará a un factor estacional implacable y que cualquier argumento técnico, por más bueno que fuera, quedaba debilitado: las fiestas de fin de año, en especial la Navidad.
De hecho, Rubilar es de la idea, según comentan las mismas fuentes, que en esta negociación esté considerada la creación de alguna nueva herramienta de protección social o un bono, pues el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) llega hasta octubre.
Al otro lado, Briones -quien ha tenido la misión de recordar las matemáticas: no se puede apostar por mejorar las pensiones mientras se las debilita con un nuevo retiro- no estaría conforme con el despliegue político de su colega de la Segpres. En Hacienda consideran que Monckeberg ha sido incapaz de contener el descuelgue de los votos oficialistas, en especial, los de Renovación Nacional. En este punto, Briones contaría con el apoyo de algunos sectores de la UDI, quienes han sido críticos del rol del ministro RN en el debate.
De hecho, aunque diputados en Chile Vamos acusaron “inacción” del Ejecutivo y advirtieron que “no van a inmolarse” por la posición del Gobierno si no tienen nada que ofrecer a su electorado, los adherentes a la fórmula que hoy lidera Briones y también la titular de Trabajo, María José Zaldívar, apuntan a que el oficialismo tampoco pensó en “una propuesta atractiva” y económicamente viable. Y esto último el ministro de Hacienda lo dejó claro ante la idea del diputado UDI Jorge Alessandri, quien propuso que el dinero equivalente al 10% sea asumido en un bono del Fisco: el Gobierno no tiene US$16 mil millones disponibles para equiparar una transferencia directa de esa magnitud.
“Vamos a tomar una línea distinta a la del Gobierno“, advirtió en PAUTA el diputado Diego Schalper (RN): “Si uno piensa el retiro en una lógica de reconocer una incapacidad del Estado de hacer frente a una pandemia tremendamente dificil”, señaló, hay que estudiar más opciones pero hay que hacerlas “bien”.
“El ministro Briones y la ministra Zaldívar han dedicado parte importante a conformar algo que ha sido difícil de promover y que es un nuevo sistema, una incorporación para mejorar las pensiones a mediano y largo plazo y usar un pilar solidario para las pensiones más complicadas. Ha habido un esfuerzo grande. Siento que no sería justo decir que esto se enfrenta igual que el otro retiro. Ha habido un planteamiento en materia de pensiones que ha sido ampliamente discutido”, defendió el senador de la UDI Juan Antonio Coloma.
El estrecho margen de maniobra
“El domingo ganó el Apruebo y se perdió el 10%”, ironizó un dirigente de Chile Vamos para describir el ambiente que hoy cruza las filas de centroderecha. Tanto en el Gobierno como en el oficialismo sinceraron que, después del Plebiscito, la apuesta será poner las pocas fichas que quedan en el Senado. Independientemente de las indicaciones que se le ingresen para moderar el proyecto y asegurar algún grado de devolución, dan por descontado que los votos para el segundo retiro desde las AFP estarán en la Cámara Baja. Y, entre ellos, con la amenaza de tener varios de RN, la UDI y Evópoli.
En la Cámara Alta, el riesgo de conseguir los apoyos de descolgados también se corre. Pero la idea que ronda en La Moneda es que ante el poco margen de maniobra que queda, el nuevo retiro esté condicionado de alguna manera a destrabar la Reforma de Pensiones, donde el destino y la repartición del 6% de cotización adicional es pieza fundamental. “El Senado puede parar el segundo retiro, pero con una buena propuesta”, comentó un alto personero de Gobierno. Y para ello, dicen las mismas fuentes, son claves las conversaciones que tanto los titulares de Hacienda y de Trabajo han tenido en las últimas horas con los senadores Juan Pablo Letelier (PS) y Carolina Goic (DC).
De hecho, hay cierto hermetismo con estas tratativas. Si bien en La Moneda saben que no conseguirán el apoyo unánime de la oposición, al menos tienen la esperanza de que se alcanzará una mayoría que permita el avance de la reforma.
“La inacción de Gobierno está permitiendo el segundo retiro del 10% y por eso que hacemos el llamado a, de una vez por todas, abordar la Reforma Previsional, tal como se lo planteamos al Presidente y a los ministros de Hacienda y del Trabajo. Puede ser la oportunidad de que el Presidente Piñera deje un legado importante, porque la Reforma Previsional es fundamental”, solicitó el senador de RN Francisco Chahuán.
Tratando de contener el golpe
El primer retiro del 10% desde las AFP significó un golpe mortal para La Moneda, lo que terminó con el cambio casi completo del Comité Político y donde el único que se mantuvo en su puesto original fue precisamente el titular de Teatinos 120. Hoy, ante la amenaza de que se repita el escenario con votos del oficialismo, en el Gobierno intentan poner paños fríos ante sus eventuales efectos.
“No sería un fracaso para el Gobierno, sino para el futuro de las pensiones”, dijo este jueves el el vocero de Gobierno Jaime Bellolio al ser consultado por el tema.
En el oficialismo analizan que la herida política de esta pelea legislativa será menos profunda que hace a tres meses, pero más grave en sus resultados técnicos. Según los cálculos de Briones, cada retiro del 10% significa una merma de dos puntos de la cotización de cada persona. En caso de concretarse este segundo dejaría a cerca de cuatro millones personas sin saldos en sus cuentas.
En La Moneda avizoran otro camino: advierten que el golpe también se contendrá en la medida en que “no se cometan errores”. Algunos ministros del Comité Político han encendido las alarmas sobre efecto que puede producir la idea de controvertir el cuórum de votación de 3/5 a 2/3 en el Tribunal Constitucional, luego de la reserva de constitucionalidad que realizó el subsecretario de la Segpres, Juan José Ossa, sobre los tres proyectos que se votaron en general en la Comisión de Constitución de la Cámara. Es decir, no solo sobre el retiro del segundo 10% desde las AFP; también en la moción que propone el retiro excepcional de fondos bajo la modalidad de rentas vitalicias (que involucraría expropiar a las compañías de seguro) y el proyecto que faculta a un juez de familia a autorizar el retiro de fondos de padres y madres morosos en sus pensiones alimenticias.
Esa movida ejecutada por Ossa genera dudas dentro de la propia Segpres.
De hecho, los críticos de jugarse la carta del TC recuerdan las razones de por qué en el primer retiro se desechó esta idea. Advierten que una medida así solo podría entorpecer las negociaciones de la Reforma Previsional y convertirse en un “autogol”, pues podría repetirse el escenario que se vivió en julio. Es decir, revivir el fantasma de cuando los defensores de la medida consiguieron una amplia mayoría gracias a los descolgados de Chile Vamos, logrando en ambas Cámaras una votación que superó con creces los 2/3.