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La polémica en el Senado que tiene al Consejo para la Transparencia sin sesionar

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Solo hay dos consejeros nombrados y el cuórum mínimo es tres. Hay un riesgo de que Senado no apruebe los dos nombres de Natalia González y Bernardo Navarrete.

Funcionan como institución, pero no como consejo. En ese limbo está el Consejo para la Transparencia desde el 29 de octubre, fecha en que Jorge Jaraquemada se fue y quedaron solo dos consejeros en la directiva: la politóloga Gloria de la Fuente, nueva presidenta de la institución, y el abogado Francisco Leturia. El cuórum para sesionar exige de la presencia de al menos tres miembros del organismo.

La controvertida renuncia de Marcelo Drago y la despedida en el fin de un ciclo de su par Jaraquemada abrieron dos vacantes en los únicos cuatro puestos que tiene el CPLT. Para llenar esos cupos, el Presidente Sebastián Piñera propuso hace ya casi un mes al DC Bernardo Navarrete, profesor asociado de la Universidad de Santiago de Chile; y Natalia González, cercana a la UDI y directora de Asuntos Jurídicos de Libertad y Desarrollo.

Es el Senado el que debe ratificar aquella propuesta y este lunes la Comisión de Constitución entregó su recomendación. Sobre Navarrete, casi nada. Pero el nombramiento de González tiene al Gobierno contra la pared, pues en esta instancia los tres senadores de la oposición rechazaron la nómina y el miércoles la Sala tendrá que pronunciarse. Por cómo se dio la discusión, los mismos parlamentarios plantean que no estarían los votos para aprobar la proposición y que, entonces, el CPLT tendría que esperar un poco más.

“Tenemos cierta preocupación respecto a la demora del nombramiento de los consejeros. Conmigo solo tenemos dos, no alcanzamos el cuórum y necesitamos sesionar no solo para resolver los casos que la ciudadanía nos hace llegar a través de amparos y reclamos, sino que también para seguir el debido funcionamiento de esta institución tan importante como es el Consejo para la Transparencia”, dice De la Fuente a PAUTA.

Mientras, durante la sesión de la comisión corrieron acusaciones de censura, de discriminación y hasta pedidos de retracto. “Estos argumentos me dejan un poco de amargura”, lamentó en su intervención el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Monckeberg.

“Cierto fanatismo”

“Lo siento mucho por Bernardo”, pareció lamentar el senador Francisco Huenchumilla (DC) durante la comisión. Quien suscitó las mayores dudas entre los senadores de centroizquierda fue Natalia González, cercana a la exministra Marcela Cubillos y al jefe de asesores del Segundo Piso, Cristián Larroulet.

Huenchumilla le solicitó a la abogada que diera a conocer quiénes financiaban a Libertad y Desarrollo y si pensaba continuar trabajando ahí de ser ratificada en el consejo por la Cámara Alta. La cuestionó también por sus opiniones vertidas en distintos medios de comunicación, por ser panelista y no haberlo informado. Sin dar ningún ejemplo, dijo: “Las intervenciones en que la he visto denotan un cierto fanatismo”.

“El CPLT también debe, a mi juicio, darles a todos garantías de ecuanimidad, ponderación, equilibrio, distancia de los extremos y fanatismos respecto de posturas frente a la vida, a la sociedad y al momento político”, expresó previamente.

Se sumó a los comentarios Alfonso de Urresti (PS), quien recordó que González había afirmado que no renunciaría a LyD y que, según él, aquello no era compatible con lo que el CPLT significaba hoy y que era “no comprender el rol” que tenía. Sin embargo, De la Fuente ha sido durante su período como consejera del CPLT columnista del diario La Tercera y no solo integrante de Chile 21, sino incluso presidenta de esa fundación.

Por lo mismo, González argumentó que se la estaba midiendo con una “vara distinta”. Jaraquemada también fue director ejecutivo de la Fundación Jaime Guzmán durante su periodo. 

“Lo que algunos senadores de esta comisión están haciendo es censurar a una gran profesional porque no comparten sus opiniones, porque no les merece respeto el centro de estudios donde trabaja”, la defendió Luz Ebensperguer (UDI).

Que se estaba intentando instalar un discurso que “no es” y “que se retracte”, pidió Pedro Araya (IND) a Ebensperguer. 

“Independiente de que me merece el mayor de los respetos cada uno de ustedes, es triste lo que me ha tocado ver acá”, dijo Monckeberg.

El nombre de la DC

Como espectador en medio del incendio: Bernardo Navarrete. En realidad, ninguno de los senadores tuvo objeciones sobre su nombre, incluso fue bien evaluado por el oficialismo. Solo Huenchumilla alegó porque los nombres propuestos seguían la lógica del binominal y no había ningún independiente, pero Navarrete cuenta con el visto bueno de toda la DC. Y sobre todo es muy cercano a la jefa de bancada Ximena Rincón, de quien fue el encargado electoral en las primarias presidenciales internas de la Falange. 

“Encuentro lamentable que no vaya a poder avanzar este nombramiento, que es una persona no solo de una trayectoria intachable, sino que un académico, un estudioso de estos temas. De verdad lamento profundamente que no se pueda materializar si es que no se aprueban los nombres en la Sala”, expresa Rincón a PAUTA.

La proposición lleva los dos nombres incluidos. No se puede rechazar uno sin rechazar el otro y así lo argumentaron los parlamentarios en la comisión. En el Ejecutivo miran a Rincón como una posible agente para alinear a los suyos y revertir el escenario. Es complejo. Para aprobarse, necesitan 29 de los 43 senadores; si todo Chile Vamos respaldara ambos nombres, solo alcanzarían 19.

Las últimas alternativas

Araya confirmó que no habían evaluado el tema como bancada del PPD, por lo que de votarse en estos días no estarían los votos y pidió al Ejecutivo que retire la urgencia que se cumple el 13, a lo que se sumaron De Urresti y Huenchumilla. Pero independientemente de la urgencia, la votación está fijada para este miércoles. 

A pesar de que en la Segpres aún ven posibilidades, está sobre la mesa el retirar el nombre de González. De esa idea son algunos en la UDI: antes de “humillarla” en la Sala mejor retirar su nombre, comenta un personero del partido. Si no se aprobara la nómina, el Presidente debería enviar otra propuesta. La última esperanza para salvar el panorama: las senadoras.

“Espero que en la Sala se revierta, sobre todo hacer el llamado ese día a las senadoras mujeres, que cada vez que nos toca como Senado hacer nombramientos, siempre ellas sobre todo hacen un llamado a que les gustaría ver nombres de mujeres. Bueno, aquí hay uno, de una gran profesional. Espero que actúen en consecuencia y le den el voto”, declara a este medio Ebensperguer.