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Republicanos apoyan a Trump en esfuerzos por revertir el triunfo de Biden

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Ronna McDaniel, jefa del Comité Nacional Republicano, habla sobre la campaña. Atrás observa Matthew Morgan, consejero general de la campaña de Trump. Créditos: Bloomberg
POR Francisca Rivera |

El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, autorizó a funcionarios del Departamento de Justicia a abrir investigaciones sobre posibles irregularidades en la elección presidencial. No está solo en esos esfuerzos.

Los republicanos intensificaron sus esfuerzos para revertir la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020, negándose a reconocer la derrota de Donald Trump, a medida que el presidente electo se muestra más enérgico sobre la transición hacia la Casa Blanca.

La reacción más significativa fue de parte del fiscal general de Estados Unidos, William Barr, quien el lunes autorizó a funcionarios del Departamento de Justicia a abrir investigaciones sobre posibles irregularidades en la elección presidencial, aunque reconoció que no hay evidencia concluyente.

Barr recibió el apoyo del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, quien pronunció un discurso el lunes temprano diciendo que el presidente tiene “100% el derecho” de cuestionar los resultados de las elecciones. El anuncio del fiscal general se produjo después de reunirse con el líder republicano del Senado en el Capitolio.

Los crecientes esfuerzos legales por objetar el conteo de los votos en varios estados disputados se producen a pesar de que Trump y sus aliados no han logrado suministrar evidencia de que hubo fraude electoral generalizado y que afectó los resultados.

El Departamento de Justicia dijo que ni Trump ni nadie en la Casa Blanca le había pedido a Barr que tomara medidas, pero algunos legisladores republicanos firmaron una carta recientemente pidiéndole que interviniera.

En conjunto, los demócratas dicen que las medidas representan lo que podría ser un esfuerzo del gobierno federal para cambiar los resultados de una elección en EE.UU., algo que no tendría paralelo en la historia moderna de la nación. La negativa de Trump a ceder también ha dificultado el proceso legal de transición, lo que ha obligado a Biden a realizar eventos públicos para enfatizar su postura presidencial.

Trump señaló que está animado por sus posibilidades de un segundo mandato. “¡GANAREMOS!” Tuiteó Trump el martes en la mañana.

Los plazos

Trump y sus partidarios tienen hasta el 8 de diciembre para finiquitar cualquier impugnación legal.

Antes de la intervención de Barr, el impulso legal del equipo de Trump estaba perdiendo aliento. Varias demandas fueron desestimadas en Pensilvania, Nevada, Michigan, Arizona y Georgia, todos estados donde Biden tiene una ventaja. El líder público del esfuerzo ha sido Rudy Giuliani, el abogado personal del presidente que criticó a los medios de comunicación por proyectar a Biden como el ganador durante el fin de semana.

Entretanto, Biden sigue adelante con la formación de su gobierno. Se espera que nombre a un jefe de gabinete esta semana y planea hacer anuncios adicionales de políticas. Después de nombrar el lunes el grupo de trabajo de transición sobre el coronavirus, Biden planea pronunciarse el martes sobre la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio, el mismo día en que la Corte Suprema toma un caso que podría destruir la ley de salud insignia de la administración Obama. Biden ha prometido expandirla ante la peor pandemia que se ha visto en un siglo.

El lunes en la noche, el equipo de transición de Biden insistió en que la administración Trump declarara al demócrata como el ganador, un acto que liberaría millones de dólares en fondos y desbloquearía el acceso a recursos federales como salas seguras para reuniones informativas de inteligencia y facilitación de llamadas del Departamento de Estado con líderes extranjeros. Funcionarios de transición amenazaron con emprender acciones legales porque la ley dice que los recursos deben liberarse cuando hay un “ganador evidente”.

En una de las conferencias de prensa organizadas por aliados de Trump desde que se anunció al ganador el sábado, el Partido Republicano dijo el lunes que estaba presentando demandas por “irregularidades” en la votación, pero como otros, no proporcionó ninguna evidencia sustancial para respaldar sus afirmaciones.

McConnell también se negó a reconocer la victoria de Biden.

“Se deben contar todas las boletas legales, y no se deben contar las papeletas ilegales”, dijo McConnell en el Senado. “El proceso debe ser transparente”.

Biden ha obtenido 290 votos en el colegio electoral, según Associated Press y redes, más de los 270 necesarios para la elección. Trump tiene 213.

Solo cuatro senadores republicanos han reconocido públicamente la victoria de Biden: Susan Collins, de Maine, Mitt Romney, de Utah, Lisa Murkowski, de Alaska, y Ben Sasse, de Nebraska. El expresidente George W. Bush, republicano, habló con Biden y lo felicitó por su victoria.

Al mismo tiempo, Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, han iniciado a abordar la pandemia de coronavirus. El lunes, anunciaron un consejo asesor de 13 miembros que los ayudará a ellos y a su equipo de transición a trazar políticas para reducir el brote.

“Invierno oscuro”

Después de reunirse con el grupo de trabajo, Biden asumió su nuevo papel de mensajero en jefe, implorando a los estadounidenses que usen tapabocas y adopten el distanciamiento social a la par que advirtió que se avecina un “invierno oscuro” con casos de Covid-19 en auge en todo el país.

“No importa cuál sea su partido. No importa por quién votó”, dijo. “Podemos salvar decenas de miles de vidas si todo el mundo usara un tapabocas”.

McConnell comenzó a marcar terreno en oposición a las esperanzas de los demócratas de que se pudiera aprobar un proyecto de ley de estímulo, antes de que se establezca el nuevo Congreso y la administración, que proporcionaría apoyo económico a los estados, ciudades y estadounidenses afectados por el virus.

McConnell, citando resultados positivos del ensayo de la vacuna contral el Covid de Pfizer Inc., renovó su postura de que el Congreso debería aprobar un proyecto de ley de estímulo limitado antes de fin de año. Los demócratas todavía están presionando por un paquete de ayuda mucho más grande, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que los republicanos “han propuesto soluciones totalmente inadecuadas”.

Es posible que Biden tenga que trabajar con McConnell una vez que preste juramento en enero si los demócratas no ganan las dos elecciones al Senado en Georgia, que se decidirán en una segunda vuelta el 5 de enero. Los dos escaños darían a los demócratas la mayoría más estrecha al dividir el Senado 50-50. Como vicepresidenta, Harris rompería cualquier empate.

Jefe de gabinete

Biden pasó la mayor parte del lunes en reuniones privadas con asesores a medida que comienzan a ocupar los principales cargos. Podría anunciar algunos roles, incluido el rol clave de jefe de gabinete, tan pronto como esta semana, según personas familiarizadas con el cronograma. Se espera que Ron Klain, el jefe de gabinete de Biden cuando se desempeñó como vicepresidente, asuma ese papel en la Casa Blanca, y es probable que Ted Kaufman, el antiguo jefe de gabinete de Biden en el Senado, se una a la administración como asesor del presidente.

Otros que probablemente serán elegidos para los principales puestos son Jake Sullivan, Mike Donilon, Bruce Reed, Steve Ricchetti, Kate Bedingfield y Symone Sanders.

El esfuerzo de transición está bajo el liderazgo de Jeff Zients y Yohannes Abraham, quienes sirvieron en la administración de Obama y podrían unirse al nuevo gobierno en roles clave.