Ortiz y Lorenzini: cómo preparan su salida dos históricos de la Comisión de Hacienda
Los diputados José Miguel Ortiz y Pablo Lorenzini comparten un origen DC, son septuagenarios y no podrán reelegirse. Uno quiere volver al mundo privado, otro está “disponible” para el Senado.
Eran cerca de las 20:30 horas del 18 de marzo cuando a José Miguel Ortiz (DC) le tocaron la puerta de la oficina. Ya era de noche y Ortiz era el último de los diputados presentes en las oficinas de la Cámara de Diputados, en Valparaíso.
El diputado seguía revisando papeles y actualizándose para las sesiones de la semana siguiente. No sabía, cuando le avisaron que solo quedaban él y el funcionario que le había golpeado la puerta, que tendría que irse y no volver en ocho meses más. Al menos ocho meses más.
Un día antes, los entonces presidentes del Senado y la Cámara, Jaime Quintana (PPD) e Iván Flores (DC), respectivamente, oficializaron que las sesiones no se suspenderían producto de la pandemia, pero que los mayores de 70 tendrían que trabajar desde sus casas. Ortiz, que cumplirá 79 el 22 de noviembre, hizo caso omiso y fue las dos primeras semanas enteras. No quería perder su “récord mundial de asistencia”.
Pero no fue solo la pandemia.
Hoy prepara su salida de la diputación. El próximo año es el último en su cargo, pues después de ocho periodos y 30 años en los que fue reelecto una y otra vez, ya no podrá volver a postular.
Es “un hombre de Hacienda”, como lo califican en su bancada, porque siempre formó parte de esa comisión y a eso se ha dedicado históricamente. El del año que viene podría ser su último Presupuesto. No más sesiones hasta la medianoche ni polémicas con el ministro de Hacienda de turno. A menos que se sume a la carrera senatorial, como él mismo ha deslizado que podría hacer.
Durante toda su carrera, siempre obtuvo la primera mayoría de su distrito. La excepción ocurrió en 2017, tras el redistritaje y el nuevo sistema electoral, cuando llegó segundo.
Aferrado a la Cámara
“¿Por qué no se va? No queremos que se enferme”, le dijo el funcionario que le tocó la puerta esa noche de marzo. “Ahí empecé a asumir que había sido un poco irresponsable”, cuenta Ortiz a PAUTA.
Se tuvo que quedar recluido en su casa, en Concepción, y para continuar participando de las sesiones contrató un “asesor telemático”. “No he fallado nunca telemáticamente, desde el primer minuto hasta el último”, dice.
Entró a la Cámara cuando partió el mandato de Patricio Aylwin, y de esa época mantiene lo que él mismo y sus camaradas denominan “política de los acuerdos”. Por eso se sumó a la subcomisión de Hacienda que un grupo de parlamentarios formó a principios de junio, con el ministro Ignacio Briones, y que concluyó en un acuerdo por US$ 12 mil millones para ir en asistencia de las familias afectadas.
“El apretar al Gobierno en forma indefinida no tiene tantos réditos y a veces es bueno negociar. Pero los tiempos están duros. La oposición es muy dura, creo que Ortiz funciona más con la forma de hacer política con la que partimos los gobiernos de la Concertación. Muchas veces tiende a ser catalogado como conservador porque aprueba proyectos o ideas que tiene el Ejecutivo”, explica a este medio Daniel Verdessi, jefe de bancada de la DC.
Un profesor en Hacienda
Es profesor de enseñanza básica con mención en matemáticas. Eso es lo más cercano que estuvo en su profesión a la economía y a Hacienda, comisión en la que hoy ocupa el puesto del diputado más antiguo. Dice que le gusta la Cámara y su dinámica: más “del día a día”, que por lo mismo no ve con tan buenos ojos el Senado. Pero hacia allá se podría dirigir, pues la ley que limita la reelección de las autoridades lo incluye a él. Votó a favor de esa iniciativa, en todo caso.
“En este partido he tenido todas las oportunidades que nunca soñé de niño. Moriré en la DC y estoy disponible si el partido me necesita, si la gente me necesita y especialmente Concepción; estoy disponible por primera vez a ir a una elección senatorial en noviembre del año que viene. Pero si se considera que hay otro candidato, que yo terminé mi generación, le doy gracias a todos y lo acepto”, contesta a este medio.
El 7 de abril, a Ortiz le tocaba asumir la presidencia de la Comisión de Hacienda, que hoy dirige Daniel Núñez (PC). Pero, según dice, es algo que debería hacer presencial, por lo que no insistió en aquello.
No es lo primero que el diputado cede en la comisión. En el 2000, cuando después de varios años de ser integrante le tocó liderar la instancia, recibió una invitación a participar de las sesiones de la OCDE. A sus compañeros les avisó que no quería aceptarla, porque “no quería faltar”, según recuerda.
Se le acercó entonces Pablo Lorenzini (IND), en ese minuto compañero de bancada y de militancia, y le preguntó si se la podía ceder a él.
“Hasta el día de hoy está en la OCDE. La tomó por siempre. Lo ha hecho bien igual”, responde el diputado.
El estilo Lorenzini
Un día antes de la votación de la acusación constitucional contra el exministro Jaime Mañalich, las miradas estaban sobre Pablo Lorenzini. La comisión revisora del libelo tenía tres integrantes de la oposición y dos del oficialismo. Flores y Daniela Ciccardini (PS) anticiparon que votarían a favor. “Y Lorenzini… es Lorenzini. Seguramente se va a abstener”, decía uno del grupo en las horas previas.
El “estilo Lorenzini” lo ha puesto en el foco de las críticas por votar varias veces con el oficialismo o lejos de la oposición. Efectivamente se abstuvo en ese momento, pero no solo ahí. También en la votación en Sala; también en el libelo contra Víctor Pérez; y yendo un poco más atrás, no estuvo presente en el trámite contra Andrés Chadwick ni contra Silvana Donoso o Felipe Guevara.
“Me da lo mismo la ciudadanía”, dijo en la tramitación de la reforma tributaria en 2019, cuando la propuesta de integración tributaria del Gobierno revolvía todo, y le llovieron reclamos. La frase era un poco más larga: argumentó que se estaba votando recién la idea de legislar, que cuando se viera artículo por artículo podían trabajar en conjunto “porque ahí es la verdad, ahora es política, me da lo mismo la ciudadanía”.
“Él es bastante especial, diríamos así. Pablo siempre ha sido independiente en su manera de ser”, declara Flores.
Dos episodios retratan un estilo que no tiene nada de reciente: en 2004 acusó “arreglines” en el Ministerio de Obras Públicas, en ese momento liderado por Javier Etcheberry, luego de la polémica caída del puente sobre el río Loncomilla. En una actividad pública el entonces presidente Ricardo Lagos le quitó el saludo a Lorenzini y el parlamentario terminó renunciando a su cargo como titular de la Cámara de Diputados. Y en 2006, en medio de sus roces con el entonces ministro de Hacienda, Andrés Velasco, Lorenzini le aguó la exclusiva al economista al revelar antes de tiempo, en El Mercurio, cuánto crecería el gasto público del Presupuesto 2007.
“A estas alturas de la vida, uno ya ha hecho su labor en el mundo privado, en varias universidades he dado clases, en la política, por lo tanto uno ya tiene consistencia y no depende de los comentarios. Respeto los comentarios de un lado u otro, podrán hacerlo libremente, pero ya no me afecta”, contesta a PAUTA Lorenzini (71 años).
Durante tres elecciones consecutivas (2005, 2009, 2013) fue la primera mayoría de su distrito. En 2017, con los cambios al sistema electoral, quedó cuarto.
Sin “amigos especiales”
El diputado es otro de los históricos de Hacienda que dejará su puesto el año que viene, pero en circunstancias muy distintas. El ingeniero comercial y doctor en economía ya no tiene un partido que lo respalde y algunos en la directiva no lo quieren ni ver: renunció a la DC a principios de año porque prefería “tener la libertad de pensar en Chile, en mi región, y no en temas políticos, de votar en contra de la oposición, a favor del otro, estas no son circunstancias para estar recibiendo instrucciones de partido”, dijo en TVN.
En enero, Lorenzini corría como candidato a vicepresidente del partido en Maule y su lista no logró los votos. En marzo renunció al partido. “A uno le parece bien extraño que el día que perdió como candidato a la directiva regional, a la semana siguiente renuncie. Es lamentable cuando la gente toma decisiones apresuradas”, dice a este medio Fuad Chahin, presidente de la DC.
“Se ha puesto muy complicado. Hay mucha división. A veces no se respetan las decisiones, pero hay diferencias tanto al interior de la bancada y lo mismo a nivel partido. Por lo tanto, ojalá que piensen en un objetivo más común, volver a lo antiguo, porque si no en las próximas elecciones no les va a ir bien”, retruca Lorenzini.
Con buena parte de la bancada la relación se enfrió a partir del 7 de octubre, cuando informó que dejaría el grupo. ¿Gabriel Silber o Matías Walker? “No somos amigos especiales”, dice Lorenzini. Sí mantiene buena relación con Jorge Sabag, Iván Flores y Daniel Verdessi, pero ahora es independiente y busca aliarse con otros en su misma situación. Según dice, no volvería a integrar aquel equipo ni militaría en ningún otro partido.
Desde entonces, anda más bien solo. Ahora su objetivo es aunar fuerzas con diputados tanto del oficialismo como de la oposición que hayan dejado sus colectividades, para conformar un comité que les dé peso en las decisiones del Congreso en su último año y medio en el cargo.
“No quisiera que se sienta solo; si quisiera ir a la bancada, está invitado, pero no va. Creo que a lo mejor, más adelante, quiera volver a participar con nosotros, aunque no sea exigiéndole nada, solo que participe y se sienta acompañado”, indica el jefe del comité, Daniel Verdessi, a este medio.
Aferrado al cupo
Pero cuando se fue, se llevó algo consigo. Lorenzini mantiene su puesto en la Comisión de Hacienda, a pesar de que originalmente era un cupo de la DC. En ese cupo, que el diputado es reticente a entregar, estarían las razones por las que en realidad dejó a sus compañeros históricos.
“Él se fue cuando se ausentó de la Comisión de Hacienda para no votar una iniciativa que estaba relacionada con Felices y Forrados”, cuenta Sabag (DC). El diputado es tío de Gino Lorenzini, fundador de la cuestionada firma no regulada que hace recomendaciones colectivas para cambios de fondos de AFP. “Para inhabilitarse, [el diputado] salió de la Sala y [Verdessi] lo reemplazó por Pepe Auth. Creo que fue un error no forzado”, opina Sabag.
En julio, Lorenzini presentó un reclamo contra la conducción de Daniel Núñez y buscó apoyo en Chile Vamos para removerlo de su puesto, pero no lo logró. Ni los diputados oficialistas lo apoyaron, pues argumentaron que Núñez no había cometido ningún error. Solo él votó a favor. Tampoco obtuvo el apoyo de Ortiz, que originalmente debía presidir la instancia.
“Me tocaba a partir del 7 de abril, pero tiene que ser presencial. Por eso sigue el compañero Daniel Núñez. ‘¿Estás feliz?’ le digo yo. ‘Sí, estoy feliz’, me dice él”, comenta Ortiz.
Después de todo aquello, Lorenzini dice que se cumplió su ciclo político. Cuando termine su periodo, buscará volver al mundo privado o, “dependiendo del gobierno de turno”, a alguna asesoría.
“Ya no desde el punto de vista político, sino más bien técnico, de instituciones donde uno pueda aportar con la experiencia que tengo. Pero creo que en política se termina el ciclo, han pasado 24 años, ya es suficiente”, explica el ex DC.