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El mayor plan de estímulo de la UE tropieza en Budapest y Varsovia

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Bloomberg
POR Francisca Rivera |

Los gobiernos de Hungría y Polonia rechazan un trato que Alemania, en nombre de los Estados miembros, alcanzó la semana pasada con los legisladores de la Unión Europea.

El lanzamiento del paquete de recuperación económica financiado conjuntamente por la Unión Europea enfrenta nuevos retrasos, luego de que Hungría y Polonia bloquearon medidas que permitirían al ejecutivo del bloque recaudar fondos de los mercados de capital.

Los dos gobiernos del este han dicho que no están de acuerdo con un trato que Alemania, en nombre de los Estados miembros, alcanzó la semana pasada con los legisladores de la Unión Europea sobre las condiciones impuestas a 1,8 billones de euros (US$ 2 billones) en fondos. Budapest y Varsovia dicen que la llamada ley de condicionalidad del Estado de derecho los estigmatiza injustamente sobre sus estándares democráticos.

En una reunión de enviados de la Unión Europea el lunes, dos miembros expresaron sus reservas sobre un aspecto del paquete de estímulo y presupuesto, dijo un portavoz de la presidencia alemana en Twitter. La Unión Europea requiere unanimidad para autorizar a la Comisión Europea a emitir montos sin precedentes de deuda respaldada conjuntamente.

Está previsto que Hungría reciba casi 7.000 millones de euros en subvenciones del estímulo de la Unión Europea, además de sus asignaciones regulares del bloque. Polonia está en espera de casi 25.000 millones de euros de dinero extra.

Retaso en las negociaciones

Las negociaciones sobre los términos del paquete ya están atrasadas y un alto diplomático de la Unión Europea en Bruselas dijo el lunes temprano que un veto de Hungría las pondría en crisis. El diplomático dijo que los retrasos en el desembolso de los fondos para reconstruir la economía europea después de la pandemia del coronavirus son ahora inevitables y los líderes de la Unión Europea puede tener que intervenir para reactivar el proceso cuando celebren una videoconferencia el jueves.

Si bien los líderes de la Unión Europea acordaron en julio el presupuesto del bloque para los próximos siete años y un programa de estímulo financiado con deuda conjunta, partes del acuerdo aún necesitan el respaldo unánime de los Estados miembros.

Requisito de unanimidad

En la reunión del lunes, los enviados firmaron un acuerdo que vincula los fondos al Estado de derecho a pesar de la oposición de Hungría y Polonia, porque esa parte del acuerdo solo necesita una mayoría mejorada de Estados miembros. Pero el requisito de unanimidad en la emisión de deuda les dio a los dos países la oportunidad de bloquear todo el paquete de todos modos.

El premier húngaro, Viktor Orban, recalcó la postura de su gobierno en una carta a la canciller alemana, Angela Merkel, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a Charles Michel, que preside el consejo de líderes de la Unión Europea. Orban dijo que “no hay acuerdo hasta que no haya un acuerdo sobre todos los detalles”, informó el lunes la agencia estatal de noticias MTI. El plan hace que sea demasiado fácil imponer sanciones a los Estados miembros, dijo. Polonia también ha dicho que no está de acuerdo con las propuestas.

“Cuando se trata del futuro de nuestros hijos y nietos, Hungría y los húngaros no están de acuerdo con concesiones, ya sea en el caso de una revolución o simplemente de un simple veto”, dijo la ministra de Justicia húngara, Judit Varga, el lunes en una publicación en su página de Facebook. “No es Hungría la que está chantajeando y presionando a Bruselas en las conversaciones sobre la financiación del presupuesto de la Unión Europea, sino al revés”.

Los grupos de presión empresariales polacos dijeron en una declaración conjunta que un veto obstaculizaría la capacidad de la economía para recuperarse después de la pandemia, socavaría el interés de los inversionistas y dejaría al país “solo y en desacuerdo con sus aliados en Europa”. Pero los intereses económicos parecen estar perdiendo frente a los políticos, mientras que la ministra de Justicia y sus aliados exigen públicamente que el gobierno rechace el plan presupuestario.

“Este es un momento clave en nuestra historia, ¿cuánto vale la soberanía, mil millones, varias decenas de miles de millones, varios cientos de miles de millones de euros? Para nosotros no tiene precio”, dijo el lunes el viceministro de Justicia de Polonia, Michal Wojcik.

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