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Los factores que influyeron para salvar a Víctor Pérez de su acusación constitucional

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Fueron senadores de la oposición quienes rechazaron el libelo y permitieron el fracaso de la acción de los diputados. Víctor Pérez podrá ejercer nuevos cargos públicos.

En concreto, lo único que tenía por perder el exsenador y exministro Víctor Pérez este lunes era la posibilidad de postular a cargos públicos en los próximos cinco años. Los parlamentarios ya no podían sacarlo de su puesto: renunció apenas se conocieron los resultados de la acusación constitucional en la Cámara, para no perjudicar al gabinete y a su Gobierno, según él mismo dijo.

Ese y otros factores determinantes sumaron y terminaron por volcar el resultado a favor de Pérez. Después de horas de debate y 30 intervenciones, el Senado rechazó la acusación contra el extitular del Interior.

En el primer capítulo, haber dejado de ejecutar las leyes en materias relativas al orden público, 17 senadores votaron a favor, 22 en contra y tres se abstuvieron.

En el segundo, haber infringido la Constitución o las leyes, vulnerando el derecho fundamental de igualdad ante la ley, 15 aprobaron, 23 rechazaron y cuatro se abstuvieron.

Y en el tercero, haber dejado de ejecutar leyes al no ejercer el control jerárquico correspondiente sobre los órganos sometidos a su dependencia, 14 aprobaron, 24 rechazaron y cuatro abstenciones.

Las claves de lo que ocurrió en Sala: cómo influyó su renuncia previa, cuánto importaron sus lazos con los senadores y qué tan fuerte fue la argumentación para enjuiciarlo.

La renuncia

A diferencia del escenario en la Cámara de Diputados, la lectura que hacían en el Gobierno temprano este lunes era “positiva”. No había certeza de con cuánta holgura Pérez superaría su libelo, pero el espacio era más estrecho para aprobar y más holgado para convencer, trabajo en el que había estado involucrado el exministro UDI Claudio Alvarado.

De 43 senadores, descontando que el oficialismo por completo respaldaría al exministro, la oposición cuenta con 24. El problema de salud de Alejandro Navarro restó un voto de la centroizquierda y, entonces, para salvar a Pérez necesitaban que solo dos opositores se abstuvieran o rechazaran.

La bancada socialista preveía el voto en bloque en contra de Pérez, pues según afirmó Álvaro Elizalde, eran “muy críticos” con el desempeño del exsenador al defender la utilización de ciertas leyes en su tiempo como parlamentario y no ejecutarlas cuando debía hacerlo. 

Pero en cuanto a los demás comités de la centroizquierda, el panorama no era tan claro. Había dudas sobre todo entre los DC y PPD, entre quienes la renuncia del extitular de Interior funcionó como un factor a ponderar. “El objetivo de la acusación es la cesación del cargo, por lo que la renuncia es evidentemente un punto a tener en cuenta”, decía un senador de la DC ad portas de la votación.

Durante la defensa del libelo, la diputada Loreto Carvajal (PPD) argumentó que la renuncia no era entendida como una exención de responsabilidad, sino que una “total admisión” de esta. Y el mismo Pérez se hizo cargo de aquello, cuando afirmó que dejó el cargo no por “cruzar responsabilidades para el otro lado”, sino porque el Gabinete no podía estar tantos días sin un ministro del Interior.

De cualquier forma, su abogado Gabriel Zaliasnik dijo en su intervención que, al dimitir, “la acusación quedó desprovista desde ese mismo momento del sentido político propio de la misma y solo restringió el debate de hoy al carácter punitivo o sancionador”. Y en esa línea también se habían pronunciado algunos personeros de la oposición, como Carolina Goic (DC), que afirmó que aquel era un factor que había que ponderar al momento de tomar la decisión. Ella finalmente se abstuvo.

Otro en esa lógica: Jorge Pizarro (DC), quien justificó su voto en contra diciendo que “esa responsabilidad política ya se asumió y lo dijo el propio Pérez al renunciar al cargo”. 

Los amigos

En su último discurso en la Sala del Senado, Pérez recordó que fue par de quienes lo enjuiciaron este lunes, durante 14 años. “Aprendí de ustedes”, afirmó. Ese era otro de los factores que en el Comité Político señalaban que sería importante, pues después de una década y media el exministro había formado lazos con algunos colegas de oposición.

“Cuente con los amigos que tiene aquí en la comisión”, le había dicho el senador Francisco Huenchumilla (DC) el día que dejó la sesión de la Comisión de Constitución para asumir como ministro. Huenchumilla fue, de hecho, uno de los que rechazaron el libelo.

“Me niego a colgar en la plaza pública a un ministro que estuvo tres meses para que pague las culpas de la derecha; de su clasismo, racismo y falta de entendimiento de la situación del pueblo mapuche. Me resisto a colgar a Víctor Pérez por los pecados de la centroizquierda que no ha pedido perdón”, argumentó el exintendente de La Araucanía.

De las comisiones de Constitución y Seguridad Pública, en las que Pérez participaba antes de partir al gabinete, solo Huenchumilla y Felipe Harboe (PPD) rechazaron.”Andrés Chadwick tenía más amigos e igual la aprobaron”, decía un senador del oficialismo.

La argumentación

“No hay sustento jurídico”, repitió una y otra vez Pérez en la antesala del trámite. Así mismo lo hicieron los ministros de Gobierno que lo acompañaron y hasta el Presidente Sebastián Piñera, varios días atrás. Que era una acusación “débil” y que el Senado era mucho más “razonable”, anticipaba un senador de la UDI antes de la votación.

“No puedo entender el hilo de la acusación. Se le acusa por tres cosas distintas, algunas de ellas completamente contradictorias entre sí mismas”, afirmó Juan Antonio Coloma (UDI).

Y en esa misma línea, el libelo no logró convencer a varios de los que ya habían manifestado sus dudas en las últimas semanas. “Discrepo de lo hecho por la autoridad y espero nunca más ver a las autoridades de mi país arrodilladas ante un grupo de presión, pero no creo que esta falta de capacidad política sea suficiente para condenar a una exautoridad a estar cinco años sin ejercer cargos públicos”, dijo Felipe Harboe en su intervención.

Ahora que Víctor Pérez salvó el escollo más difícil, ya varios miembros de la UDI vuelven a comentar aquella posibilidad anticipada por PAUTA tras la dimisión del exsenador a Interior: ¿podrá surgir como la carta de consenso para liderar el partido? Sin la sanción de los cinco años, teóricamente ya podría.