Un gradual desmarque: republicanos restan piso a la resistencia de Trump a reconocer su derrota
Comentarios de diversos aliados del presidente muestran que hay un grupo creciente que reconoce que Biden ganó, o que es seguro que lo haga, y que retrasar la transición podría obstaculizar programas críticos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta a una creciente presión de prominentes republicanos para que el presidente electo, Joe Biden, inicie la transición, o incluso para que reconozca la derrota, luego que los desafíos legales de Trump no lograron tomar fuerza.
Varios aliados clave para Trump parecieron perder la paciencia durante el fin de semana. Los senadores Lisa Murkowski de Alaska y Kevin Cramer de Dakota del Norte, uno de los aliados más acérrimos de Trump, le pidieron el domingo que comience la transición a Biden. El senador Pat Toomey felicitó a Biden por su victoria después de que Trump sufriera otra derrota legal en Pensilvania.
Los comentarios muestran que dentro del partido hay un grupo creciente que reconoce que Biden ganó las elecciones, o que es seguro que lo haga, y que retrasar la transición del poder podría obstaculizar programas críticos como la respuesta de EE.UU. a la pandemia de coronavirus. Aun así, solo una minoría de republicanos se ha pronunciado, y varios han adoptado la postura silenciosa de que Trump debería comenzar la transición incluso mientras continúa la lucha legal.
Pero incluso los recursos judiciales están perdiendo apoyo. El antiguo asesor de Trump Chris Christie dijo el domingo que el equipo legal del presidente se había convertido en una “vergüenza nacional” después de impulsar teorías de conspiración sobre fraude electoral en una serie de extrañas apariciones en los medios.
“Deje de jugar al golf”
Larry Hogan, el gobernador republicano de Maryland que critica abiertamente a Trump, le dijo al presidente que “deje de jugar al golf y que reconozca la derrota”.
Otras figuras a nivel nacional, en particular el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, se han negado a hablar hasta ahora.
Pero al presidente se le está agotando el tiempo, a medida que estados como Michigan y Pensilvania se preparan para certificar sus resultados electorales el lunes, sellando la victoria de Biden.
“Es hora de comenzar una transición, al menos cooperar con la transición. Prefiero tener un presidente que tenga más de un día para prepararse, si Joe Biden, ya sabes, termina ganando esto”, dijo Cramer a Meet The Press el domingo.
Cramer dijo que es muy probable que la elección haya terminado, pero aún no ha terminado, y le dio margen de maniobra a Trump para mantener su lucha legal. “No sé por qué nos afecta tanto que un presidente lleve a cabo todas sus opciones legales en los tribunales”.
Inicio de la transición
El equipo de Biden se ha manifestado más ampliamente para pedir que comience la transición, advirtiendo que el retraso podría impedir el despliegue de una vacuna contra el coronavirus y obstaculizar otros programas gubernamentales clave. Biden planea comenzar a nombrar a su gabinete esta semana.
Trump ha llevado a cabo una serie de medidas no convencionales para revertir el resultado de las elecciones y ha afirmado continuamente y sin fundamento que la votación fue manipulada. Trump incluso ha presionado a legisladores estatales para que ignoren los resultados y le otorguen los votos electorales de su estado en lugar de asignarlos a Biden, una medida que ningún senador ha respaldado y que Toomey calificó de ilegítima.
Sin embargo, la mayoría de los senadores se han mantenido en silencio, evitando el riesgo de enojar al presidente saliente, que sigue siendo popular entre los votantes republicanos y que tiene un historial de atacar a quienes lo critican políticamente.
La ira de Trump y sus partidarios presenta el riesgo de perjudicar los resultados del Partido Republicano en un par de elecciones de segunda vuelta en Georgia que determinarán si los republicanos mantienen la mayoría en el Senado.
Trump se ha enfrentado cada vez más con los republicanos que exigen pruebas de fraude, como la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, Liz Cheney, o quienes dicen que creen que Biden ganó, como el gobernador de Ohio, Mike DeWine.
Los disidentes republicanos habían aumentado antes del fin de semana. El senador Mitt Romney dijo que Trump está tratando de “socavar la voluntad del pueblo”. El senador jubilado Lamar Alexander dijo el viernes que Biden “parece que tiene una muy buena oportunidad” de ganar. El expresidente George W. Bush también felicitó a Biden.
Demanda desestimada
Pero los intentos de Trump sufrieron otro golpe el sábado, cuando un juez federal en Pensilvania desestimó una demanda destinada a bloquear la certificación de los resultados electorales del estado. Toomey dijo que Trump había “agotado todas las opciones legales plausibles” en Pensilvania, y que era hora de admitir que Biden había ganado.
Los llamados a que Trump presente pruebas o reconozca el triunfo de Biden también han aumentado tras una conferencia de prensa realizada el jueves por los abogados Rudy Giuliani, Jenna Ellis y Sidney Powell.
Afirmaron la existencia de una serie de fraudes no especificados, y Powell acusó a Venezuela, China y a George Soros de conspirar para engañar a los votantes estadounidenses e insistió en que Trump había ganado.
Pero incluso si los desafíos legales continúan, muchos republicanos dicen que el proceso de transición debería estar en curso para garantizar un cambio de mando sin problemas en temas críticos como las medidas del grupo de trabajo sobre el coronavirus en la lucha contra la pandemia.