A poco de terminar su gobierno, Trump sigue golpeando a China
El presidente restringió las visas de viaje de los miembros del Partido Comunista chino y prohibió las compras de algodón de una firmad a la que acusó de usar el “trabajo de esclavos”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no permite que su derrota electoral le impida golpear a China.
Tan sólo el miércoles, su administración restringió las visas de viaje de los miembros del Partido Comunista chino y prohibió las importaciones de algodón de una empresa vinculada al ejército que acusó de utilizar el “trabajo de esclavos”. También se espera que pronto firme un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos que, en última instancia, podría llevar a las compañías chinas a abandonar las bolsas de valores estadounidenses.
La pregunta ahora es qué tan mal podrían ponerse las cosas en las próximas siete semanas antes de que el presidente electo, Joe Biden, asuma el cargo. El gobierno de Trump se enfrenta a una fecha límite de mediados de diciembre para nombrar a los bancos que hacen negocios con funcionarios acusados de socavar la autonomía de Hong Kong y podría sancionar a otros, incluidos posiblemente más miembros de alto rango del partido.
Escalada constante
“Las medidas de Trump restringirán a Biden”, dijo Shi Yinhong, director del Centro de Estudios Americanos de la Universidad Renmin de China y asesor del gobierno chino. “Es una escalada constante. El punto de partida para las negociaciones sigue aumentando”.
Para Biden, las acciones podrían considerarse como una ventaja frente a los chinos o como una atadura de manos. Biden le dijo al New York Times esta semana que realizaría una revisión completa en consulta con los aliados de Estados Unidos antes de tomar medidas importantes respecto de China, incluida la posibilidad de volver a elaborar el acuerdo comercial “fase uno” alcanzado en enero entre las mayores economías del mundo.
Es probable que las medidas de esta semana de Trump tensen aún más una relación ya agitada por una guerra comercial, una competencia geopolítica intensificada y recriminaciones mutuas sobre los orígenes de la pandemia de Covid-19. El secretario de Estado, Michael Pompeo, dijo en noviembre que EE.UU. “aún no había terminado” a la hora de ponerse duro con China, describiendo al Partido Comunista como un “monstruo marxista-leninista” cuyo gobierno es “autoritario, brutal y contrario a la libertad humana”.
Visas y algodón
El miércoles, la Cámara de Representantes aprobó una legislación con apoyo bipartidista que permitiría a los inspectores estadounidenses revisar las auditorías financieras de las empresas chinas y exigir que revelen si están bajo control del gobierno. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos también dijo que los funcionarios de aduanas incautarían “envíos que contengan algodón y productos de algodón procedentes del” Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang, una entidad afiliada al ejército que es uno de los mayores productores de China.
Bajo las nuevas reglas de visa, los miembros del Partido Comunista y sus familias inmediatas estarían restringidos a visas de entrada única, que se limitarán a un mes. Anteriormente, los miembros del partido podían obtener visas de visitante de entradas múltiples hasta por 10 años de duración.
Las nuevas reglas de visa encajan con los esfuerzos de la administración Trump para crear tensión entre el partido gobernante y la población china en general. El presidente chino, Xi Jinping, ha tratado de hacer que el partido tenga mayor preponderancia en la vida cotidiana, haciendo eco del edicto de Mao Zedong de que el partido lo dirige todo. En septiembre, Xi prometió “no permitir nunca que ninguna persona o fuerza separe al PCCh y al pueblo chino, y que se enfrenten entre sí”.
El Partido Comunista tiene alrededor de 92 millones de miembros, incluidos líderes de gobiernos nacionales y locales. Sus filas también incluyen a millones de empresarios, como el tercer hombre más rico de China, Jack Ma, cofundador de Alibaba Group Holding Ltd., y a miembros de los medios de comunicación y la academia. Las medidas también podrían afectar a los hijos de los miembros del partido, muchos de los cuales estudian en Estados Unidos.
“No sabemos si Biden estaría de acuerdo con estas medidas”, dijo Shi, asesor del gobierno de China. “Incluso si no lo está, está más limitado en lo que puede hacer después de que las políticas estén vigentes”.