La vieja moda de los pinos reales en Navidad vuelve a estar de moda
Los coronas, las luces y otras decoraciones tradicionales están registrando una alta demanda este año, incluso ya en noviembre.
El negocio de árboles navideños Colavita Christmas Tree Farm en EE. UU. nunca había tenido un cliente que quisiera comprar un árbol para las fiestas a principios de noviembre. Hasta 2020, claro.
“Dije ‘gracias por el cumplido, pero eso no durará hasta Navidad'”, afirmó Bob Colavita, de 76 años, propietario de la empresa fuera de Filadelfia desde hace 24 años. La clienta terminó comprando un abeto Frasier de 1,8 metros de todos modos. “Dijo que únicamente quería algo alegre en la casa”.
Los árboles de Navidad, junto con las coronas, las luces y otras decoraciones, están registrando una alta demanda este año, a medida que muchos estadounidenses abrazan la festividad frente a los crecientes casos de coronavirus y pronósticos sombríos para los meses de invierno.
Dos tendencias de consumo impulsan la demanda. Los hogares estadounidenses tienen ahorrado alrededor de US$ 1,2 billones más de lo habitual, y cuando gastan, se centran específicamente en artículos para sus hogares. La mayoría de los consumidores estadounidenses dicen que este año están más interesados de lo habitual en decoraciones navideñas y artículos de temporada debido a la pandemia, según una encuesta realizada por la National Retail Federation.
Lo que está en juego
Para la industria de los árboles, desde los productores independientes hasta las grandes tiendas de accesorios para el hogar que también los venden, hay mucho en juego. Los estadounidenses compraron 26,2 millones de árboles vivos el año pasado por unos US$ 2.000 millones, según la Asociación Nacional de Árboles de Navidad, un grupo comercial con sede en Littleton, Colorado, cuyas filiales producen alrededor de las tres cuartas partes de la oferta estadounidense. Si bien la cifra bajó ligeramente respecto a 2018 en medio de la creciente demanda de árboles artificiales, el año pasado fue el “primer año en mucho tiempo en que los productores obtuvieron ganancias razonables”, según un informe de la asociación.
Los estadounidenses también tienen más probabilidades de derrochar en compras este año, dijo el grupo. Se espera que el precio medio de los árboles reales vendidos en 2020 sea de alrededor de US$ 81, un 7% más que el año pasado y un 23% respecto a 2018.
Las grandes cadenas se están dando cuenta. Lowe’s Cos Inc. ofrece entrega gratuita de árboles este año por primera vez para ganar cuota de mercado. El minorista de mejoras para el hogar y su competidor Home Depot Inc. están tratando de vender más decoraciones navideñas y regalos esta temporada para capitalizar aún más un año ya fuerte, después de que los minoristas esenciales permanecieran abiertos durante toda la pandemia.
La experiencia de compra
Aún quedan varias semanas para las vacaciones, pero en Colavita Christmas Tree Farm, los primeros indicios son buenos. El fin de semana pasado, del viernes al domingo (tradicionalmente el inicio de las ventas), fue el mejor en la historia del negocio, dijo el propietario. Notó un número inusualmente alto de parejas jóvenes, lo que sugiere que una nueva generación está comprando árboles después de años al margen.
David Engle, quien dirige la operación de árboles de Navidad Arbutus Glen en Gambier, Ohio, también notó que la mayoría de sus clientes eran millennials con niños pequeños. Unos cuantos clientes con los que habló eran conversos de árboles artificiales que querían un cambio este año, una forma de hacer algo especial.
Más allá del aspecto decorativo, Engle dijo que cree que la experiencia de comprar un árbol real (pisar el barro, oler las agujas de pino) ofrece algo que muchas personas anhelan después de pasar meses frente a una computadora. En su granja, también hay un tractor antiguo que los clientes pueden probar.
“La joven generación millennial quiere ser natural”, dijo Engle. “Creo que están buscando esa experiencia al aire libre”.
La magia de la navidad
April Ward, maestra de 38 años en Windsor, Carolina del Norte, acaba de comprar su primer árbol de Navidad en cuatro años. El espécimen de menos de 1 metro, que compró por US$ 30, es una forma de hacer más festiva la casa que comparte con su hija universitaria al final de un año difícil.
“Hemos pasado mucho tiempo en casa”, dijo Ward, quien tuvo Covid-19 a principios de este año. “Hemos pasado tanto tiempo en estado de miedo que realmente quería intentar llevar la magia de la Navidad a mi casa”.