Los escenarios que se abren en la interna de RN con el desembarco presidencial de Desbordes
El ministro de Defensa dejaría el Gobierno en los próximos días, pero su apuesta mueve las aguas de su partido y de la mesa que lidera el senador Rafael Prohens.
El reloj para la salida del ministro de Defensa Mario Desbordes del Gabinete está en los descuentos. La apuesta presidencial del expresidente de Renovación Nacional tomaría cuerpo en los próximos días. De hecho, en el Gobierno hay varios que apuestan a que la decisión no pasaría de Navidad.
La fecha del “hito” se tantea para el lunes 21 de diciembre, adelantándose así por varias semanas al diseño ideal de La Moneda, que apostaba a que los ajustes internos se dieran ordenadamente un poco antes del 11 de enero, la fecha límite para que los interesados en ser candidatos para la elección de abril salgan del Gobierno.
Mientras la apuesta de Desbordes incomoda a algunos en La Moneda, en RN sus adherentes celebran las señales que ha dado el hasta ahora ministro. Esperan que su regreso a la primera línea del partido ayude a organizar las filas internas y a impulsar como rostro ancla del sobrecargado proceso electoral del próximo año, en especial, para la Convención Constitucional. Sin embargo, una parte de la tienda de Antonio Varas apunta a que esta tarea no puede realizarse con las cosas tal cual están y que el problema de cómo ordenar la “casa” está en la directiva que hoy lidera el senador Rafael Prohens.
“No creemos que Rafael Prohens desordenó RN, pero sí creemos que el partido perdió visibilidad. Hay muchas facciones internas y Mario Desbordes puede ordenar aquello”, explicó el diputado Andrés Longton.
De ahí que surgen varias ideas de cómo reforzar la mesa: intervenirla directamente con Desbordes en la presidencia o en alguna vicepresidencia -quizás la menos viable si él asume como candidato-; sumarle una figura del tonelaje del ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg; mirar a una propuesta de consenso o de frentón adelantar las elecciones programadas para el 5 de junio para enero o marzo. Esto último fue una pelea que ya se dio y que terminó con polémica en el Tribunal Supremo de RN, que por poco margen le dio la razón a la actual directiva.
Así las cosas, las conversaciones de las últimas 48 horas se han intensificado entre las distintas sensibilidades y son pocos los que se atreven a dar una sola salida al conflicto. Lo único claro es que el próximo 5 de enero el partido tiene un nuevo Consejo General para ratificar los pactos electorales de abril y es ahí donde toda esta teleserie interna debe estar resuelta o, al menos, despejada en una buena parte.
De hecho, entre las cosas que se deberán resolver a esa fecha es si se hará la proclamación presidencial del propio Desbordes en la instancia o se zanjará otra metodología en caso de que otros personeros, como el senador Francisco Chahuán, se sumen oficialmente a la carrera.
La decisión 50/50 de Monckeberg
La cartera de la Segpres le acomoda Monckeberg, por eso la decisión de salir del Gobierno no es fácil para el encargado de las relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso. “Siempre es bueno que a uno lo echen de menos en la casa política”, respondió este miércoles el ministro cuando le preguntaron por su posible partida para asumir un desafío en el partido.
Entre los factores que influyen en su reflexión está, por un lado, la unidad de RN y por otro, la buena “racha” que ha tenido en los últimos días en su cartera. También, inclinan la balanza los costos políticos de tomar la decisión en este minuto o después y los costos operativos; ir, por ejemplo, a un cargo sin remuneración. “¿Qué gana Monckeberg con esta jugada?” se pregunta un importante dirigente de la tienda. Incluso, algunos en el partido comentan que, con toda la polémica, al ministro “le suben los bonos” para lo que decida.
Como extimonel de RN y uno de sus referentes, en el círculo cercano del secretario de Estado admiten que está en un “zapato chino” y que la decisión que tome pasará por si hay posibilidad para una mesa de consenso, pues si no están esas espaldas es difícil que deje -por ahora- el Gobierno. Una palabra que él mismo admitió que es compleja en el actual escenario de RN, en especial con el ala más dura del partido. “Son tan difíciles los consensos”, dijo Monckeberg.
“La dupla Desbordes – Monckeberg es una dupla probada que nos ha dado los mejores resultados electorales en la historia de RN”, comentó el diputado y uno de los férreos desbordistas, Camilo Morán.
Para los personeros y diputados que impulsan esta propuesta la clave para que funcione es que la mesa consenso tenga una fórmula especial por el año electoral de 2021 y luego de eso se convoque nuevamente a elecciones.
“Cristián es capaz de poder ordenar las filas. Es un expresidente del partido que genera apoyo transversal y también necesitamos que Mario Desbordes salga a apoyar a los nuestros. Necesitamos que RN se despliegue en terreno. Necesitamos una mesa de consenso que se despliegue ahora ya en diciembre y que opere por este año que es especial, y luego en diciembre del próximo año veremos qué pasa”, comentó a PAUTA el diputado y jefe de bancada, Sebastián Torrealba.
La idea de que se sume a todas las sensibilidades fue recibida con dispar interés en la disidencia. Por ejemplo, el diputado Tomás Fuentes -cercano al canciller Andrés Allamand– se entusiasmó y aseguró que podría ser una buena salida para la crisis interna.
Mientras que el ala más dura, representada por Carlos Larraín, no estaría conforme con una propuesta así. De hecho, el también expresidente de RN habría comentado a sus cercanos que esto no se arregla con “acuerdos parciales”.
¿Qué pasa con Prohens?
Un pie adentro y otro pie afuera. En las fórmulas que se barajan para reconfigurar la directiva, la situación del senador y actual timonel de RN, Rafael Prohens, es la más incómoda.
Los que quieren cambios apuntan a que su dirección ha sido “débil” y explican que en esta pasada el parlamentario “está solo” en su diagnóstico de cómo se están haciendo las cosas. Y esto último está marcado tanto con los desbordistas como por la disidencia. Por ejemplo, hace poco más de un mes hubo una importante reunión en la casa de Carlos Larraín a la que asistió Prohens, Allamand y también el senador Rodrigo Galilea. Ahí, le plantearon su preocupación por la elección de candidatos a la Convención Constitucional y el criterio de búsqueda de los aspirantes. De los acuerdos que se tomaron en esa cita poco y nada prosperaron. Al contrario, la tarea siguió en manos de la diputada Núñez y el exsubsecretario Rodrigo Ubilla. Lo que marcó una cierta distancia con ese sector.
La otra complicación es que para que la propuesta del “consenso” funcione, Prohens debería renunciar para que el Consejo General tome la decisión de qué hacer con su reemplazo, tal como se dio cuando Desbordes dejó la presidencia de RN.
“Esto no es en contra de nadie, no es en contra de Rafael Prohens o Felipe Cisternas, es en pro de la unidad. Si no estamos unidos en este proceso histórico lo vamos a lamentar por muchos años”, argumentó el diputado Torrealba.
Y en eso hay, a primera vista, dos posibles caminos. Uno es que la propuesta de una lista consensuada se haga directo a la máxima instancia partidaria o que, si acepta Monckeberg el desafío, este asuma en el cupo de primer vicepresidente que está vacante precisamente desde que Prohens subió en la directiva. Esto porque, entre otras cosas, en la Comisión Política de RN nunca estuvieron los votos para, por ejemplo, poner a la diputada Paulina Núñez en ese puesto. Es decir, si Prohens da un paso al costado, asuma quien sigue en línea de sucesión partidaria: el primer vicepresidente hasta que se convoquen nuevas elecciones.
Sin embargo, a todos no les gusta la idea de que el senador por Atacama termine así su paso como mandamás de RN. Menos cuando él no buscó convertirse en presidente y su ascenso fue circunstancial. De hecho, la postura de Prohens es clave para la decisión del propio Monckeberg. Y eso aún no lo tiene resuelto el propio senador, explican fuentes del partido. PAUTA intentó contactarse con el timonel de RN para tener su versión de la situación, pero no hubo respuesta.
De hecho, en medio de la tensión interna, un alto personero del partido plantea que una salida intermedia y menos traumática sería que Monckeberg se sume más como un generalísimo para coordinar las campañas y el trabajo territorial de los próximos meses, y que Prohens se mantenga a la cabeza hasta las próximas elecciones sin necesidad de dar un paso al costado. Eso sí, con la idea de que los comicios no se realicen en junio como están programados, sino en marzo a más tardar.
También, en estos cálculos está sobre la mesa el futuro del secretario general de la tienda, Felipe Cisternas, personero clave para las negociaciones electorales, lo que le ha traído más de un crítica interna. De hecho, podría enfrentar una censura por parte de algunas directivas distritales que están disconformes por cómo se ha llevado las tratativas con el resto de Chile Vamos.
Competencia dura: adelantar las elecciones internas
El otro escenario que se abre con el desembarco de Desbordes es que de no prosperar las conversaciones para una mesa de consenso, reviva la idea y la presión para reagendar los comicios internos lo antes posible. Esta decisión es facultad de la mesa directiva. Pero sin acuerdos, de nuevo sería una contienda de todos contra todos.
“Aquí no puede haber trajes a la medida para nadie. Acá para resolver los temas de liderazgos del partido se requiere menos cocina y más democracia interna. Por eso, insistimos en que tienen que haber elecciones aquí y ahora para resolver los liderazgos del partido con miras al ciclo electoral que viene por delante”, comentó a PAUTA el senador Chahuán.
De hecho, para el parlamentario de Valparaíso “este no es el momento de superhéroes ni liderazgos mesiánicos, sino de más democracia interna” en clara alusión a la apuesta que busca revivir la dupla de Desbordes y Monckeberg. Por eso, el senador no solo empujará nuevamente que se adelanten los comicios para el verano, sino también insistirá con la idea de primarias internas para medirse con el ministro de Defensa. “El escenario está muy líquido”, agregó.