Actualidad

¿Qué miran los inversionistas del Chile 2021?

Imagen principal
Bloomberg
POR Francisca Rivera |

Dos elecciones, incluyendo la presidencial, y la redacción de una nueva Constitución, son elementos centrales en las decisiones de inversión del país más favorable para los negocios de la región.

Los inversionistas se están preparando para un intenso año con dos elecciones y la redacción de una nueva Constitución, procesos que pondrán a prueba la reputación de Chile como el país más estable y favorable a los negocios de América Latina.

En abril, la ciudadanía deberá elegir a los miembros de una Convención Constitucional que elaborará la nueva Carta Magna, para posteriormente volver a votar en noviembre en las elecciones presidenciales y parlamentarias. Y dado que el rechazo a los partidos políticos tradicionales es actualmente muy alto después de meses de violentos disturbios sociales, los inversionistas tienen poca claridad de lo que sucederá en las votaciones.

Muchos inversionistas estiman que la actual Constitución formó la base de más de tres décadas de rápido crecimiento, disciplina fiscal y crecientes ganancias corporativas que otorgaron a Chile la calificación crediticia soberana más alta de América Latina. Para la izquierda, la Convención Constitucional es una oportunidad para derrocar el legado del capitalismo sin restricciones de Augusto Pinochet y las profundas desigualdades que consagra. Mientras tanto, los inversionistas están impacientes.

“Parece que Chile va a debilitar sus legendarias regulaciones fiscales tan imitadas”, dijo Michael Roche, estratega de Seaport Global Holdings, en Nueva York, que recomienda vender deuda del Gobierno chileno y preferir bonos soberanos uruguayos. “Es probable que aquello en lo que se están embarcando perturbe este modelo hasta el punto de que pueda ser anulado”.

Los chilenos votaron por una mayoría de casi 80% por reescribir la Constitución en un referéndum celebrado en octubre, lo que demuestra la intensidad de los sentimientos en un país asolado por los disturbios sociales desde hace más de un año. Esa explosión de descontento había paralizado a gran parte de la nación, provocando una caída del peso y una rara intervención del Banco Central.

Posibles escollos

Los disturbios y las protestas, seguidos de la pandemia, han roto la estrecha correlación entre el cobre y el peso. Mientras el metal rojo ha aumentado cerca de 28% en lo que va del año, la moneda solo ha ganado 3,6%.

Tampoco es solo el peso lo que preocupa a los inversionistas. El miércoles, Santander rebajó las acciones chilenas de ponderación superior a neutral, aludiendo a los riesgos derivados de la reforma constitucional y la falta de catalizadores. El índice de referencia IPSA ha caído 10% este año.

Cualquier indicio de que la Convención Constitucional no está cumpliendo con las demandas de un cambio significativo podría provocar nuevos disturbios sociales. De hecho, los proyectos están llenos de posibles escollos.

La asamblea de 155 miembros prohíbe a todos los legisladores actuales postularse, abriendo la puerta a candidatos con poca experiencia política o incluso conocimiento legal, que deben abordar una larga lista de quejas que incluyen servicios básicos privatizados que van desde pensiones hasta atención médica.

Dos tercios de la mayoría

Antes de someterse a un referéndum nacional en 2022, cada artículo de la nueva Constitución debe recibir la aprobación de dos tercios de la Asamblea. El alto umbral aumenta la probabilidad de que se omitan temas importantes, según Goldman Sachs.

En total, la incertidumbre en torno a la nueva Constitución reducirá 0,8% el crecimiento de Chile el próximo año, según Felipe Camargo, economista de Oxford Economics. Las empresas retrasarán inversiones y decisiones de contratación, escribió en una nota de investigación.

“La nueva Constitución seguramente aumentará las deudas sociales del Gobierno”, escribió Camargo. “Las implicaciones sobre el tamaño y la composición de la carga fiscal futura aún son ampliamente desconocidas”.

‘Flexibilidad fiscal’

Chile está lejos de ser el único país de América Latina que se enfrenta a la incertidumbre política. El vecino Perú tuvo tres presidentes en menos de una semana en noviembre, y los ciudadanos allí elegirán un nuevo jefe de Estado en abril.

Muchos inversionistas señalan que Chile puede soportar la incertidumbre con la ayuda de su sólida base económica. Si bien se espera que la deuda pública aumente a 36,4% del Producto Interno Bruto el próximo año en medio de medidas de gasto de emergencia, esto sigue siendo bajo en comparación con sus pares.

Los swaps de incumplimiento crediticio a cinco años de Chile, una medida de la prima de riesgo, se encuentran en el nivel más bajo desde febrero. El acto mismo de debatir y proponer soluciones a los problemas de la nación puede servir como una salida para el malestar social, según Edwin Gutiérrez, gerente de cartera de Aberdeen Asset Management, en Londres.

“Chile tiene una desigualdad bastante mala, pero están haciendo algo al respecto”, dijo Gutiérrez. “Tenían la flexibilidad fiscal para hacerlo, ya que ha sido un país con un endeudamiento bastante bajo para los estándares latinoamericanos. Todavía no están fuera de peligro, pero están tratando de abordar las demandas de los manifestantes”.

Todavía es demasiado pronto para saber qué cambios concretos traerá la nueva Constitución, según William Snead, estratega de renta fija de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, en Nueva York.

“Tendremos que ver quién es elegido para la nueva entidad que reescribirá la Constitución”, dijo Snead. Luego, “tendremos que ver qué cambios se realizan –cambios moderados frente a cambios radicales– y finalmente son aprobados”.