El documento de cuatro puntos de la Corte Suprema para aportar al debate constitucional
El presidente del máximo tribunal, Guillermo Silva, dice que no duda que se les pedirá información. “No me imagino un órgano constituyente que no consulte la opinión del Poder Judicial”,
“No me imagino un órgano constituyente que no consulte la opinión del Poder Judicial. Sería un absurdo. Querrá decir que vamos a estar muy mal en los inicios de la nueva Constitución”, dijo el presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, al comentar este 22 de diciembre las conclusiones que elaboró el Pleno durante el fin de semana en las Jornadas Constitucionales del máximo tribunal.
En una conferencia de prensa virtual, Silva planteó que, ante el nuevo proceso constituyente, “no cabe duda que nos van a pedir información” y recordó que en la Carta Fundamental, “para materias como estas se nos pide información y se me ocurre que algunas cosas de la actual Constitución van a quedar (también) en la nueva”.
Y añadió: “Hay cosas que no pueden dejarse de lado, como la independencia del Poder Judicial; la inamovilidad de los jueces; la imparcialidad y la autonomía del asunto financiero. De esas cosas, muchas de ellas van a quedar y en otras se va a innovar”.
Consultado respecto de si estima que los recursos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad -cuya tramitación ha provocado varios roces entre la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional (TC)– deben seguir en manos del TC, Silva dijo ser partidario de que estas presentaciones continúen tal cual están.
Un nuevo organismo
Durante las Jornadas Constitucionales del fin de semana, el Pleno de la Suprema abordó cuatro puntos que quedarán consignados en un documento. Lo que Silva no dejó claro en la conferencia de prensa es si este texto con las propuestas lo entregarán a quienes integrarán el órgano constituyente -que trabajará en la nueva Constitución- o la Suprema tendrá un rol pasivo y esperará a que se lo pidan.
“Ojalá seamos consultados y se nos pida información, pero queríamos estar preparados”, dijo el presidente. “Ni siquiera sabemos cuál va a ser su composición, pero queremos aportar insumos en materias relacionadas con la justicia de Chile. Ese fue el motivo de esta jornada y este insumo es para aportar al órgano constituyente”, agregó.
Luego, Silva detalló los cuatro temas que abordó el Pleno el fin de semana: jurisdicción y sistema de justicia; estructura orgánica y gobierno judicial; el rol de la Corte Suprema, y garantías y derechos humanos. Solo el último punto, por falta de tiempo, no alcanzaron a desarrollarlo entre sábado y domingo.
Sobre el primer tema, explicó que se ratificó “una idea ya antigua, en orden a que la Corte Suprema debe quedar preocupada solamente en lo que dice relación con las materias jurisdiccionales y sacar las materias de administración y gobierno judicial para que pasen a otro organismo que tiene diversas denominaciones”. Es decir, añadió, “estamos porque nos saquen a nosotros las tareas del gobierno judicial de la administración y que los nombramientos de los jueces escapen a los sistemas actuales en los que interviene la Corte Suprema y que los ascensos de los jueces dependan de un órgano externo a nosotros”.
Respecto de este organismo, dijo que las dudas están en su integración. “Su conformación tiene que respetar principios esenciales del Poder Judicial y, el principal de todos, es su independencia. Ojalá que en él estén jueces y personas capacitadas que conozcan la materia, como decanos de escuelas de derecho, rectores de universidades. Porque el temor, y es lo que ha pasado en otros países, es la politización del Poder Judicial. Ese un tema central”.
El Senado y supremos
Consultado si en las jornadas se abordó el sistema de los nombramientos de la Corte Suprema, que han sido criticado por el Poder Judicial –en especial tras el rechazo en el Senado al ministro Raúl Mera, en agosto pasado-, Silva recordó que el gobierno tiene un proyecto de designación de magistrados, pero no para el máximo tribunal.
“El actual gobierno ya había hecho una proposición de cambiar el sistema de nombramiento de los jueces, pero de primera y segunda instancia, de las cortes de Apelaciones: que iban a ser hechas por un organismo externo. Este proyecto ni siquiera se ha presentado”.
Añadió que la iniciativa de designación de los ministros de la Corte Suprema queda igual que antes: el Pleno de la Suprema elige una quina de postulantes. Luego, el Presidente de la República escoge un candidato y este, para ser aprobado, requiere los votos de los 2/3 del Senado.
Se trata de un sistema que ha generado críticas desde el Poder Judicial. Si bien el último ministro que fue rechazado por el Senado fue Raúl Mera, años atrás ocurrió lo mismo con Margarita Herreros, Carlos Cerda y Milton Juica, quienes debieron volver a postular.
“Si es bueno o no lo que pasó con el ministro Raúl Mera, nosotros lo sentimos mucho porque es un gran ministro”, dijo Silva.
El último supremo nombrado fue Mario Carroza, el pasado 21 de diciembre: obtuvo 23 fotos a favor, cuatro en contra y dos abstenciones.