El Frente Amplio mira de reojo los pasos de Paula Narváez
El bloque está atrás en la carrera presidencial. No tienen nombres, reconocen sus propios militantes. Y en su búsqueda hay un nuevo factor: la irrupción del bacheletismo con la PS Paula Narváez.
“Espero e insto al resto de las orgánicas en Frente Amplio a que apuremos la definición de nuestra candidatura presidencial y que surjan más opciones. Yo creo que el Frente Amplio tiene más opciones”. Ese es el llamado que por estos días repite hasta ahora el único personero que ha manifestado su interés público de ser el abanderado del FA: el diputado exsocialista y líder del movimiento Unir, Marcelo Díaz.
“Ahí hay un retraso que debemos ser capaces de superar”, agrega el parlamentario a PAUTA en relación con la orfandad presidencial en la que se encuentra el bloque. Asegura que la decisión no puede pasar de enero y pide que, si antes de fin de mes no hay un nombre claro, al menos exista una ruta de navegación con sus socios de coalición.
Sin embargo, Díaz como carta presidencial no concita un apoyo transversal en el bloque, no marca en las encuestas y su urgencia no fue bien recibida por todos. “No comparto la calificación de atrasos o anticipación. Creo que cada una de las discusiones se da en los tiempos que nos hemos fijado como orgánicas, como organización. Hoy estamos muy concentrados en cerrar candidaturas al proceso constituyente”, respondió la diputada Catalina Pérez, titular de Revolución Democrática (RD).
Pérez indicó que será la mesa nacional del Frente Amplio (FA) la que definirá la fórmula con un grupo “prudente y no un diputado o una presidencia en particular”. El problema es que la búsqueda empezó, pero no ha logrado resultados exitosos.
Lo que hay o, mejor dicho, lo que no
Luego del lunes 11, el día clave para la inscripción de candidaturas, al Frente Amplio se le vino encima otra pregunta: ¿qué pasará con la presidencial? El 11 de enero funcionó como dique de contención durante semanas para responder esa inquietud, más cuando parte de los nombres que siempre rondaron como posibles cartas presidenciales apostaron por ser candidatos a la Convención Constitucional. El caso más gráfico fue la decisión de Beatriz Sánchez: será candidata constituyente por el Distrito 12, dejando atrás la más mínima posibilidad de repetir la aventura presidencial del 2017. Lo mismo pasó con al menos otros dos nombres que tantearon para esta carrera, como el abogado constitucionalista Fernando Atria, y el abogado y expanelista de televisión Daniel Stingo.
“No hay que buscar un reemplazo de alguien en particular y no hay que ponerse plazos. Hay que tomarlo con calma. Hay un proceso de búsqueda, donde algunos nos han dicho que no, pero hay un proceso en camino”, comentó un alto dirigente del FA.
Por ejemplo, en la cruzada ha surgido la intención de mirar personeros que están fuera de sus filas, como la titular de la Defensoría de la Niñez, Patricia Muñoz, con la idea de repetir una apuesta similar al posicionamiento de Sánchez hace tres años. Sin embargo, Muñoz cerró rápidamente esa esa puerta y a través de redes sociales aseguró que “no ha tenido ni tiene” intención alguna de participar de un proceso eleccionario.
Así, las opciones se van acotando a figuras internas en los partidos, aunque se corre el riesgo de parecer una propuesta más testimonial con nombres como el diputado Gabriel Boric (CS) o incluso el senador Juan Ignacio Latorre (RD).
“El Frente Amplio va a tener sí o sí un candidato o candidata presidencial”, aseguró Beatriz Sánchez, quien ha tenido un rol clave y activo en el sondaje de eventuales cartas. De hecho, la propia exabanderada -aunque odia esa etiqueta- ha transmitido en privado a sus colaboradores que lo peor que pueden hacer es buscar a alguien que imite lo del 2017, sino que deben pensar en una figura para el ciclo actual.
Pero en las tratativas, dicen quienes han estado al tanto, quizás lo que más ha costado es dar precisamente con el perfil. ¿Qué busca representar el FA en esta elección? En especial, cuando a un lado tiene opciones como alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), y al otro un desfile de exministros de la ex-Nueva Mayoría.
Para dirigentes como Fernando Atria, esta discusión debe considerar el efecto de los comicios de abril. Según esos resultados, los ánimos para definir la estrategia del FA podrían cambiar. “La cuestión presidencial es importante y hemos empezado la discusión en el Frente Amplio de cómo enfrentarla, pero no creo que sea una cuestión decisiva que el Frente Amplio logre un candidato en las próximas dos semanas”, dijo a este medio el presidente de Fuerza Común.
Si bien está de acuerdo con que se despeje una hoja de ruta durante lo que queda de enero, dice que le quitaría urgencia al asunto, en el sentido de tener un nombre ya. “La campaña para el 11 de abril y el inicio de la Convención Constitucional van a significar un evento político de magnitudes, que puede cambiar muchas anticipaciones, muchas proyecciones, muchos cálculos”, comentó Atria.
El efecto Narváez
La discusión en el FA se aceleró de todos modos. Después de todo, fue cosa de mirar cómo el resto de la oposición busca zanjar sus cartas presidenciales. En la segunda quincena de enero la DC y el PPD tendrán primarias para definir a sus abanderados. Y el Partido Socialista, luego de la irrupción de Paula Narváez, exvocera de Michelle Bachelet, espera aclarar su fórmula la próxima semana cuando se convoque a un nuevo Comité Central. Esto, además, toma mayor relevancia tras la decisión del senador José Miguel Insulza de no competir, dejándole el camino despejado en la interna socialista.
De hecho, la decisión de la militante del PS no dejó indiferente al sector. Importantes dirigentes del Frente Amplio reconocen en privado que un perfil como ella genera menos resistencias que figuras como Heraldo Muñoz (PPD), Francisco Vidal (PPD), Carlos Maldonado (PR), Ximena Rincón (DC) o Alberto Undurraga (DC). “Se abre un espectro de la conversación que no había con los otros nombres que rondan en la centroizquierda”, plantea un directivo del FA.
Y si bien ante la sequía interna el nombre de Paula Narváez no surge como opción del bloque frenteamplista, aclaran con rapidez, sí cambia la estrategia, señalan las mismas fuentes.
“Recojo de buena manera el aterrizaje de Paula Narváez. Me parece que es un liderazgo que permite convocar y que permite colaborar, quizás, en desafíos donde la oposición no fue capaz, como fue en la idea de tener una lista unitaria para la constituyente. Creo que marca cierta diferencia con quienes están en la actual Unidad Constituyente”, comentó a PAUTA el diputado de RD (y exsocialista) Miguel Crispi.
Mientras Narváez agenda sus primeras reuniones con las bancadas de diputados y senadores del PS para coordinar el apoyo interno, en las señales externas ha dicho que participar de una gran primaria presidencial de la oposición, que incluya al PC y al FA, es el “horizonte deseado”. Ha enfatizado que se pondrá a disposición del diálogo con el resto de la centroizquierda y la izquierda.
Incluso, en entrevista con radio Cooperativa comentó que esto ya se inició de manera privada con conversaciones con distintos sectores, “más allá de las fronteras del PS y la Unidad Constituyente”. Parte de esos primeros acercamientos habrían sido, por ejemplo, con algunos exsocialistas que hoy están en el FA y también con los personeros que dejaron esas filas y en la actualidad están agrupados en Nuevo Trato.
“Lo más probable es que la candidatura de Paula Narváez sea finalmente la candidata del Partido Socialista, y muy probablemente sea la candidata que gane una primaria de Unidad Constituyente. Esa es mi impresión, aunque no tengo ninguna prueba para aseverarlo. Y si aquello ocurre, me parecería que, en la medida en que tengamos convergencia programática sustantiva, es perfectamente posible pensar eventualmente en una primaria donde esté Paula Narváez, el Frente Amplio y Daniel Jadue”, comenta Díaz, quien en sus años de vocero fue precisamente reemplazado por la exjefa de Gabinete de Bachelet.
El recelo a la figura bacheletista
Sin embargo, así como los puentes de Narváez estarían más fluidos con una parte de RD y de exsocialistas, en el ala más de izquierda del bloque aún miran con cierto recelo su figura.
“Es positivo que existan más cartas mujeres a la presidencial, en las últimas semanas habíamos estado escuchando puros hombres. Pero, de todas formas, nosotros somos sumamente críticos del proyecto bacheletista, que es un proyecto que a nuestro juicio fracasó. Nuestra bancada y nuestras vocerías defendían mucho más el programa que los mismos integrantes de su coalición. Por lo que tenemos críticas profundas a su programa de transformación y a su implementación, sobre todo”, señaló a este medio la titular de Convergencia Social, Alondra Arellano.
Para Atria, otro ex-PS, la apuesta de Narváez frente a otras candidaturas que se estaban hablando en el Partido Socialista “es ciertamente un avance”, pero advierte: “Sigue siendo una candidatura del PS. Entonces, veo poco probable una convergencia con ellos”, en alusión a las críticas que siempre tuvo con sus antiguos compañeros por sus políticas de alianza y sus decisiones. Pese a las dudas, el líder de Fuerza Común deja abierta una ventana.
“Ese es el tipo de cosas que el sacudón que puede significar la elección del 11 de abril y el inicio de la Convención Constitucional pueden cambiar todo. Entonces, hoy lo que uno puede decir para adelante es mirar para atrás, quiero decir atendido a la historia de los personajes y de los partidos uno puede hacer ciertas proyecciones, pero creo que hoy eso tiene una validez limitada. Entre ahora y el momento en que se tengan que tomar esas decisiones presidenciales, está este evento de abril que puede ser decisivo para producir un realineamiento político”, reflexionó Atria.