Las nuevas barreras de los flamantes candidatos a los escaños reservados
Los formularios eran complejos y las distancias, enormes. Pero todos los pueblos lograron inscribir sus candidaturas y ahora las preocupaciones son otras.
Si estarán Marcela Cubillos, Patricio Zapata o Adriana Barrientos en la Convención Constitucional, será un misterio hasta el mismo 11 de abril. Pero, por como fue diseñado el sistema, al menos hay dos nombres que por seguro formarán parte del órgano constituyente: Lidia González o Luis Gómez, los únicos candidatos yaganes para competir por los escaños reservados para los pueblos indígenas.
Son dos postulantes, pero hay únicamente un escaño asegurado para los yaganes y por lo tanto solo uno llegará a tener su oficina en el Palacio Pereira a partir de junio de este año. La decisión final la tomará el Servel, pues Lidia González es la titular del cupo, pero en el caso de que la regla de la paridad le jugara en contra, Luis Gómez debería reemplazarla.
En tiempo récord y en medio de la pandemia, González, Gómez y casi 100 duplas más, pertenecientes a los 10 pueblos originarios de Chile, lograron inscribir candidatos para participar del proceso constituyente. No fue fácil entender los formularios, costó el traslado y demoró la comunicación. Pero subsanadas las complejidades del proceso inicial, sus preocupaciones hoy son otras: cómo abordarán sus campañas; de dónde obtendrán los recursos y qué pasará si ganan: ¿Tendrán que trasladarse a Santiago?
A punto de irse presos
Exactamente 178 personas registra actualmente el Servel como habilitados para sufragar por el pueblo yagán. Aún resta un plazo en el que quienes no estén en ese padrón, podrán solicitar ser incorporados a través de una declaración jurada entregada al organismo.
Ese es el público objetivo al que tendrán que hablarle González y Gómez. Parte de esos electores son, por ejemplo, quienes votaron en una primaria realizada el 8 de enero en la comunidad indígena yagán de la localidad de Bahía Mejillones de Puerto Williams. Sin embargo, para inscribir la candidatura que los representará a esa comunidad y también a la comunidad yagán de Punta Arenas en la Convención, el desafío fue más grande. Luis Gómez viajó 36 horas en ferry desde Puerto Williams, en la Isla Navarino, hasta Punta Arenas.
Los dos llegaron al filo de la inscripción, después de haber tenido serios problemas para completar los formularios. El proceso, reconocen desde todos los pueblos, fue “engorroso” y falto de explicaciones. El Servel entregó unas cartillas con el detalle de los pasos, pero varios de los precandidatos tuvieron que ir personalmente a las dependencias del organismo para encontrar más respuestas.
“El formulario a la vista de cualquier persona puede ser simple, pero uno desconoce todas estas cosas y el miedo a equivocarse nos pasó la cuenta. A última hora tuve que viajar a Punta Arenas a encontrarme con Lidia para hacer esto personalmente en el Servel“, cuenta Gómez a PAUTA.
Algo similar les ocurrió a los changos. Este último grupo estuvo hasta pasadas las 22:00 horas del 11 de enero en las oficinas del Servel en Copiapó intentando realizar la inscripción, a pesar de haber sido citados a las 19:00 horas. La complicación: uno de los candidatos representaba a Atacama y la candidata alternativa a Antofagasta, y no lograban comunicarse con Antofagasta para asegurarse de que su inscripción estuviese correcta.
“Ahí estábamos sujetos a que nos llevaran presos los carabineros. Nos manifestaron que si no hacíamos abandono del lugar nos iban a llevar presos, porque venía el toque de queda”, recuerda Luis Castro, candidato chango que va a compañado por Brenda Gutiérrez.
El pueblo chango logró inscribir a dos duplas -solo una del Consejo Nacional del Pueblo Chango- a pesar de que el Servel había informado durante el fin de semana que no había ningún registro de ellos en sus plataformas de candidatos. Recién el año pasado fueron reconocidos por el Estado, por lo que anticipan complejo el escenario que vendrá en las próximas semanas: quienes quieran votar por ellos, como no cuentan aún con el certificado de calidad indígena, tendrán que presentar una declaración jurada previamente al Servel.
Actualmente, los changos están agrupados en el Consejo Nacional del Pueblo Chango, desde donde armaron un programa para llegar a la Convención.
Con financiamiento de todos
Una vez inscritos y ratificadas las candidaturas el 21 de enero, las preguntas serán otras. De partida, hay una preocupación entre los candidatos por lo relativo a las campañas y a sus financiamientos. Hasta ahora, todos los gastos que han tenido para desplazarse y efectuar sus inscripciones han corrido por su cuenta. Cuando parta la campaña oficial, la tónica tendrá que ser otra.
La Ley sobre Escaños Reservados especifica que “existirá un reembolso adicional de gastos electorales para los candidatos a escaños reservados para pueblos indígenas, consistente en 0,01 Unidades de Fomento por cada voto obtenido” y que corresponderá solo al candidato titular. Normalmente, la ley considera un reembolso de 0,04 UF por voto obtenido, por candidato.
“Tenemos muy limitados los viajes en avión o en barco. Son para casos especiales y por suerte la inscripción fue uno de ellos. Logramos movilizarnos, pero todo ha corrido hasta ahora de forma personal; cada candidato se ha solventado la estadía en Punta Arenas y sus movimientos. Ni hablar de campañas”, explica Gómez a PAUTA.
Los aymaras tienen un sistema particular: el ayni, o concepto de la reciprocidad, implica que tengan padrinos o madrinas para ciertas necesidades y este será uno de esos casos. Así lo cuenta Catalina Cortés, candidata aymara que va acompañada de Laureano Javier Supanta. Ambos tienen larga trayectoria en la dirigencia aymara y en el trabajo por sus comunidades.
No son los únicos inscritos: Catalina Cortés calcula que eran cerca de 30 los interesados e inscritos para disputar los dos escaños que su pueblo tendrá en la Convención. La mayoría de los pueblos no cuenta con un catastro exacto sobre la cantidad de candidatos que llegaron a inscribirse, pues esa información la entregará el Servel recién el 21 de enero.
Pero en el caso de Cortés, asegura que su trayectoria como líder aymara y el rol que tuvo en la discusión de la reforma para consagrar los escaños la ayudará. “La campaña está hecha. Yo soy dirigente desde los 17 años, única concejal aymara y la única mujer en el concejo municipal de Pica actualmente. Don Javier Supanta también ha hecho un trabajo de muchos años: él estuvo antes de la creación de la Ley Indígena, trabajando por distintos actores relevantes. La experiencia y el conocimiento están y eso lo podemos traducir en campaña”, apuesta Cortés en conversación con este medio.
Sin importar quién de los dos gane, seguirán trabajando coordinados y se dedicarán ambos a la Convención. Por el principio del ayni, la reciprocidad, se comprometieron a dividir el trabajo, las responsabilidades y también los honorarios, fijados en $2.500.000 para los convencionales.
De Quipisca a Santiago
Si el candidato quechua Wilfredo Bacián llega a la Convención, dice que intentará incidir en resolver los problemas que hoy tienen en sus comunidades, como “el aislamento que sufren los territorios por falta de ocupación de parte del Estado y las malas políticas públicas que se desarrollan, sin pertinencia cultural ni territorial”. Va acompañado de Telma Ramos, pero estima que son cerca de nueve los candidatos con los que competirán, aunque el pueblo quechua solo tiene un escaño reservado.
Los quechuas generaron un proceso de articulación de las organizaciones de las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, en el que lograron agrupar al 90% de los grupos existentes de esas zonas y llevaron una discusión interna para definir a quiénes competirían. Bacián es presidente de la Comunidad Territorial Quechua de Quipisca, en Pozo Almonte, desde donde han sido críticos con las distintas empresas mineras que operan en la zona.
Por estos días, Bacián se encuentra trabajando en la planificación de su campaña y, en particular, en cómo se movilizará a lo largo y ancho del territorio en el que reside su pueblo. Esa es una de las principales preocupaciones de los candidatos: poder llevar la voz de sus pares, que en general están distribuidos a través del territorio, y representarlos de forma justa en la Convención Constitucional. Por eso, varios de los candidatos advierten que es complicado el hecho de que, hasta ahora y si nada cambia, el órgano constituyente funcionará en Santiago.
“Uno, si pertenece a una región, tiene que trabajar desde aquí. Pero si el desempeño de la función hace necesario trasladarse a la capital, es parte del trabajo que uno deberá desarrollar si se da. Creo que los constitiyentes que salgamos de los territorios debemos tener esa base territorial para transmitir lo que el pueblo quiere como elementos centrales”, dice Bacián a PAUTA.
Los otros candidatos
El otro grupo que mayor cantidad de candidatos lleva es el pueblo mapuche, pero aún no hay certeza sobre el número total. En la zona central, que abarca desde la Región de Coquimbo hasta la del Maule, solo se disputa un escaño y al menos hay dos inscritos que buscan ocuparlo: Elisa Loncón, activista mapuche y académica del Departamento de Educación de la Usach, y Aliwen Antileo. En la zona que abarca desde la Región de Ñuble hasta La Araucanía, hay cuatro cupos y los candidatos son más: entre ellos, la machi Francisca Linconao, Ana Llao, el exalcalde de Tirúa Adolfo Millabur, Natividad Llanquileo e Ingrid Conejeros.
El Consejo de Pueblos Atacameños logró inscribir a una dupla: Oriana Mora como titular y como candidato alternativo a Manuel Escalante. No obstante, identifican desde el consejo al menos a otros 10 candidatos para disputar el único escaño que tienen.
En cuanto a los diaguitas, el registro del Servel mostraba a cuatro nombres inscritos para competir por el único cupo en el órgano constituyente. Dos de ellos es la dupla compuesta por Inés Carvajal y Felipe Retamal.
Mientras, los colla inscribieron al menos a seis candidatos, entre ellos Isabel Godoy, dirigenta de la comunidad Flora Normilla, quien participó en la discusión de la reforma de escaños.
En el caso de la comunidad Rapa Nui, tuvo su proceso de primarias y escogió a su dupla: la abogada Tiare Aguilera y el bioquímico Tamaru Huke; los kawésqar no lograron inscribir a candidatos de la comunidad de Puerto Edén, pero sí de Puerto Natales, donde nominaron a la dirigenta de la comunidad Kskial Lucía Uribe Caro, además de otras dos duplas inscritas en Punta Arenas con las dirigentas kawésqar Leticia Caro y Margarita Vargas como titulares.
Esta nota fue actualizada el martes 19 de enero a las 10:30.