Jorge Atton: “Cuando hay sensación de impunidad, hay escaladas de violencia”
El exintendente de La Araucanía dice lo más relevante es un acuerdo político que condene la violencia. Y a nivel legal, modificar la Ley Antiterrorista y que la usurpación sea delito y no falta.
Mientras Jorge Atton fue intendente de La Araucanía en el gobierno de Sebastián Piñera -renunció en diciembre de 2019 y duró poco más de un año en el cargo-, la Intendencia regional presentó más de 80 querellas por hechos de violencia en el sur. De ellas, una veintena fueron por Ley Antiterrorista y otra decena por incendios con carácter terrorista.
En entrevista con PAUTA, Atton recuerda que con las querellas no hubo resultados. “Mal nos fue”, dice. “No hay fallos. El Ministerio Público no tiene las herramientas y son causas que están en proceso, sin detenidos. Eso significa que para la sociedad chilena, en general, hay sensación de impunidad. Y eso es lo peor que puede pasar”.
A más de un año de haber dejado la Intendencia -el cargo lo asumió una semana después del crimen de Camilo Catrillanca-, Atton dice que, independiente de los atentados de las últimas dos semanas en la Macrozona Sur, y que llevaron a Piñera a llamar el 22 de febrero a un acuerdo nacional, los hechos de violencia han recrudecido. Y agrega que también han aumentado su expansión a otros lugares y regiones. Lugares que, señala, antes no habían sido afectados.
“Ha sido una escalada de violencia y la situación es bastante crítica. Y eso es una debilidad del Estado chileno, no solo del Gobierno. Y la debilidad es no hacer respetar el Estado de Derecho, por lo que hay una sensación de impunidad”, dice. Y añade: “Y cuando hay sensación de impunidad, evidentemente hay escaladas de violencia con efectos delictivos. El hecho de realizar usurpaciones y tomas de fundos, y extorsionar para que los agricultores de esas zonas puedan cosechar, y que ‘si no me pagan yo les quemo la casa o el campo’, son claramente delitos”.
Para Atton, ante la situación “tiene que actuar el Estado, el Gobierno, el Ministerio Público, los tribunales y, evidentemente, también el Parlamento, para entregar herramientas legales para que realmente exista una persecución de esos hechos delictivos. Porque hay una debilidad en las leyes que provocan en la zona una sensación de impunidad, que es lo que está in crescendo. Lo que ha pasado este primer trimestre, es una cosa bastante álgida”.
“La usurpación tiene que ser delito”
-Junto con llamar a un acuerdo nacional, el Presidente Piñera solicitó colaboración al Congreso y pidió urgencia a varios proyectos de ley. ¿Cuál de esas mociones considera que tiene mayor prioridad?
“Es una combinación. Pero evidentemente es la Ley Antiterrorista, para entregarle mayores herramientas al Ministerio Público desde el punto de vista de la investigación, que sean hechos punibles y delitos con mayor gravedad. Porque aquí hay actos terroristas de frentón. Hay que decirlo. Cuando yo quemo casas, autos, camionetas y hago atentados, eso es terrorismo. Y esto es lo que ha pasado también en otras partes del mundo. El segundo tema que es muy importante son las usurpaciones”.
-¿Qué haría con la usurpación? Piñera pidió urgencia al proyecto de ley.
“Hoy la usurpación es una falta. El hecho de que yo voy y tomo un predio o una casa, no es delito. Le hago la pregunta a cualquier chileno de Santiago. Si le toman una casa, se hacen las denuncias, actúa Carabineros y las personas que lo hicieron solo cometen una falta, seguramente habrá una amonestación. Y lo que va a pasar es que a las cinco horas se va Carabineros y la van a volver a tomar. Entonces, estamos en una puerta giratoria. Por eso, la usurpación tiene que ser un delito. No puede ser gratis que alguien se tome un campo, entre a una casa, llegue Carabineros y cuando se está yendo, quemen, ataquen a los funcionarios y a los mismos agricultores”.
-Cuando fue intendente, usted señaló que cada terreno que fuera tomado, no sería susceptible a la venta.
“Dentro de la Ley de Presupuesto hay una glosa que dice que campo que es perturbado, por lo tanto, usurpado o tomado, se saca de la lista de compras de la Conadi. Con ello, baja la prioridad de compra y eso es una norma que apunta a que no se use la extorsión, la violencia y la fuerza para que el Estado esté comprando cosas. Y lo que dije que fue que ‘aquí se va a aplicar la ley’. También dije algo que es bien importante: que es evidente que la gente que usa la violencia va a quedar fuera de la lista de beneficios que la Conadi y el Estado le entrega”.
-¿Qué efecto tuvo esa medida?
“Produjo un efecto positivo en el sentido de que pensaban dos veces antes de tomarse un campo. Y bajaron las usurpaciones porque empezamos a aplicar la ley. El intendente tiene esa atribución y se dieron las instrucciones de que todos los beneficios que estaban entregándose a las comunidades violentas, se cortaban”.
-¿Eso se hace hoy?
“No estoy al día en la gestión, pero, evidentemente, tiene que aplicarse la ley. Pero es no significa que se hagan las modificaciones legales para las usurpaciones”.
“Hay robo de madera y narcoterrorismo”
–Cuando el Presidente habló de poner urgencia a los proyectos de ley, el diputado UDI Javier Macaya dijo en su cuenta de Twitter: “Araucanía… como legislador (quizás autoflagelante): no son las leyes el problema, es su incumplimiento”.
“No quiero hacer un juicio respecto a lo que dijo el presidente de la UDI, pero es evidente que se requieren mayores herramientas. Hay informes de todos lados al respecto y es transversal la opinión. Y lo que planteó el Presidente Piñera es que necesitamos mayores herramientas desde el punto de vista legal e investigativo. Además de mayor equipamiento de las policías. Pero, lo más importante de todo, es que exista un acuerdo político de no permitir la violencia. Porque si permitimos la violencia, esto será una escalada”.
-¿Cómo ve el contexto para un acuerdo nacional?
“Este es un año muy especial para Chile, un año que está lleno de elecciones y de procesos importantes y transformadores, como la elección de la Convención Constituyente. Allí se van a discutir los principios fundamentales que van a regir Chile en los próximos 50 años y para eso no podemos estar bajo un infierno violento de tomas, incendios, amenazas y extorsiones. Y si está en La Araucanía, es evidente que se va a extender a todo el país. Por eso hay que tener herramientas, pero lo más relevante, es que el acuerdo político sea transversal, que nadie se reste de esta tema, porque la violencia tiene que condenarse”.
-¿Qué viabilidad le ve a este acuerdo? Desde distintos sectores, entre ellos Evópoli, han dicho que primero se debe reconocer que la estrategia en la Araucanía ha sido un fracaso de todos los gobiernos.
“Aquí lo importante es que democracia existe el Parlamento, que es donde deben discutirse los principios democráticos. Y las leyes son parte de estos principios. Por lo tanto, si algunos interpretan una cosa y otros otra, debe discutirse en el Congreso. Lo importante es que Chile sepa quiénes están en una posición, quiénes en otra y cuáles son sus argumentos. Evidentemente que tienen que hacerse muchas revisiones de todo. Puedo decir que esta sensación de impunidad que existe acá en el sur, también está pasando los viernes en el centro de Santiago y no pasa nada. Más encima, aparecen algunos sacando leyes para que cosas queden eximidas”.
-¿Se refiere al proyecto de indulto a los detenidos por el 18-0?
-Sí. El problema es que esto es un tema de sentido común. Si yo veo una escalada de violencia en una zona y que está, claramente, expandiéndose al resto del país, lo único que yo digo es que, en algún minuto, cuando queramos para la violencia, ya va a ser tarde. Y esto significa que la violencia tiene otras respuestas. Y en vez de ser una respuesta democrática, va a ser con violencia. Eso es lo peor que puede pasar este año. Por eso este es un problema político. Hay un senador al que le gusta mucho decir que este es un problema político. Bueno, ahora el Gobierno está llamando una acuerdo nacional y llamando al Congreso para que se discuta y ahí se resuelva el problema político”.
-¿Y qué se debe resolver ahí?
-¿Queremos destruir Chile o no queremos destruir Chile? Eso es todo. Mi tema es uno: esta es una decisión política y los que están de acuerdo con la violencia, que se resten. Pero Chile debe saber quiénes son y que el resto, que es la gran mayoría… y en eso incluyo al pueblo mapuche porque lo conocí bien y la mayoría está en contra de la violencia. Estos hechos están escondidos bajo el concepto de conflicto mapuche. Pero, la verdad, es que ahí hay actos de narcotráfico, robo de madera y narcoterrorismo. Y eso es lo que hay que terminar. Esto no lo causa de un pueblo originario, sino que es un tema mucho más de fondo y que es un delito”.