Las candidatas que buscan suceder la era Reginato en Viña del Mar
Cinco de los diez aspirantes a la alcaldía son mujeres. PAUTA conversó con las representantes de Unidad por el Apruebo, el Frente Amplio y una independiente.
Recién partía 2019 cuando la Contraloría General de Valparaíso encontró un déficit de más de $17 mil millones en la Municipalidad de Viña del Mar, que desde 2004 dirige Virginia Reginato (UDI). En ese momento, Reginato respondió que esa deuda estaba saldada, que la cifra correspondía a 2017 y que a pesar de la auditoría y de sus resultados, buscaría otro período más al mando de la comuna: deseaba “morir siendo alcaldesa”, aseguró.
El límite a la reelección que aprobó el Congreso le impidió su deseo y ahora compite por ser concejala, también en esa ciudad. Pero además, en 2019 un grupo de concejales presentaron un reclamo ante el Tribunal Electoral Regional por “notable abandono de deberes” contra ella y la semana pasada el ente entregó su respuesta: suspensión de Reginato por un mes, con goce de la mitad de su sueldo.
En ese contexto hoy diez candidatos se disputan el sillón municipal. Solo cuatro representan a partidos políticos: Marcela Varas (PPD), la candidata de Unidad por el Apruebo; Andrea Molina (UDI), que compite por Chile Vamos; la ganadora de las primarias del FA Macarena Ripamonti (RD) y Jorge Estay (Unión Patriótica). El resto son independientes: el exseremi de Economía Aland Tapia; Paula Arriagada, ganadora de las primarias ciudadanas de la “Alcaldía Ciudadana”; la actriz Marlen Olivari; Jorge Escudero, un exfuncionario a honorarios del municipio; y Cristián Mayorga, del proyecto “Alcaldía Territorial”.
PAUTA conversó con tres de las candidatas. Andrea Molina declinó participar.
La actriz, exmodelo -y hoy estudiante de Derecho- Marlen Olivari (46) compite como independiente por la alcaldía de Viña del Mar, a pesar de que la han contactado para representar a partidos de centroizquierda y centroderecha. Al respecto, dice que no hay que encasillarse “en la vieja lógica de izquierdas y derechas” y que los cargos públicos “no deben ser vistos como una profesión exclusiva de los políticos”.
-Son 10 candidatos en la papeleta. ¿Por qué los vecinos y vecinas de Viña del Mar deberían elegirla a usted y no a los otros?
“Lo primero que debo decir es que soy de Viña, nací y crecí en la comuna, viví en Recreo, en 4 y 5 Norte. Durante 25 años de carrera realicé actos benéficos en los cerros, en los barrios e incluso en tomas de la ciudad. Tanto me mueve el cambiar la situación de los vecinos que hace cuatro años formé mi fundación. Tengo una historia que me une por largos años a la ayuda social en los sectores de más necesidad, esos que no se muestran en la televisión. Necesitamos una comuna integrada: desde allí parte lo que debemos cambiar. Desafortunadamente, este último tiempo se han conocido una serie de escándalos de funcionarios con cantidad de horas extra imposibles de realizar. Se habla de un déficit de $15 mil millones y, además, de varios procesos judiciales con la misma alcaldesa en calidad de imputada. Cuando una gestión municipal tiene como constante el cuestionamiento a su forma de trabajar y cuando la duda se posa sobre el trabajo que realizan, la conclusión es una sola: no se está haciendo bien la pega. Cuando pienso en la gente que necesita ayuda y en una ciudad con un potencial enorme, golpeada por una pandemia que tiene al sector servicios, nuestro principal motor económico, con el agua hasta el cuello, siento que existen muchos cambios por hacer, de la mano de la transparencia y, por sobre todo, la independencia. Ese cambio es el que creemos representar y que ponemos a disposición de la voluntad de las personas el próximo 11 de abril”.
-Hoy usted compite como independiente y ha reconocido en otras entrevistas que la llamaron hace un tiempo para representar a RN y a Evópoli, pero también a la DC. ¿A cuál de esos proyectos políticos se siente más ideológicamente afín?
“Yo agradezco el interés de quienes se acercaron en su momento y creo que al momento de asumir debemos ser capaces de articular un trabajo serio, por el bien de Viña del Mar. Pero ya lo he dicho en ocasiones anteriores: creo que los tiempos han cambiado. Hoy la expresión de la sociedad requiere nuevas fórmulas para abordar sus problemas reales. No podemos encasillarnos en la vieja lógica de izquierdas y derechas. La buena política actual requiere un trato directo con la gente, en la calle y no en las sedes de los partidos. El mejor proyecto político es el poner a Viña en primera prioridad, abordar sus problemas de seguridad pública, que tiene a muchos vecinos, sobre todo adultos mayores, recluidos en sus casas por el miedo; abordar los problemas de infraestructura, en pavimentos, el alumbrado público, la falta de transparencia en la administración. A ese proyecto político me sumo y espero que el 11 de abril las viñamarinas y viñamarinos se sumen también”.
-Usted es una figura de la TV sin experiencia en cargos públicos. ¿Hay alguien con similar perfil a quien pondría como ejemplo de buena gestión actualmente?
“Quiero precisar: soy una mujer viñamarina que logró un espacio en diversos medios de comunicación nacional e internacional. Cuando uno hace una carrera exitosa en un mundo tan complejo como ese, resulta un tanto superficial hablar de falta de experiencia. Tengo experiencia suficiente como para volcar mis capacidades, network, inteligencia y honestidad al servicio de un rol público como el de alcaldesa. Debemos abrir la mente a que los cargos de elección popular son para los ciudadanos con toda la diversidad de origen, en todos los ámbitos, no deben ser vistos como una profesión exclusiva de los políticos, sino ya sabemos lo que pasa: la gente se siente excluida y poco escuchada. Viña se merece un cambio en la gestión pública, independiente de los intereses políticos. Hay muchos ejemplos de grandes gestiones, con origen laboral diverso, no discriminemos. La democracia permite oportunidades para todos, necesitamos refrescar, abrir la mente con honestidad e independencia en el actuar, así se hace la verdadera gestión pública y, si somos realistas, tengo más calle que muchos políticos de este país”.
Marcela Varas (50) es periodista y concejala de la comuna. Fue la elegida de Unidad Constituyente para competir por el puesto que ocupó durante 16 años Virginia Reginato, a quien Varas denunció junto con otros concejales por notable abandono de deberes ante el Tribunal Electoral Regional de Valparaíso. El TER respondió, pero la sanción es “irrisoria”, según explica Varas. “Presentaremos una apelación respecto de este fallo ante el Tricel”, anuncia aquí.
-Son 10 candidatos en la papeleta. ¿Por qué los vecinos y vecinas de Viña del Mar deberían elegirla a usted y no a los otros?
“Tengo una trayectoria en Viña del Mar, como profesional, dirigente vecinal y concejala. Soy una persona que conozco la ciudad y sus barrios, porque he vivido siempre acá. Pero además tengo una propuesta para hacer de Viña del Mar una mejor ciudad, que parte y tiene su base en la trasparencia y probidad del municipio, esa es la base. Y desde ahí propongo desarrollar nuestro programa. Solo mejoraremos Viña del Mar si lo hacemos desde una sólida propuesta que cambie definitivamente estos años de gestión. Eso significa modificar un modelo de gestión clientelista, poco probo, con falta de transparencia y sin considerar la participación y opinión de los vecinos”.
-Usted presentó en 2019 una acusación a Virginia Reginato por “notable abandono de deberes” ante el Tribunal Electoral Regional y este acogió el requerimiento, sancionándola con la suspensión del cargo por un mes y la rebaja del sueldo al 50%. ¿Cuánto de la gestión de Reginato rescataría si ganara esta elección ?
“Dos de los tres ministros fueron de la opinión de sancionarla con la suspensión del cargo por un mes y rebaja de su sueldo al 50%, por estimar que los hechos que se acreditaron no eran tan graves, en tanto que el tercer ministro, estima que los hechos sí ameritan que ella debe ser destituida, pues las faltas que cometió merecen un castigo mayor. La suspensión impuesta me parece irrisoria. En este fallo los hechos están totalmente acreditados y no es aceptable que reciban una sanción menor. Por estas razones es que presentaremos una apelación respecto de este fallo ante el Tricel. Estoy convencida de que esta apelación dará un mayor sentido de justicia a todos los viñamarinos que, tras esperar dos años este resultado, nos sentimos decepcionados con tan baja sanción para hechos que revisten tanta gravedad. La mala gestión de la actual alcaldesa ha sido pagada por todos los viñamarinos, que durante estos años han visto cómo se deteriora su calidad de vida y cómo su ciudad se ha visto sumergida en un abandono total. He presentado mi candidatura porque quiero generar un cambio real en la forma de gestión del municipio y generar un nuevo trato con los viñamarinos, con una municipalidad donde exista transparencia y respeto por cada uno de los habitantes de nuestra ciudad”.
-La pandemia ha potenciado el rol de los alcaldes en la política nacional. ¿Qué rol cree que deberían tener los alcaldes en los próximos años en cuanto a este punto?
“Solo puedo agradecer la buena recepción que he tenido en la calle y en los barrios, porque el viñamarino valora que los candidatos sean de la ciudad, más aún cuando se trata de elegir a su alcalde. Para conducir una ciudad hay que conocerla y yo conozco muy bien la ciudad, sus necesidades y sus potencialidades para ser la mejor ciudad de Chile. En Viña del Mar debemos volver a tener a la primera autoridad presente, trabajando codo a codo con la ciudadanía, mirando a la cara y buscando en conjunto soluciones a la diversas problemáticas que viven y enfrentan. Durante estos años de gestión hemos visto y tenido una autoridad ausente y carente de liderazgo, y en esta situación de grave crisis sanitaria esto se ha visto agravado. Los próximos años deben terminar con ese distanciamiento entre autoridad y ciudadanía. La primera autoridad debe retomar el rol que le compete, ser el primer servidor público y volver a la primera fila de servicio. Transformaremos este municipio en un municipio de puertas abiertas, donde todos y todas puedan ser escuchados y sus problemas puedan ser solucionados. Ese es el mayor desafío en una gestión municipal y que estoy disponible a encabezar para generar los cambios que Viña del Mar espera y que han sido postergado por tantos años”.
Macarena Ripamonti (29) es licenciada en Ciencias Jurídicas de la Universidad Viña del Mar y está cursando un magíster en filosofía en la Universidad de Valparaíso. Es investigadora del Centro de Estudios Públicos de Valparaíso. Fue la ganadora de las primarias que el Frente Amplio hizo en la ciudad, con 4.843 votos, equivalentes al 64,58% de los sufragios totales.
-Son 10 candidatos en la papeleta. ¿Por qué los vecinos y vecinas de Viña del Mar deberían elegirla a usted y no a los otros?
“Da lo mismo que sean 10 o miles de candidatos y candidatas en la papeleta. Lo que va a llevar a votar a las personas el día 10 y 11 de abril va a ser el hecho de que nosotros y nosotras representamos un proyecto de carácter colectivo, que es muy riguroso y que tiene medidas muy concretas dentro de las reales facultades y posibilidades que tiene una municipalidad y que se formó principalmente al calor de las necesidades y motivaciones de las personas viñamarinas, de profesoras, profesores, trabajadoras, trabajadores, organizaciones medioambientales, juntas de vecinos, clubes deportivos, de personas que habitan día a día la ciudad de Viña del Mar. El hecho de tener un plan que invita a trabajar por la ciudad y que es de carácter abierto, que tiene un camino riguroso a seguir, va a permitir que las personas hoy día, bajo este contexto histórico que demanda conocer efectivamente los proyectos más allá de los rostros, se vean efectivamente movilizadas a votar en abril por un proyecto de calidad y no sólo por la idea de representar algo autoconvencidamente”.
-Usted ha hablado en el pasado de que la gestión de Virginia Reginato fue “desastrosa”. ¿Hay algo del proyecto de Reginato que rescataría?
“La gestión de Virginia Reginato es altamente deficiente, voy a insistir en esa idea. Viña del Mar es el séptimo municipio más rico de Chile. Sin embargo, tiene un déficit reconocido de más de $14 mil millones, antes de la pandemia y antes de la revuelta popular de octubre 2019. Eso no deja espacio a la duda para poder señalar que sí, existe una mala y deficiente gestión. Esto ensalzado, además, por la normalización en el debate público de que una persona como Virginia Reginato pueda sin problemas decir que quiere morir siendo alcaldesa. Eso es un problema para la democracia, querer perpetuarte hasta el fin de tus días en el poder es un virus probablemente más peligroso que el covid-19. Sin estos dos elementos, la gestión altamente eficiente y la desvergüenza por la perpetuidad del poder, probablemente nunca hubiéramos tomado la decisión, como personas comunes y corrientes, de enfrentarnos de igual a igual con un proyecto concreto y profesional por la alcaldía de nuestra ciudad. Así que si algo bueno tiene la gestión de Virginia Reginato es que nos dio la valentía y coraje suficiente para decir ‘nunca más’, levantando un proyecto de calidad que no viene a improvisar”.
-En el último año, RD no ha logrado movilizar a una cantidad sustantiva de simpatizantes en instancias tanto internas como elecciones a nivel nacional, ¿cómo cree que eso podría afectar su elección en Viña del Mar?
“Voy a hablar de lo que está ocurriendo en Revolución Democrática de Viña del Mar. En nuestro comunal, la cantidad de militantes participantes y adherentes ha aumentado como nunca. Hay muchas personas muy movilizadas e ilusionadas trabajando día a día, a pleno sol, por un proyecto concreto, riguroso y muy bonito, como es la alcaldía de Viña del Mar. Por lo tanto, si me preguntas cómo está RD en esta ciudad, creo que nunca hemos estado mejor que ahora. Lo que ocurre en Santiago creo que responde a un análisis que es muy particular de la Región Metropolitana, que puedo respetar, reconozco que RD fue un partido constituido en un momento de la historia para levantar un proyecto especial y que hoy la fuga de militantes responde a un momento histórico que es natural. Pero la tesis de la crisis, creo que es nuevamente y exclusivamente centralista y no responde a lo que está ocurriendo aquí, que sin duda es un proceso maravilloso y que cada día nos motiva mucho más en nuestra ciudad”.