La secreta esperanza de La Moneda para mantener las elecciones de abril
En el Gobierno creen que las condiciones estarán para que los comicios del 10 y 11 de abril se realicen con seguridad.
Mantener las elecciones de abril o aplazarlas es parte de la discusión que se ha dado en los últimos días, en especial luego de que el número de contagiados superará por varios días los seis mil casos. El sábado 19 de marzo incluso superó los siete mil.
La cifra preocupa, pero en La Moneda aseguran que el rebrote “no fue sorpresa”, pues el término del verano, los permisos de vacaciones, el factor marzo e incluso la llegada de nuevas variantes del coronavirus anticipaban un panorama difícil para el tercer mes del 2021. Así se entiende el “apretón” de esta semana y el endurecimiento de las cuarentenas, en especial en la Región Metropolitana.
Sin embargo, pese a la presión externa, en el Gobierno se resisten abrir la puerta a un nuevo cambio en el calendario electoral. Así lo ha manifestado el Presidente Sebastián Piñera a sus ministros del Comité Político. Una de las razones: la señal de estabilidad política en un año cargado de elecciones.
Como dijo el ministro de Salud, Enrique Paris, “a no ser que hubiera una real catástrofe” sería difícil empujar desde el Ejecutivo un aplazamiento de los comicios de convencionales, gobernadores regionales, alcaldes y concejales. De hecho, se tantearon los ánimos el fin de semana con los presidentes de los partidos de Chile Vamos y de oposición y en el Gobierno aseguran que más allá de la inquietud sanitaria, ninguno estuvo de buenas a primeras por cambiar la fecha de la megaelección.
Por ahora, insisten que de tener dos jornadas para votar -10 y 11 de abril- da las garantías sanitarias suficientes para no poner en riesgo la participación y, con ello, en la legitimidad del proceso, en especial de la elección de convencionales constituyentes.
Las condiciones
La ecuación es compleja. Cualquier modificación a esta altura solo se puede hacer por una reforma constitucional que necesita 2/3 del Congreso. Con esta condición sobre la mesa, sí influye que si no hay un acuerdo político transversal es difícil hacer un cambio. Además, La Moneda tampoco quiere pagar los costos en caso de que no estén los apoyos. Un claro ejemplo de ello es que aunque varios parlamentarios se han mostrado en las últimas horas dispuestos a evaluar el escenario, lo cierto es que si la votación fuera mañana es probable que los votos no estarían.
¿A qué apuesta La Moneda, entonces? Según fuentes de Gobierno, la esperanza está puesta en que las cuarentenas y las medidas de restricción, que incluye la suspensión de los traslados para las comunas en fase 1 y 2 durante este fin de semana, den frutos la próxima semana. Si a eso se suma que al 10 de abril una buena parte de los mayores de 50 años (uno de los grupos que más participan de las elecciones) estarán vacunados, el panorama cercano a Semana Santa podría ser mejor.
“El efecto de la cuarentena y el efecto de la vacuna hace pensar que las cosas van a empezar a mejorar pronto y tendríamos un cuadro mejor para las elecciones”, explica otra importante fuente de La Moneda.
Por lo mismo, en el Gobierno evitan decir que hay un plazo fatal para tomar una decisión. Pero en los pasillos de La Moneda señalan que ante una situación crítica, si fuera necesario un salvavidas, una resolución podría ejecutarse en menos de 24 horas. Claro, si hay un consenso absoluto con los parlamentarios de todo el espectro político. Mientras, en el Congreso hablan de que mucho dependerá del informe que el Ministerio de Salud entregue el lunes 29 de marzo y si la mezcla entre contagios, disponibilidad de camas UCI, positividad y testeo arrojan números rojos.