Los caminos del PS en su ruta a las primarias presidenciales
Queda exactamente un mes para la inscripción de las primarias y en las filas socialistas prevén una competencia con Unidad Constituyente y Nuevo Trato. Pero nada es tan simple.
Si el calendario electoral se mantiene tal cual, en exactamente un mes se estarán inscribiendo las candidaturas para las primarias presidenciales. En el caso de la oposición, eso sí, la gran pregunta sin respuesta aún es cuántas primarias existirán y quiénes llegarán a esas papeletas, pues las intenciones de una gran medición con todo el arco opositor, hasta ahora se ven prácticamente imposible. Incluso, pese a los esfuerzos programáticos que están haciendo y que empujó el candidato PR, Carlos Maldonado, a esta altura varios ven ese espacio más como una base para una segunda vuelta que una opción al corto plazo.
Como lo resume un socialista histórico, “el PS tomó una decisión y es que vamos a llegar con Paula Narváez a la primaria. Ahora, en qué primaria es la incógnita”.
El lunes en la noche, en el aniversario del PS, esta discusión fue tema central. Los esfuerzos de “unidad” fueron los ejes de los dos oradores del evento digital con el que el partido celebró sus 88 años. El titular socialista, Álvaro Elizalde, y la candidata presidencial, Paula Narváez, entregaron un mensaje similar sobre la más “amplia unidad” que se necesita para vencer a la derecha y que está lejos de cumplirse.
“Aunque pareciera que predicamos en el desierto […], no existe posibilidad alguna de derrotar a los que se oponen a los cambios que Chile necesita sin la más amplia unidad de todos los progresistas”, dijo el senador por el Maule.
Narváez pidió directamente a su colectividad “a que honre su tradición de partido articulador de la oposición y construya la unidad de la oposición”. El mensaje apunta a un representante único de la izquierda democrática de la que tanto han hablado. Incluso apeló a esfuerzos más allá de la inscripción misma de las primarias agendada para el 20 de mayo. A diferencia de lo que dicen en su partido sobre el poco tiempo que hay, según la exvocera del gobierno de Michelle Bachelet existe aún “un amplio margen” si se mira la fecha final, la del 18 de julio, para construir un acuerdo que les permita llegar a las primarias “con una sola propuesta progresista”.
Ser o no ser la bisagra
Las frases de la presidenciable del PS no fueron al azar. Llegaron 48 horas después del Consejo Nacional PPD, instancia donde la colectividad tomó distancia de las opciones de Pamela Jiles (PH) y de Daniel Jadue (PC) y propuso tres escenarios para su candidato presidencial, Heraldo Muñoz: lograr un acuerdo (hoy sin mucha viabilidad) con sus socios y llegar con una carta única con el PS; de no resultar lo anterior, empujar la tesis de Guido Girardi e ir primaria legal del progresismo sin la DC y, si nada de lo anterior resulta, ir en un “todos contra todos” pero ni tan todos: solo entre los que participaron de la Lista del Apruebo, es decir, Unidad Constituyente (UC) y Nuevo Trato (NT).
“El PPD si quiere que nos pronunciemos, vamos a tomarnos todo el tiempo que tenemos. Y ahí veremos si tomamos esta pelota o no”, explica otro dirigente del PS. Y la razón es clara. Sin mucho tiempo para grandes vueltas, el PS queda como la bisagra entre la ex-Concertación, el Frente Amplio y el PC, en una “encrucijada histórica” como lo bautizó el expresidente socialista Camilo Escalona.
“Es una tarea política indispensable prepararse para derrotar a la derecha. Y para eso nosotros insistimos que esto requiere una unidad amplia de la oposición. Si eso no se da, y no por voluntad nuestra, nuestro segundo escenario no es excluir a nadie y, por lo tanto, mantener el compromiso es ir una primaria en el marco de la Lista del Apruebo”, señala a este medio el diputado PS y coordinador político de la campaña de Narváez, Manuel Monsalve.
La DC y el nuevo cerco
En las dos primeras opciones del PPD no hay piso suficiente. Y en el PS lo sinceran. No hay mecanismo a la vista para una carta única PS-PPD, salvo que uno de los dos candidatos se baje. Una opción inviable en este momento. En el caso de la idea de Girardi, el ala tradicional del PS e incluso la propia candidata presidencial han dicho que no serán ellos quienes dejen a la DC aislada.
De hecho, este martes el Consejo Nacional de la DC emitió un comunicado dejando claro cuál sería su cerco para las primarias. “Reafirmamos el compromiso de la Democracia Cristiana de participar de un proceso de primarias para la definición de un candidato o candidata común de Unidad Constituyente a la Presidencia de la República. Este conglomerado está llamado a fortalecerse y ampliarse, al tiempo que se expresa también en un acuerdo de lista parlamentaria asegurándole mayoría en el Congreso al futuro gobierno”, dice el texto de ocho puntos.
Así la tercera opción de una primaria solo con Unidad Constituyente y NT -calificada por algunos como la tesis de Heraldo Muñoz- parece ser la opción más realista, aunque la menos deseable para los cálculos socialistas. Sería el retorno concertacionista con leves adiciones. Y en la orilla quedan lejos del PC, Frente Amplio y Jiles.
“Al final vamos a tener una primaria de la Lista del Apruebo y le vamos a dar ventaja a la DC”, lamentan en la directiva socialista. Pero se dan ánimos: “Vamos a tratar de ser lo más competitivos. Pondremos el esfuerzo y la máquina para tratar de ganar, pero es una primaria que va a ser cuesta arriba, porque va a ser con todos, con al menos seis cartas y, de ellas, cinco son del mismo mundo”. Las cinco cartas del mundo progresista son Heraldo Muñoz, Paula Narváez, Carlos Maldonado, Pablo Vidal (Nuevo Trato) y eventualmente Marco Enríquez-Ominami (PRO), cuya decisión está pendiente. Con la sexta carta se alude a la DC Ximena Rincón.
¿Cuánto tiempo queda para tomar una decisión?
Una de las disyuntivas que tiene el PS es cuándo dar la señal o esperar que las conversaciones caigan por su propio peso, aunque con un costo alto. “Dejarlo que caiga por su propio peso es una mala decisión, porque eso significa apoyar a Jiles o Jadue. Eso dicen las encuestas hoy y sería fatal”, explica otro parlamentario socialista.
De hecho, más allá de la voluntad en el PS, la principal preocupación es que su candidata aún no despega en las encuestas, pese a los giros comunicacionales que ha tenido su campaña en las últimas semanas. En el acto de aniversario, Elizalde les pidió a las militantes y candidatos que apoyaran el despliegue de la candidatura de Narváez.
“Esto es muy complejo y sabíamos que iba a ser así. El problema es que los tiempos son cortos. Es probable que esto va a terminar con una encuesta que tenga que financiar el propio PS para tener una real visión de la situación”, comenta el senador Carlos Montes.
De hecho, en el PS dicen que más allá de todas las conversaciones y la vuelta larga como la que propuso el PPD, es probable que esto se defina en cuatro días.
Los expertos en negociaciones electorales del PS aseguran que lo más probable es que la decisión socialista sea de infarto, con el resultado de las elecciones del 15 y 16 de mayo en la mano y el mismo 20 de mayo, casi al filo de la inscripción. “Hay plazo hasta las 12 de la noche de ese día, ¿cuándo ha sido distinto?”, ironiza el jefe de la bancada de diputados PS, Marcelo Schilling.
“En este tipo de negociaciones usualmente hay tiempo hasta media hora antes que venza el plazo”, comenta a PAUTA el expresidente del PS Osvaldo Andrade.
Las gestiones socialistas
El exministro del Trabajo de Bachelet cree que el Partido Socialista tiene que insistir en una candidatura común con el PPD, porque bajo su análisis ni el presidenciable PC Daniel Jadue ni la carta DC, Ximena Rincón, son capaces de articular una amplitud y una diversidad de fuerzas que les permita derrotar a la derecha. “Y el resto no tiene la anchura política para configurar una ampliación de ese respaldo”, dice.
“Hay que convencer y conversarlo con el PPD desde el punto de vista político: la mejor opción es Paula Narváez. Es una conversación que no tiene un mecanismo que no sea el acuerdo. El partido tiene que intentarlo a rajatabla”, asegura Andrade.
Algo más resignado, el diputado Schilling señala que más allá que les encantaría llegar con una candidatura con el PPD, si no se puede “nadie está obligado a lo imposible”.
Sin embargo, Andrade advierte que si no se logra una carta única van a perder una opción real de ganar las primarias y, con ello, las elecciones de noviembre. “La frustración será brutal y la cuenta será para todos los dirigentes. Y en esto hay dos factores: si habiendo ganado el Apruebo con un 80%, terminamos entregando el gobierno a la derecha, esa responsabilidad la van a tener que asumir muchos. Y que el PS-PPD, siendo mayoría, no sean capaces de acordar un mecanismo y terminen pavimentando una candidatura DC, la responsabilidad también va a ser de muchos, porque siendo más, terminamos siendo menos”, expresa.
El factor Frente Amplio y el día después de las elecciones
En el PS comentan que una opción para no “pagar los costos” es que el PS defina que su margen de acción es Unidad Constituyente (PS, PPD, PR, DC, PRO y Ciudadanos) y que invite formalmente a Nuevo Trato y a la carta frenteamplista Gabriel Boric. “De esa primaria el PC no va a participar, porque ellos no se quieren contaminar con ‘los leprosos’ de los 30 años”, señala Andrade.
Sin embargo, en el Partido Socialista aseguran que más allá de las invitaciones es probable que Boric no participe. Incluso, aunque él pueda sentirse más cómodo en una primaria de estas características, el Frente Amplio está dividido y una parte quiere medirse con Jadue y no con la DC. Y en el PS tienen absolutamente claro que el diputado por Magallanes no cargará con la mochila de fracturar nuevamente al FA.
Además, el PS apuesta que más allá de los cercos que ha puesto el PPD y la DC sobre la orilla izquierda, el resultado de las elecciones municipales y de gobernadores regionales termine siendo un termómetro real. Será un “remezón grande” para todo el arco, a tal punto de que pueda viabilizar una primaria con características distintas a las que aspira la mayoría del sector.