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Las idas y vueltas del PS por la acusación constitucional contra el Presidente

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

El jefe de bancada del partido dijo que no suscribirían ningún libelo y después debió desdecirse. En el resto de la oposición también hay visiones divididas.

Un error comunicacional y táctico. Así fue evaluada dentro de la mesa del Partido Socialista y al interior de una parte de la bancada de diputados la declaración que entregó el diputado Marcelo Schilling -jefe de ese comité- sobre la negativa a la posibilidad de apoyar una acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera.

“Hemos concluido que nosotros no vamos a impulsar ni respaldar una acusación constitucional al Presidente de la República en el evento de que este ejerza sus atribuciones de ir al Tribunal Constitucional“, afirmó Schilling el martes en el Congreso. Esto a pesar de que uno de sus mismas filas, Leonardo Soto, había declarado en Twitter estar disponible para analizar el libelo acusatorio en su mérito. 

La postura de Schilling incomodó a varios dentro del socialismo, porque no había sido consensuada con el bloque de los parlamentarios y cerraba completamente la puerta a considerarla, en medio de la impopularidad de la decisión del Mandatario. Por lo mismo, durante la noche la mesa de la colectividad emitió una declaración solicitando a su bancada de diputados “estudiar los antecedentes para una acusación constitucional en contra del Presidente de la República Sebastián Piñera”.

Este miércoles Schilling dio un giro. Y una hora después apareció Soto en un punto de prensa encabezando al grupo de diputados opositores que prepararán un borrador de la acusación para este mismo viernes.

El cambio de postura de Schilling

La mesa del PS sostuvo una reunión de emergencia durante la tarde del martes 20 de abril para evaluar la posibilidad de la acusación constitucional contra el Presidente, que empezó a inflarse durante las últimas horas de ese día a propósito del ingreso del requerimiento contra el tercer retiro del 10% que hizo el Ejecutivo ante el Tribunal Constitucional.

En esa instancia no cayó muy bien el tenor de las declaraciones de Schilling, que fue leído por varios como un “error comunicacional” al hacer un “juicio final”, de acuerdo con lo que plantean algunos diputados del partido. De hecho, según transmiten conocedores de esa reunión, el diputado Manuel Monsalve, vicepresidente de la colectividad, argumentó que aunque hubiera dificultades en el ámbito jurídico para presentar un libelo acusatorio, como bancada no podían dar un portazo y no hacerse cargo del malestar popular que podría existir.

En ese contexto nació la declaración que emitió la mesa durante la noche y que convocó a sus diputados y diputadas a evaluar la posibilidad por su mérito.

En la bancada ya había parlamentarios que estaban dispuestos a analizar un posible texto y que lo habían dicho públicamente, como el mismo Soto. Se sumó luego Juan Santana y las diputadas Maya Fernández y Daniela Ciccardini, que al menos estaban dispuestas a evaluarlo. Esta última, incluso, podría firmar la acusación cuando esté lista. 

En ese escenario, este miércoles 21 de abril Schilling debió morigerar su postura. “Escuchando la voz del pueblo, que anoche expresó su disgusto al tener la confirmación de la insensibilidad social de este Gobierno, es que vamos a examinar si existen las causales para impulsar una acusación constitucional, abandonado el deber del Jefe del Estado de darle protección a la ciudadanía”, aclaró el jefe de bancada.

“Es un derecho humano básico cambiar de opinión, es parte de la libertad humana y yo estoy muy contento que hoy día la bancada completa del PS, su jefe de bancada y también la directiva del PS hayan manifestado su apoyo a iniciar una acusación constitucional en contra del Presidente de la República, precisamente basada en el abandono que ha hecho de millones de millones de chilenos a su propia suerte sin las ayudas suficientes y que se expresan en el malestar y la indignación que atravesó todo el país, de Arica a Magallanes, durante la noche de ayer”, comentó Soto a este medio.

Posterior al anuncio de Schilling, un grupo de diputados integrado por representantes del PPD, Comunes, DC, Convergencia Social, Acción Humanista, RD, PC y el mismo Soto concurrieron a una reunión para trazar el camino hacia la presentación del libelo. Después de 30 minutos a puertas cerradas, salieron anunciando que juntarían a sus asesores parlamentarios y abogados constitucionalistas para redactar un primer borrador, a entregar este viernes 23 de abril.

¿Otro error?

Pero la aparición de Soto llevando la bandera de la acusación con tanta rapidez tampoco fue bien evaluada en parte de su misma bancada. El punto de prensa fue la “crónica de una muerte anunciada”, según comentó en privado uno de los diputados. Y otro coincidió con que ese despliegue, al igual que el de Schilling el día anterior, también fue un error. 

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Esto porque Soto concurrió de forma “personal” a la reunión con el resto de los parlamentarios y el grupo anunció una arremetida para lograr un borrador del libelo este mismo viernes, sin antes llegar a un acuerdo sólido con las bancadas ni conversarlo en profundidad. De hecho, en el mismo socialismo transmitían que tendrían que votar a favor si se presentaba, pero que aquello no garantizaba que estuvieran los votos en el resto de las bancadas y mucho menos en el Senado. Y que entonces solo serviría para “cohesionar más a la derecha, darle un triunfo a Piñera y fracturarnos nuevamente”, en palabras de un parlamentario socialista.

Las otras bancadas ya tienen sus propios problemas: Gabriel Silber (DC) se sumó a la reunión para avanzar en la AC, mientras Daniel Verdessi, el jefe de su bancada, decía que los intentos por acusar al Presidente se trataban de un “show”. El presidenciable del PPD, Heraldo Muñoz, dijo en entrevista con Primera Pauta, de Radio PAUTA que “no es lo que debería hacerse”, mientras el jefe de su bancada, Raúl Soto, es otro de los principales impulsores.

A eso se suman los votos que habitualmente no están, de algunos independientes como Pedro Velásquez o René Alinco; y parte de la bancada de la DC que tampoco ha respaldado acusaciones anteriores. 

“Hay que tener los votos tanto en la Cámara como en el Senado y por cierto que dependerá de la voluntad y de la decisión que tomen las otras fuerzas políticas con las cuales nos vamos a coordinar en todos estos pasos que vamos a dar. Aun así, sabiendo que el escenario del Senado es difícil, creemos que solo el hecho político que la Cámara de Diputados aprobara una acusación constitucional, creo que eso tiene un sostén y una fortaleza tremenda desde el punto de vista político, independiente del resultado final”, explica el diputado Jaime Naranjo a PAUTA