Múltiples actores y demandas: divergen los caminos al acuerdo nacional
Mientras en la oposición Provoste articula las propuestas y hay encargos para esta semana, en el oficialismo exigen que el Gobierno incluya sus ideas.
Mientras el Presidente Sebastián Piñera continuaba conversaciones con distintos actores en el marco del gran acuerdo nacional que empezó a cobrar forma el viernes pasado, un grupo de diputados de la oposición reafirmaba un camino propio dentro de esa escena: ingresar formalmente el proyecto de renta básica universal de emergencia (RBUE) que venían pidiendo desde abril del año pasado. No fueron los únicos moviéndose en paralelo.
Las candidatas presidenciales Paula Narváez (PS) y Ximena Rincón (DC) también aparecieron con sus respectivas bancadas proponiendo materias de ese estilo. Otros diputados hasta ingresaron formalmente un proyecto de condonación de la deuda del CAE, que la misma titular del Senado, Yasna Provoste, patrocinó con su presencia en el punto de prensa de sus autores.
Ante todo aquel desorden, Chile Vamos. Las movidas de la oposición, sobre todo en lo referente al ingreso del proyecto propio, fueron muy mal evaluadas e incluso entendidas como una “transgresión” del ánimo de acuerdo entre fuerzas políticas. Claro, el problema es que la lectura que hacen en parte de esa oposición es que las conversaciones aún son demasiado informales y solo hay “disposición a dialogar”, entonces no hay ninguna instrucción para no continuar con sus propios caminos.
La RBUE enreda el panorama
Una minuta de cinco puntos envió el Ejecutivo a los senadores de oposición en las últimas horas de la noche del lunes. En aquel documento se habla de medidas para el apoyo y reimpulso a las pymes; medidas tributarias para ir en apoyo de esas pymes y familias; reforzamiento de recursos para apoyo sanitario; aumento de emisión de deuda pública para el financiamiento de las nuevas ayudas, y precisamente un mejoramiento de las ayudas sociales actuales. El punto final se haría mediante la ampliación del IFE de un 80% a un 100% del Registro Social de Hogares.
Nada se dice ahí de una RBUE, pero sí se habló de aquello en el punto de prensa que los diputados Giorgio Jackson (RD), Camila Vallejo (PC), Matías Walker (DC), Maya Fernández (PS), Joanna Pérez (DC) y Gabriel Boric (CS) convocaron durante la mañana de este miércoles.
Ante la noción de que lo que presentaba la minuta era “insuficiente” pues no se específica nada sobre aumento de montos y se mantenía el formato de la focalización mediante el Registro Social de Hogares, los diputados directamente presentaron su reforma constitucional. La propuesta crea una renta que equivale al monto que corresponda por número de integrantes del hogar, de conformidad con la línea de pobreza calculada por Desarrollo Social. Así, un hogar unipersonal percibiría $176 mil, pero uno de 10 personas podría recibir hasta $883 mil.
La razón que unió al grupo: principalmente la desconfianza ante el Ejecutivo, según explicaron sus autores. “Quienes tenemos experiencias en distintas conversaciones sabemos que muchas veces el Gobierno puede plantear algo, pero después no cumple”, dijo Jackson. “Nosotros creemos y sabemos que la senadora Yasna Provoste (DC) está apoyando con todo la renta básica universal, pero no confiamos en el Gobierno”, agregó Fernández.
Más tarde salió la misma Provoste a aclarar que lo de la mañana no fue la propuesta de “la oposición”, pues ese documento se trabajaría una vez concluidas las conversaciones con actores sociales que estaba liderando la senadora Ximena Rincón. Según Provoste, la propuesta “se complementa con lo que va a plantear la oposición, y la oposición va a hacer su propuesta una vez que haya concluido este proceso de diálogo con las organizaciones sociales”.
Claro, a Rincón y otros parlamentarios de Hacienda los dejaron encargados para reunirse con distintos actores sociales y ahí obtener insumos que formarían parte de la propuesta opositora. El resultado podría conocerse esta misma semana, aseguran en ese sector.
En paralelo apareció Narváez en el Congreso. No tiene ningún cargo de representación popular, pero llegó con una propuesta tributaria que ya tenía desde antes. Flanqueada de los senadores y diputados socialistas, hizo su punto de prensa. Como los demás, presionó por una RBUE.
Una dispersión total. Ese parece el escenario que envuelve las tratativas que Provoste intenta conducir con el Ejecutivo, pero en la oposición se defienden argumentando -en privado- que el acuerdo aún es sumamente “informal”, no existe “nada concreto”, y que hay “bajas expectativas” de que llegue a puerto, de acuerdo con lo que transmite un senador socialista. “Falta mucho que profundizar”, agrega un par del PPD.
Todo aquello fue muy mal evaluado por el oficialismo “Parece inentendible que mientras el Presidente se reúne con el presidente de la Cámara y la presidenta del Senado, se presenten proyectos de ley que lo único que quieren es tener una ventajita, una aparición en los medios de comunicación”, dijo el diputado y jefe de bancada de la UDI, Juan Antonio Coloma Álamos.
“No nos parece serio”, agregó en privado otro presidente de partido oficialista. En RN, por ejemplo, se habló de que lo que hacían los diputados opositores era “quebrar las confianzas”.
La tercera pata: Chile Vamos
En ese escenario -y en una reunión que ya estaba fijada con anterioridad-, Chile Vamos decidió volver a articularse. El contexto fue un almuerzo entre la mesa de la Cámara -sin Rodrigo González (PPD), claro-, los jefes de bancada tanto de la Cámara como del Senado y los presidentes de partidos de la coalición. Allí se designó a Diego Paulsen (RN) y Francisco Undurraga (Evópoli) como los interlocutores para los diálogos con el Gobierno. Emulaban la figura que ocupa Provoste en la vereda de enfrente, pero sumaron también a los jefes de bancada en eso.
La estrategia es trabajar con los senadores y los institutos ligados a cada partido una propuesta sobre la base de los puntos que ya mostró el Ejecutivo en la minuta que hicieron llegar a la oposición. La próxima semana Chile Vamos debería entregar su propio documento, pero pidieron a La Moneda “mayor colaboración” con el bloque. “No nos pueden dejar afuera, porque si no, no estarán los votos”, argumenta un senador oficialista que participó en ese almuerzo.
El trasfondo de la reunión tiene relación con la preocupación que abordó Chile Vamos con el Mandatario en La Moneda el pasado viernes. Allí se llegó a la conclusión de que era necesario retomar la coordinación para “proteger a la coalición”, como explicó un diputado que formó parte de la conversación.
“Primero tenemos que ponernos de acuerdo. De otro modo, no tendremos interlocutor para hablar con Yasna Provoste”, explica un presidente de partido.
“Vamos a trabajar sobre los puntos ya anunciados por el Ejecutivo y sobre eso vamos a ver cuáles son las mejores formas con las cuales podemos aportar a esta convivencia nacional que se ha hecho en el Congreso. Esta mesa tiene tres patas, no dos, y Chile Vamos es parte importante. Si no estamos ahí, obviamente que la postura de Chile Vamos no va a ser todo lo colaborativa que nos gustaría, sino que será el poner nuestros puntos para ser escuchados”, declaró el senador y presidente de RN, Rafael Prohens.