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Carta a un amigo socialista

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POR Cristián Rodríguez |

El veto del PC y sus aliados “tiene un valor simbólico muy grande y prefigura tal vez uno de los riesgos que enfrentará nuestra democracia en los próximos meses”, plantea Cristián Warnken.

Querido amigo:

Acabo de conversar contigo en una reunión de amigos por Zoom -aunque dudo que Zoom sea el lugar de un encuentro genuino entre amigos- y me doy cuenta que estás muy afectado por lo que acaba de pasar con la izquierda tradicional en las últimas elecciones.

Y me di cuenta que más que los malos resultados electorales, lo que más te ha afectado es el veto que el candidato comunista y sus aliados del Frente Amplio han impuesto al Partido Socialista, tu partido desde la cuna, y a sus aliados. Hace tiempo que no te veía tan “tocado”.

Cuando te escuché lamentarte de lo ocurrido, pensé que eran solo lamentos de un viejo socialista nostálgico de un pasado mítico hoy en extinción; un dinosaurio, en suma, que no logra sintonizar con este Chile nuevo que nace. Ahora empiezo a entender y empatizar con tu angustia y me doy cuenta que lo que ha ocurrido y sus consecuencias son mucho más que una mera pelea interna de una izquierda desgastada.

El veto del precandidato presidencial comunista y sus aliados al PS y sus aliados tiene un valor simbólico muy grande y prefigura tal vez uno de los riesgos que enfrentará nuestra democracia en los próximos meses, si esa lógica de exclusión y censura comienza a convertirse en práctica habitual.

Pienso en las alcaldías donde los comunistas se han hecho del poder, pienso en los constituyentes en la convención acorralados por esta misma lógica, que en alguien no preparado ideológicamente -muchos independientes que llegaron ahí con sueños muy genuinos y puros- puede convertirse en un cerco muy difícil de saltar. Daniel Jadue se ha convertido, para usar vocabulario freudiano, en el “Super-Yo” de la izquierda, el que distingue entre los “buenos” y los “malos”, el que descalifica livianamente de “neoliberales” a partidos de izquierda, el insulto que más puede doler a alguien de izquierda.

Antes, para neutralizar a un “compañero”, se lo tildaba de “facho”. Como ese adjetivo es tan ridículo e insostenible hoy, hoy se demoniza a los revisionistas como “neoliberales”, palabra vacía, “flatus vocis”, como habría dicho Guillermo de Ockham, que encierra todos los males que se yerguen en el imaginario de la izquierda. Ahora son “neoliberales” los exconcertacionistas, los PPD, los liberales de Vlado Mirosevic… mañana lo serán también los socialistas.

El cerco se va corriendo. Vieja práctica de chantaje emocional más antigua que el hilo negro. ¿Te acuerdas del “renegado” Karl Kautsky? ¡Cómo lo insultó Lenin! Los leninistas y estalinistas rusos, antes de aniquilar físicamente el enemigo, primero lo encerraban en un adjetivo denostador. 

Jadue se ha ido convirtiendo de a poco en una suerte de comisario de una izquierda radical ensoberbecida por los buenos resultados de esta elección, una izquierda empoderada, donde no cabe la duda y sólo abundan las convicciones.

Sin ir más lejos, una diputada de su partido levantó un altar a Lenin en su cuenta de Twitter… ¡en pleno siglo XXI! Lo que más me sorprende es que Gabriel Boric, a quien considero un hombre de convicciones pero también de dudas (cita siempre una frase de Albert Camus al respecto), haya cedido –porque está claro que esta exclusión vergonzosa lo incomoda– y finalmente haya avalado con su silencio a este primer decreto jacobino de una revuelta en vías de institucionalización (cuando se redacte la nueva Constitución).

Siempre los girondinos son más débiles que los jacobinos y acaban mal. ¡Mira a Danton! Los girondinos de la izquierda acaban de recibir un portazo en sus narices, sólo falta que los mencheviques locales vean como se clausura la asamblea de la noche a la mañana para darle el poder total a los bolcheviques.

¿Profecías delirantes y apocalípticas las mías? La historia nos muestra que si no se paran en seco estos gestos comisariales, estos vetos totalitarios dentro de la misma izquierda, la victoria se la llevan los que tienen más voluntad de poder. Acabo de escuchar un audio que me enviaste de Camilo Escalona con una intervención suya en el Comité Político del Partido Socialista hace unos pocos días: unas palabras muy sentidas, en que se hace patente esta vieja historia de desencuentros de los socialistas con los comunistas, que nace de las diferencias entre un socialismo de esencia libertaria, que tuvo que sufrir los rigores estalinistas de su aliado, de sus comisarios, que se han sentido con la libertad de poner cada vez que pueden el pie encima a los socialistas, por una especie de superioridad moral y política totalmente discutible. Y que ahora vuelven a poner el pie sobre sus antiguos aliados, “vetando” a quienes querían sumarse a la primaria “progresista”.

Ahora entendí -al conversar contigo y escuchar ese audio- lo que significa la historia e importancia del Partido Socialista en la historia de Chile y cómo lo que le pase en ese partido tiene siempre consecuencias en toda la sociedad chilena. Sin ir más lejos, la transición pacífica a la democracia y la política de los acuerdos no habría sido posible si el Partido Socialista no hubiera sido un actor relevante de esta.

Al escuchar la voz de este político antiguo, hijo de panadero, socialista hasta la médula, entrañablemente socialista, que sufrió la persecución y el exilio, y que jugó un rol muy importante al sumar a la transición “pactada” -hoy tan demonizada- a socialistas almeydistas más radicales, escuché también tu voz, y la voz profunda de un Partido Socialista hoy en decadencia, pero que arrastra una historia llena de épica, que no se puede ningunear ni humillar como lo acaba de hacer este joven candidato comunista que aplica viejas prácticas de “limpieza” política.

Porque de eso se trata: limpiar a la izquierda ortodoxa de todo lo que huela a revisionismo, socialdemocracia, reformismo. Quienes lo somos sin complejos ya no le tememos a ese padre autoritario (PC), pero entiendo que los socialista de carnet y cuotas al día, como tú, en estos momentos históricos tan decisivos, huelen a ese padre castigador y totalitario otra vez  respirarles en la nuca.

Ahora uno comprende por qué Javiera Parada, hija y nieta de comunistas, huyó de esa asfixiante familia que no permite disidencias, y huyó lejos como deben hacerlos los hijos e hijas que quieren encontrar su propio camino en la vida, en este caso, en la vida política. Y esta el caso de Vlado Mirosevic y su grupo de jóvenes liberales -tal vez lo mejor de la nueva izquierda de hoy- que arrancó de un Frente Amplio tutelado por el PC y que ahora recibe el humillante castigo que tarde o temprano recae sobre todo disidente.

“Los compañeros lamentablemente han aprendido una parte de la historia del socialismo chileno, no toda la historia del socialismo chileno”, parte diciendo Escalona en su intervención. Ese es el pecado de nacimiento del Frente Amplio: muchachos y muchachas que creen que la historia comienzan con ellos, que solo manejan una historia de manual, pero no sus matices. Se llenan la boca con Salvador Allende, pero no saben cuál fue su historia y cómo también fue víctima del acoso de los “radicalizados”.

“El socialismo chileno se levantó luchando por su autonomía” continúa Escalona y ahí les hace, a sus compañeros más jóvenes, una clase magistral sobre la historia del Partido Socialista. ¿Qué saben los jóvenes de izquierda de hoy de Óscar Schnake, Marmaduke Grove, Eugenio Matte, Raúl Ampuero? ¿Saben que el Partido Socialista nace y viene de una historia libertaria, una lucha por su autonomía de su proyecto político?

“Sólo desde esa autonomía llegaron a un entendimiento con los comunistas, no sometidos por los comunistas, ese el gran proyecto de Allende”, afirma Escalona. Y es justamente esta autonomía la que acaba de ser pisoteada por una izquierda más radical, que se acaba de convertir en una visadora o vetadora de candidaturas.

¿El PC y el FA van a decidir quiénes deben ser los aliados del PS? “¿Vamos a convertirnos en un partido “títere” como sucedió en los tiempos de los Frentes Amplios de la orbe soviética?”… Buena pregunta la de Escalona. De la respuesta a esa pregunta no sólo depende el destino del Partido Socialista sino de la democracia chilena. Ni más ni menos. Se le podrán criticar muchas cosas a Escalona, pero el “viejo” tiene olfato e instinto político, sentido de las historia, ese que le falta a los “buenistas” hoy aliados con los inquisidores de siempre.

“Esta decisión es histórica, prefigura el futuro”, afirma Escalona. Lamentablemente tiene la razón. Si el Partido Socialista, el FA y la nueva izquierda independiente agachan la cabeza como niños sumisos a las tentaciones totalitarias del candidato comisario, duros días vienen para Chile. Si, en cambio, la izquierda libertaria y democrática, honrando a su historia, se levanta, saca su voz -como la sacó después de mucho tiempo Escalona- y se para de igual a igual ante los autoungidos comisarios ideológicos, entonces volverán el equilibrio, la razón, la inteligencia política a la izquierda.

Y eso es clave en estos días, porque, a la luz de los resultados de la elección de este fin de semana, Chile se izquierdizó: es, al parecer, su hora, como lo fue en los ’70. Pero, ¿cuál de las dos izquierdas liderará este complejo proceso de cambio?

Se me ocurre jugar libremente con estos versos de Antonio Machado. “Españolito que vienes al mundo/te guarde Dios/una de las dos Españas ha de helarte el corazón”, y decirle al oído a algún militante de la nueva generación: “Socialista que vienes al mundo/te guarde Dios/ una de las dos izquierdas ha de helarte el corazón”.

Ahora te entiendo, amigo, porque el otro día te sentí con el “corazón helado”. Comprendo la causa de tus desvelos. Y después de pensarlo y darle estas vueltas que acabo de compartir contigo, se me contagió tu insomnio.

Un abrazo de tu amigo desvelado, desde el jardín.

Cristián Warnken es el anfitrión de Desde El Jardín, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 20:00 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en www.PAUTA.cl