El voto obligatorio tiene revancha en el Congreso y continúa su tramitación
Después de haber sido rechazado en particular en enero de 2020, la obligatoriedad del sufragio se aprobó este miércoles en general en la Cámara. Ahora, volverá a la Comisión de Gobierno Interior para seguir el camino legislativo.
Chile podría volver a tener voto obligatorio para las elecciones presidenciales de noviembre de este año. Eso si el Congreso le da luz verde al proyecto que busca reponer la obligatoriedad del sufragio, que ya obtuvo su primera victoria este miércoles: la Cámara de Diputados lo aprobó en general con 107 votos a favor, 16 en contra y 22 abstenciones.
La iniciativa establece que todos los ciudadanos estarán sujetos a esa imposición, salvo los mayores de 75 años y las personas en situación de discapacidad o dependencia; ciudadanos chilenos con residencia en el extranjero y los ciudadanos extranjeros avecindados en Chile que estuvieren habilitados para votar. Además, la norma no se aplicaría a elecciones primarias legales ni a elecciones internas de partido.
Aunque ahora recibió un respaldo mayoritario de los diputados, la discusión no es nueva. El mismo corazón tenía la iniciativa que rechazaron los parlamentarios en particular el 21 de enero de 2020, que no alcanzó los 92 votos necesarios para pasar a su segundo trámite. Un día después, el 22 de enero, un grupo de diputados presentó el mismo proyecto y en marzo de este año se reactivó su tramitación en la Comisión de Gobierno Interior. Sin embargo, el empujón final se dio luego de los resultados de las elecciones del 15 y 16 de mayo. Ahí, tras constatar la baja votación -solo el 43% del padrón electoral establecido-, el debate cobró más fuerza y se logró poner en tabla.
“Lo que discutimos hoy no es un capricho por los resultados de hace una semana, es una necesidad para Chile que todos y todas en este hemiciclo debemos reconocer. Positivo sería tener a una ciudadanía informada que asista a votar sin que fuera obligación, pero las políticas públicas no han hecho más que crear un abismo entre la información y el ciudadano. El voto obligatorio es la forma en que reconduciremos al país entre todos y todas”, dijo la diputada DC Joanna Pérez, una de las autoras de la moción.
En esta oportunidad, el voto obligatorio logró 11 votos más a favor que la vez anterior que se tramitó. Este miércoles, por ejemplo, se sumaron diputados como Pamela Jiles (PH) y Félix González (PEV), quienes votaron en contra el año pasado.
La resistencia de la UDI
Algunos sectores como la UDI se mantuvieron en la misma postura que en el 2020 y rechazaron mayoritariamente el proyecto.
“No es conveniente a pocos meses de estar con un proceso en curso, a pocos meses que se inicie el trabajo de la Convención Constituyente que va a fijar reglas también del juego de esta materia, a mi me parece que no corresponde hoy día. No me cierro a que [se discuta] en el futuro, con reglas diferentes, con incentivo a la participación electoral y eventualmente con la posibilidad de que aquellas personas que vayan a votar tengan algún beneficio”, explicó el diputado Javier Macaya (UDI).
La moción recibió tres indicaciones y volvió a la Comisión de Gobierno Interior, que deberá emitir un nuevo informe para que la Sala de la Cámara pueda proceder a la votación en particular. Por ejemplo, el diputado Juan Antonio Coloma (UDI) agregó un párrafo para establecer que la inscripción al padrón sea voluntaria. Es decir, que el voto sea obligatorio solo para quienes se inscriban en el padrón, pues ya no sería inscripción automática.
En tanto, la diputada Karin Luck (RN) incluyó una modificación para que quienes no quisieran votar puedan removerse del padrón y otra para que se fije una multa ante el incumplimiento del sufragio obligatorio.
Aunque logre sortear todos los trámites legislativos, su implementación podría demorarse, pues además de su aprobación, necesita un complemento: cambios a la Ley Orgánica Constitucional de Elecciones Populares.