Actualidad

En dos minutos: las convicciones de un Presidente débil

Imagen principal
Agencia Uno/PAUTA
POR Eduardo Olivares |

“Podríamos estar ante un Presidente de ideas firmes que quiere arrastrar a la derecha chilena a una postura singular”, dice John Müller: “Pero no estamos ante un Presidente fuerte”.

Quizá la historia sea la única capaz de juzgar con acierto este segundo mandato de Sebastián Piñera. Qué duda cabe de que esta, su última cuenta presidencial, será un dato decisivo y respecto de ella hay tres aspectos por destacar.

El primero es la constatación de la falta de un plan de Gobierno. La prueba de esta carencia es que, en 2021, cuando se está a las puertas de una convención constitucional, ha planteado, a solo nueve meses de dejar el cargo, un cambio institucional mayúsculo: el desdoblamiento de las funciones del Ministerio del interior en un Ministerio político y en otro de Seguridad Pública.

Esta medida tenía sentido en marzo de 2018, cuando había que abordar la reestructuración de Carabineros, que ha sido la institución que ha marcado esta Presidencia con su agotamiento institucional y operativo.

Un segundo elemento es la insuficiencia de la gestión de la pandemia. En la opinión pública ha calado la crítica, muchas veces con base, de que las medidas de auxilio social de Piñera siempre tienen letra pequeña. Esto hizo que ni siquiera se valorara su petición de perdón por haber llegado tarde con las ayudas.

En tercer lugar está su anuncio en torno al matrimonio igualitario. Da la impresión de que el presidente quiso enrostrarle a su coalición que no solo los diputados y senadores pueden comportarse díscolamente, sino que él también puede hacerlo.  Las consecuencias de esta decisión dividen profundamente a la derecha y tensionan especialmente a la candidatura presidencial de Joaquín Lavín.

Caben tres opciones: podríamos estar ante un Presidente de ideas firmes que quiere arrastrar a la derecha chilena a una postura singular, como ha hecho con el asunto del cambio climático. Esto lo puede lograr un Presidente fuerte con convicciones fuertes.

Pero no estamos ante un Presidente fuerte.

Podemos estar, entonces, ante un Presidente débil con convicciones fuertes que busca atraerse los apoyos tácticos de sus adversarios. Pero lo peor es que estuviéramos ante el caso de un Presidente débil con convicciones débiles, que ha decidido agarrarse a un clavo ardiente para satisfacer aquello mismo que desde La Moneda se ha criticado a diputados y senadores que se mostraron partidarios de Naruto: la búsqueda de una popularidad fácil.

¿Cuál de las tres es? Escoja usted.

Revise la videocolumna de John Müller a continuación

John Müller conduce Primera Pauta, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 07:00 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en www.PAUTA.cl.