Lavín por un lado, la disputa Sichel-Desbordes-Briones por otro: las claves del debate de Chile Vamos
Seguridad ciudadana, crisis económica y matrimonio igualitario dividieron a los candidatos oficialistas.
En las frías horas de la noche durante un feriado sorpresivo, fueron entrando uno a uno a los estudios de Chilevisión y CNN los cuatro candidatos presidenciales de Chile Vamos que se enfrentarán en las primarias del 18 de julio. Este 21 de junio fue la primera vez en que el grupo se enfrentaba en un debate y el resultado será recordado por los duros cruces entre Mario Desbordes (RN y PRI) y Sebastián Sichel (independiente), y entre el mismo Sichel e Ignacio Briones (Evópoli). Entre el resto hubo más conversación que enfrentamientos. Y de ellos, quien lidera las encuestas, Joaquín Lavín (UDI), salió casi sin magulladuras porque sus contendores poco lo atacaron.
Crisis económica, seguridad ciudadana, goberbabilidad de la centroderecha, la pandemia, vivienda y agua fueron algunos de los temas que se discutieron durante en esta primera instancia. Aún quedan otros tres debates. Las respuestas estuvieron enfocadas en las propuestas para alivianar la crisis económica que se arrastra desde el estallido social a la pandemia, la capacidad de gestión de los candidatos, sus respectivos pasados en los gobiernos I y II de Sebastián Piñera, la ausencia del Mandatario en la discusión y estrategias de seguridad, entre otros.
A continuación se presentan los nueve ejes centrales para entender el primer debate de las primarias de Chile Vamos.
1. Exenciones antes que impuestos
Los cuatro candidatos hablaron sobre cómo financiarían sus programas económicos. El más elusivo fue Mario Desbordes, quien comentó sin embargo que lo que haría sería un recorte del IVA dado que se trata, dijo, del gravamen más regresivo. “Quiero pasar del 19% al 16%”, e indicó que “una forma de recuperar ese costo es la eliminación de exenciones […] algo que está consensuado en Chile Vamos”. No obstante, en numerosos momentos fue vago al distinguir el origen de los recursos para financiar sus propuestas, más allá de decir que algunas serían gasto por una sola vez, como eliminar la deuda del CAE.
Sebastián Sichel, en cambio, habló de reducir ineficiencias en el gasto del Estado, del fin de exenciones para fortalecer una economía en favor del medioambiente, y respecto de tributos específicos dijo que busca imponer un gravamen sobre productos que contribuyen a la obesidad. En relación con el royalty a la minería, mencionó que lo apoya pero no sobre las ventas del cobre, sino sobre las utilidades de las empresas.
El exministro de Hacienda Ignacio Briones concentró su foco en la propuesta de eliminación de exenciones tributarias que está contenida en un informe solicitado por él mismo cuando estuvo en el Gobierno. Ese documento plantea reducir gasto tributario en áreas como las viviendas DFL 2 y de combustibles como el diésel. “Sin crecimiento económico se produce un espejismo. Cómo recaudas más y das más incentivos: a través de un pacto tributario que dé certezas para la inversión”, afirmó.
Para Joaquín Lavín, en cambio, los impuestos están en la última prioridad de fuentes de financiamiento. Antes de ellos, comentó, aparecen también las exenciones tributarias, un mejor rendimiento fiscal a partir de más crecimiento económico y un incremento de la deuda soberana.
2. Más Estado en Chile Vamos
El papel del Estado siempre ha sido un tema de amplia discusión en la derecha desde la recuperación de la democracia, que suele apuntar a cómo reducirlo o al menos a cómo hacerlo más eficiente. En esta ocasión Chile Vamos está debatiendo con un supuesto diferente: cómo el Estado será más grande.
Lavín habló de un rol del Estado “más fuerte, más relevante al estilo de algunas socialdemocracias europeas”. Agregó: “Hay que liberar a Chile de los abusos del Estado, de los abusos empresariales, mover la aguja de la economía de mercado a una en la que el Estado esté más presente”.
Para Sichel, quien ha manifestado ser más reacio a la presencia del Estado en las vidas de las personas, en la lógica tributaria “su rol es fundamental para nivelar la cancha a las pymes y a las grandes empresas”.
En lo que todos los candidatos concordaron, aunque no hubo profundización, fue en crear un plan universal de salud, un salario mínimo que tenga como meta los $500 mil con apoyo del Estado a las pymes, y un plan de construcción de nuevas viviendas sociales.
En materia de agua, mostraron acuerdo en garantizar el acceso al consumo humano y privilegiarlo ante otros usos, e incluso expropiar sus derechos cuando no se respeten las normas de concesión que la ley establece. De todos modos, esa materia será de discusión en la Convención Constitucional.
No hubo mayores elementos de discusión en materias como la educación o los derechos humanos.
3. Desbordes y Briones fueron suaves con Lavín
Desbordes, a lo largo de todo el debate, tuvo un tono más conciliador con Joaquín Lavín. Un tanto menos con Briones, a quien cuestionó por la respuesta económica durante la pandemia, pero definitivamente más receptivo con el abanderado de la UDI. Briones también optó por un trato más amistoso con el alcalde.
En las preguntas mutuas, por ejemplo, Desbordes y Lavín hablaron de salario mínimo o de cómo dejar de hablar de “derecha social” para desmarcarse de las líneas ideológicas. Fue tal el nivel de sintonía que el postulante de RN y el PRI ni siquiera completó el tiempo de contrapreguntas a Lavín.
“Me costaría menos apoyar a Joaquín Lavín porque tenemos mucha coincidencia en los programas de gobierno. Lo conozco desde hace muchos años, es un gran tipo, pero sobre todo por eso porque tenemos varias coincidencias”, comentó el exministro de Defensa a la salida del debate.
Lavín se refirió a Desbordes al terminar el programa. “A mí me preguntaron la otra vez por quién habría votado si no fuera candidato y yo dije ‘por Mario Desbordes’, porque me siento más cercano a su propuesta social”, respondió.
Briones se limitó a comparar los programas de gobierno. Y en el momento de las preguntas cruzadas, el exministro de Hacienda puso el tópico sobre cuánto cree Lavín que ha cambiado el ciclo político. Fue una pregunta en bandeja para que Lavín abordara la idea de ampliar la coalición para representar “dos tercios”.
4. Y Desbordes y Briones fueron duros con Sichel
Los dimes y diretes entre Sichel y Desbordes son parte de la historia que ha marcado la inscripción a primarias y la campaña respectiva. A ello se suma las molestias del candidato RN-PRI por los refuerzos que ha sumado para su carrera el exministro de Desarrollo Social. Después de todo, diputados RN como Tomás Fuentes (cercano al ministro Andrés Allamand) han levantado la bandera de la libertad de acción en esas filas mientras hace campaña directa por Sichel. Incluso el presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen, otro RN, también prefiere al independiente Sichel antes que a su correligionario.
Con la derrota de Desbordes en las elecciones internas de RN y la caída -por ahora- de sanciones a los militantes de RN, abrieron una compuerta que Desbordes temía: una mayor fuga de sus compañeros de partido a la vereda de Sichel. Los efectos de la tensión previa se hicieron notar en el debate.
El exministro de Defensa pidió cuanta réplica pudo para atacar al candidato independiente de Chile Vamos, a quien acusó de generar enfrentamientos entre ellos en vez de jugar al fair play en el bloque. Asimismo, aseguró que a Sichel lo apoyan personeros como Cristián Larroulet, jefe de asesores del Segundo Piso, ante lo cual el exministro de Desarrollo Social contestó que le “cargan” a Larroulet pese a que no ha hablado con él.
Y en otro ejemplo, fue notorio cuando Desbordes cuestionó a Sichel por criticar a Lavín por el control del narcotráfico en Las Condes. “Vi la complicidad entre Mario Desbordes y Joaquín Lavín. Bien rara, porque efectivamente estábamos en un debate, y parecía que estaban hablándose ellos dos en conjunto. Estaban más interesados en proteger al otro que en presentar sus propuestas”, dijo Sichel al terminar el encuentro.
Briones también tuvo palabras para el expresidente del Banco Estado. Una de las preguntas para Sichel fue si integraría al exministro de Hacienda en un futuro gabinete en caso de salir electo. “Me gustaría tenerlo en el equipo, feliz”, respondió, pero afirmó que sería en otro rol, ya que no le gusta que la gente “se repita el plato”. Una contestación evasiva, pues había sido consultado si él había sido un buen representante de la cartera de Hacienda.
Cuando le tocó contrapreguntar a Briones, este se refirió a la salida de Sichel del gabinete y las versiones que existen sobre ella. “Hablemósle a la gente con la verdad, porque lo que no podemos hacer es mentirle”, afirmó Briones. “Lamentablemente, Ignacio, no lo pude saber porque me fui y entre otras personas, dentro del gabinete hubo personas que pidieron mi salida […] tú estuviste de acuerdo con que yo saliera, fue parte de lo que pediste”, respondió Sichel.
5. Las preguntas desperdiciadas de Sichel
El propio candidato independiente tuvo oportunidades para rebatir a sus contendores: el momento de las preguntas que podían hacerse entre los mismos abanderados. El expresidente del BancoEstado no pareció aprovecharlas.
A Desbordes lo inquirió sobre el costo de su programa. El candidato RN-PRI fue evasivo, y Sichel no supo empujarlo para reflejar ese vacío.
A Briones le preguntó por cuál era su mayor crisis personal y laboral: el economista entonces recordó cómo la crisis de 1982 golpeó a sus padres arquitectos. Sichel le entregaba un momento biográfico a su rival, justo en un área donde él mismo ha desplegado más atributos ante el electorado. Apremiado ante el tiempo, alcanzó a insistir en su pregunta a Briones sobre un tema profesional relevante y entonces el economista respondió con facilidad: su rol como ministro de Hacienda.
A Joaquín Lavín le hizo una pregunta cándida: si acaso pensaba que él, Sebastián Sichel, sería un buen Presidente de Chile. El alcalde sonrió y le dijo que sí, tal como lo serían Mario Desbordes e Ignacio Briones.
6. Seguridad: del narcotráfico a pendrives
El debate sobre recursos a las policías y el control del narcotráfico abrió matices más que diferencias de fondo, con excepción de la propuesta de Ignacio Briones de legalizar la marihuana. A su juicio, con esa medida se cortaría la renta de una parte del tráfico de drogas, lo que en su mirada económica generaría el beneficio de terminar con un negocio que distrae recursos policiales. La evidencia, sin embargo, muestra que la marihuana provoca daños importantes, sobre todo en los consumidores más jóvenes.
Sichel manifestó su rechazo a una propuesta “a la uruguaya” en que incluso el Estado tiene un papel de producción y distribución.
Desbordes dijo estar abierto al debate, mientras Lavín enfocó sus propuestas a un reforzamiento de la inteligencia policial. Fue en ese contexto cuando el alcalde hizo alarde de su experiencia en estos debates: ante las cámaras mostró en reiteradas ocasiones un dispositivo tipo pendrive que, comentó, escasea en la PDI y que serviría para extraer información sensible de los celulares de los narcotraficantes. Agregó que se involucraría personalmente en la lucha contra el narcotráfico, “como lo he hecho también Las Condes”. Y anunció que dotaría de más recursos y capacidades a las policías para, por ejemplo, que en los “narcofunerales” vayan a detener a presuntos criminales y a incautar vehículos.
Todos concordaron en otra materia: el denominado conflicto mapuche debe ser abordado desde un frente político y social, para permitir más desarrollo y bienestar en la zona de La Araucanía, y desde un frente de combate al crimen organizado detectado en esos territorios.
7. Lavín releva su perfil conservador
Cuando el Presidente Sebastián Piñera sorprendió a su coalición anunciando, en su última Cuenta Pública, que pondría urgencia al proyecto de ley de matrimonio igualitario cuya tramitación comenzó en la gestión de Michelle Bachelet, instaló ese tópico justo al centro de las primarias del sector. Y eso se notó durante el debate, donde hubo tres posiciones.
En la posición a favor de legislar en la materia quedaron Ignacio Briones y Sebastián Sichel. Ambos se ubicaron desde la zona valórica liberal para plantear que los mismos derechos que asisten a las personas heterosexuales en materias como el matrimonio deben ser aplicables a las parejas homosexuales, incluida la filiación.
Mario Desbordes tomó un camino intermedio: aun cuando él mismo se muestra favorable a que la institución matrimonial se amplíe, como sucede en otros países, sostuvo que lo importante es abrir el debate porque también existen credos para los cuales el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer.
En este tema, Joaquín Lavín dijo que él es conservador. Por lo tanto, respondió varias veces que desde su concepción cristiana siempre el matrimonio será entre un hombre y una mujer, aunque sí apoya que las uniones civiles puedan ampliar su esfera y manifestó que no vetaría una posible ley si así saliera del Congreso. “También creo en la vida desde la concepción hasta la muerte natural; también me opongo al aborto libre”, agregó el alcalde de Las Condes.
En un momento del debate, Briones le dijo a Lavín que la discriminación que sufriría una pareja homosexual si un restaurante rechazara su ingreso es comparable con la discusión sobre el matrimonio igualitario, pues se trata de contratos. El alcalde respondió que no tienen “nada que ver” una cosa con la otra.
8. Hacia la DC y hacia republicanos
Hubo una dimensión política poco explorada en el debate, pero que dejó entrever cuáles caminos podrían tomar sus dirigentes cuando hayan pasado las primarias: las alianzas con otros sectores.
Joaquín Lavín, en particular, dejó una amplia avenida abierta para apoyar un pacto electoral parlamentario con el Partido Republicano de José Antonio Kast. Aunque nunca contestó en forma directa la pregunta sobre esa tienda en particular, fue evidente su respaldo a ampliar la coalición para los comicios al Congreso. No solo eso: planteó que recibiría todos los apoyos en una eventual segunda vuelta ante, por ejemplo, Daniel Jadue.
Pero durante un diálogo con Ignacio Briones, se habló de generar otra orilla con la Democracia Cristiana. El mismo Lavín ha comentado que el DC Claudio Orrego, electo gobernador regional metropolitano, tiene más parecido a él que a Yasna Provoste. En ese sentido, abrirse al centro hacia la DC y otros independientes forma parte de una estrategia que mira más allá de las primarias, sobre todo cuando reiteró que había que tener un gobierno de “unidad nacional” que apuntara a “dos tercios” del electorado. El alcalde fue el único de los candidatos de Chile Vamos que se posicionó como si ya fuera el abanderado de todo el bloque al interpelar a Daniel Jadue y recordar cómo el Partido Comunista pidió el desalojo de un grupo de personas que había tomado un terreno de esa tienda en Lo Barnechea.
También Sebastián Sichel abordó la pregunta sobre las tendencias ideológicas al decir que él no es un candidato de la derecha, sino uno del centro.
9. El nombre olvidado: Sebastián Piñera
Pese a que los cuatro candidatos presidenciales de Chile Vamos formaron parte de los gobiernos de Sebastián Piñera, hubo un evidente distanciamiento del Mandatario. Ninguno destacó ni su figura ni su obra. No hay legado, a juzgar por quienes buscan sucederlo desde ese mismo sector político.
Joaquín Lavín fue quien con mayor claridad anotó esa diferencia: dijo con énfasis que el Gobierno “llegó tarde y mal” a las soluciones sociales requeridas durante los primeros meses de pandemia, motivo por el cual él terminó apoyando el primer retiro de 10% previsional. El alcalde de Las Condes, eso sí, fue ministro (Educación y Desarrollo Social) de la primera administración de Piñera, por lo que su crítica la hizo con una distancia más cómoda que la de sus contendores, quienes estuvieron en esta segunda administración.
“Obviamente que hay una lejanía en el sentido que este Gobierno llegó tarde con las ayudas sociales, dijo que iba a proteger a la clase media y no la protegió” explicó el candidato de la UDI. Lavín afirmó, también, que su gobierno no sería de continuidad, “porque esos gobiernos de izquierda o de derecha ya no le sirven a Chile”.
Briones, como exministro de Hacienda, fue de hecho el blanco de esas críticas por parte de todos los otros postulantes. El economista se refugió en el “orgullo” por el papel jugado durante la crisis, la que a su juicio debe ser leída en el contexto en que hubo acuerdos políticos que no fueron rápidamente procesados en el Congreso, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Con todo, mantuvo su postura sobre lo inadecuado de los retiros previsionales y repasó brevemente el valor de los paquetes de ayuda fiscal.
A la salida del debate, Briones afirmó que todos los candidatos que quieren ganar la Presidencia en de la República están en un nuevo ciclo y que “uno habla de lo que uno es y sobre todo para hablar del futuro y de cómo les vamos a entregar seguridad a las personas, de cómo vamos a salir de esto”.
Fue en esa materia donde Mario Desbordes desbrochó el peso de su fastidio con Briones: le recordó que precisamente por haberse tardado en focalizar, dado que el Estado no contaba con toda la información de sus ciudadanos, fue que debió haber brindado ayudas universales que de todos modos se terminaron entregando ahora. Por vía indirecta, la crítica de Desbordes a Briones cursó su vuelo hacia La Moneda, dado que el exdiputado RN conminó muchas veces al Presidente a flexibilizar sus posturas sobre la ayuda del Estado. Al final, Desbordes entraría al Gabinete como ministro de Defensa y saldría menos de seis meses después, ya en diciembre del año pasado, tras el desgaste de su figura y su delineada candidatura presidencial.
“Creo que hay cosas que se han hecho bien y cosas que se han hecho mal. Así es la obra humana en general. Nada es perfecto y el Gobierno ha cometido errores por supuesto que sí, pero también ha hecho cosas buenas”, comentó Desbordes al terminar el encuentro.
Otro que salió a fines del año pasado del Gobierno fue Sebastián Sichel: primero fue sacado de Desarrollo Social, y meses después tuvo que abandonar la presidencia de BancoEstado. Acusó directamente a Briones de haber estado tras su salida. Pero tampoco Sichel recordó al Jefe de Estado.
Resultaría difícil hallar alguna mención al nombre de Sebastián Piñera en cualquiera de las intervenciones. Es más fácil encontrar alusiones a Michelle Bachelet y a Ricardo Lagos.