Debates politológicos: la democracia directa
David Altman y Carolina Ovares-Sánchez definen cuáles son los mecanismos de democracia directa, sus límites y por qué se alejan del asambleísmo.
Un tema que ha generado bastante controversia en el último tiempo en el país, y que podría ser una de las materias que va a estar en el centro de la discusión en la Convención Constitucional, es la democracia directa.
Dos investigadores especialistas en esta materia son David Altman, profesor de ciencia política de la Pontificia Universidad Católica de Chile y autor de numerosos textos sobre el tema, y Carolina Ovares-Sánchez, politóloga y socióloga, candidata a doctora en ciencia política en la Universidad Nacional de San Martín, Argentina. Ambos conversan con el editor general de PAUTA, Eduardo Olivares.
David Altman asegura que la connotación de democracia directa es un tanto complicada, porque usualmente se le agregan experiencias disímiles que hay en el mundo. Sin embargo, “la literatura, en la disciplina sobre la democracia directa, tiende a consensuar que son aquellas instancias o mecanismos donde los ciudadanos emitimos un voto universal y directo sobre cierta materia”.
Asimismo, Carolina Ovares expresa que es importante hablar más bien de mecanismos o dispositivos de democracia directa: “Estos se van a insertar en todo nuestro sistema político democrático. Y ahí es donde entramos a hablar de que la representación es un aspecto clave de nuestro sistema político democrático”.
Ambos politólogos explican que democracia directa no es sinónimo de asambleísmo ni de cabildismo. Ovares añade que los mecanismos de la democracia directa son “herraminetas institucionalizadas que permiten que la ciudadanía exprese directamente su voluntad en las urnas y que terminan con un resultado que tiende a ser vinculante”.
Por otra parte, Altman dice que uno de los aspectos más seductores como mecanismo de solución de problemas que tienen los dispositivos de democracia directa, es que “justamente no se puede asociar a la derecha o a la izquierda, sino que tenés a veces resultados que favorecen a uno y a otro. Hay cosas que pueden sonar muy progresistas y otras que suenan muy conservadoras, pero todas son aprobadas por la misma ciudadanía”.
Existen experiencias de democracia directa en Suiza y Uruguay, pero también en algunos estados de Estados Unidos o en Costa Rica, con resultados distintos, indican Altman y Ovares-Sánchez.
Puede revisar los detalles de este Debate en Pauta entre Carolina Ovares-Sánchez y David Altman a continuación