Anticipo de la Convención: un Tribunal Constitucional que ya no será el mismo
La mayoría de los constituyentes electos apuesta por modificar el ente que dirige María Luisa Brahm y hay quienes directamente apuestan a eliminarlo y crear otro organismo. O que la Corte Suprema se haga cargo.
La presidenta del Tribunal Constitucional, María Luisa Brahm, debe haber sido una de las figuras más nombradas en política chilena entre el 2020 y 2021.
Brahm fue jefa de asesores del Segundo Piso de La Moneda en la primera administración del Presidente Sebastián Piñera. Y también fue la dueña del voto que impidió el año pasado que el segundo retiro del 10% de los ahorros previsionales fuera viable a través de una reforma constitucional similar al del primer retiro, dándole la razón a una solicitud del Mandatario, su exjefe.
Los retiros de fondos tensionaron al máximo la relación entre ese organismo y el Congreso. Desde el Parlamento revivieron una serie de proyectos que buscaban modificar el Tribunal Constitucional para eliminar el voto dirimente de su presidenta -problema que incluso se abordaba en el programa del segundo gobierno de Piñera- y el control preventivo de constitucionalidad.
Todo eso podría quedar en el pasado. Hay que fijarse en los detalles. Según la información recabada por PAUTA, hay 63 constituyentes que creen en la mantención del Tribunal Constitucional, lo que equivale al 40% de la CC. Con todo, la mayoría de los constituyentes electos apuesta a hacerle más de una modificación al ente en la nueva Carta Magna. De partida: el nombramiento de sus integrantes, que hoy son elegidos por el Presidente de la República (3), por el Congreso (4) y por la Corte Suprema (3).
Hay quienes dicen, incluso, que el TC directamente no debiera existir y sus funciones debería cubrirlas la Corte Suprema.
El foco de las reformas
“Si este órgano sigue existiendo debe democratizarse y no ser un obstáculo. Para ello debería modificarse tanto sus facultades de control de los proyectos de ley durante su tramitación en el Congreso y realizar un cambio relevante en el sistema de nombramiento de sus integrantes”, responde a PAUTA la profesora de castellano y constituyente Alejandra Flores (Ind. de Tarapacá).
En ese sentido, algunos constituyentes proponen que el nombramiento de sus integrantes se parezca por ejemplo al de la Corte Suprema; y que sean “jueces especialistas”, como sugiere el economista y constituyente Bernardo Fontaine (Ind. en cupo RN); RD, en tanto, solicita una composición con “representación equitativa de hombres y mujeres, y basada en los conocimientos y la trayectoria de sus miembros”.
También en la Convención Constitucional se debatirá si acaso eliminar de lleno la figura del tribunal, como propone por ejemplo el abogado y constituyente Helmuth Martínez (La Lista del Pueblo), quien dice que la Corte Suprema debería rescatar la función de velar por la constitucionalidad de lo que se legisle.
Y se abordará la posibilidad de crear derechamente otro órgano, una “Corte Constitucional”, como plantean los representantes del PS.
El control preventivo de constitucionalidad será otro de los puntos más debatidos: terminar con aquello fue el nudo de la discusión de la reforma al TC que se intentó legislar en el Congreso y era uno de los puntos solicitados por la oposición con mayor intensidad. Hoy es uno de los cambios que más suenan entre los constituyentes.
Para la elaboración de las preguntas a los convencionales constituyentes, PAUTA contó con la orientación de los especialistas en derecho constitucional Marisol Peña, exministra del Tribunal Constitucional (TC) y profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y Gabriel Osorio, abogado y exintegrante de la mesa técnica que dio forma al proceso constituyente.