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Narváez sobre la centroizquierda: “Necesitamos una unidad amplia para gobernar los cambios”

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Agencia Uno
POR Fernanda Valiente |

La candidata presidencial del PS, PPD, PL y NT explora con Cristián Warnken su relación con el budismo, la crisis política y su programa de gobierno.

La candidata presidencial del PS, PPD, PL y Nuevo Trato, Paula Narváez, viajó dos veces a India y conoció las enseñanzas del budismo. Dentro de ellas, la sicóloga y exvocera de la expresidenta Michelle Bachelet, conoció el valor de la templanza y de no tomarse las cosas personalmente. Ambas son herramientas indispensables para el mundo político, el cual viene a ser “el poder de la apropiación y del apego”, señaló en Desde El Jardín, de Radio PAUTA.

“El budismo busca situar al ser humano en el cosmos, entonces el desafío fundamental de la existencia es superar el gobierno del ego. Eso llevado a mi actividad pública ha sido un importante cable a tierra. Soy muy consciente de la muerte, lo que sitúa mucho mi acción cotidiana en todo sentido”, agregó.

La abanderada del PS también reflexionó sobre la crítica ciudadana a la función política y las colectividades. “Los partidos políticos se transformaron en máquinas de reproducción de poder, con pérdidas de proyecto y visión de mundo”, dijo. En ese sentido, declaró que para ella el Partido Socialista es “esencialmente articulador” y que más allá de su ideología, es un partido que une. De hecho, a pesar de las últimas polémicas del sector, tras la fallida idea de una primaria legal amplia de oposición, Narváez aseguró que el deseo transversal es lograr una propuesta de unidad. 

“Creo que el propósito de la gran mayoría era la unidad de toda la centroizquierda. No de esta decisión dicotómica de quedarse en el centro o de irse hacia una izquierda más radical. El PS apostó porque hubiera una unidad amplia entre el centro y la izquierda. Creíamos que eso era posible sin vetos, exclusiones o fanatismos”. 

La sicóloga puso como ejemplo al segundo gobierno de Bachelet que “quiso unir a la centroizquierda”. “Por eso hicimos la Nueva Mayoría. Había un liderazgo socialista con un ideal de que nos necesitamos todos adentro. Y yo sigo pensando que eso es posible, porque para gobernar los cambios que se vienen necesitamos una unidad amplia que se pueda estructurar de distintas maneras”, señaló. 

La unidad y el progreso

Narváez, también, explicó los puntos positivos y negativos de la institucionalidad desde el poder central, también desde lo regional. “Se requiere superar ciertas tentaciones de autoritarismo del centro. Hoy tenemos una autoridad electa que es el gobernador regional y creo que será muy importante. Lo bueno es que tiene legitimidad política, pero al mismo tiempo, tiene limitaciones en términos de competencia. Mi compromiso es terminar con la figura del delegado presidencial. Para esto es importante la unidad y la paz social. Aquí nadie sobra”, expresó. 

En cuanto al poder estatal, la candidata presidencial reconoció que se necesita fortalecer su rol, pero sin dejar de lado el mundo privado. “El Estado debe estar al servicio como motor, no puede quedar en la esquina como un mero administrador. Pero eso no debe ser excluyente del sector privado. Deben ser aliados”.

En ese sentido recalcó que Chile suele ver como ejemplos a países como Australia y Canadá, los cuales regulan el sector privado respecto de los derechos laborales y medioambientales. Y su programa recién lanzado no es la excepción. “Pretendo establecer la base para un nuevo modelo de desarrollo, reactivar la economía, reanimar el sistema de salud, y un plan remedial en educación a propósito del rezago de la educación online“, apuntó.

Aseguró, eso sí, que camino para lograrlo, más allá del debate actual, está bastante claro: “Este esfuerzo de levantar a Chile requiere una enorme unidad. Hago una invitación a la concordia. Chile necesita sanarse”, finalizó.

Revise la conversación con Paula Narváez en Desde el Jardín