Tan lejos, tan cerca de la DC: Provoste y las señales para “ciudadanizar” su campaña
La senadora presentó su comando con muy pocas figuras del partido en primera línea. El desafío es mostrar más caras independientes.
A la misma hora que sus contendores presidenciales, Carlos Maldonado (PR) y Paula Narváez (PS), inscribían sus candidaturas para la primaria convencional que realizará Unidad Constituyente, Yasna Provoste (DC) presentaba públicamente el comando que la acompañará las próximas tres semanas. Prefirió dar una señal política en otro lado y dejó para después el hito administrativo. De hecho, fue la última en aparecer este jueves 29 en la sede del PPD y en firmar el papel que la oficializó en la consulta ciudadana programada para el sábado 21 de agosto.
Su puesta en escena no fue casual. En el Café Torres, que está a solo metros de La Moneda, la senadora por Atacama estuvo rodeada de independientes, varios de ellos excolaboradores del equipo presidencial de Heraldo Muñoz (PPD) y con muy pocos militantes de la DC. De hecho, en la nómina los camaradas están elegidos con pinzas; entre ellos Paulina Mendoza, presidenta de la JDC, quien asumió como secretaria ejecutiva del comando, el diputado Víctor Torres y el exsubsecretario Jorge Canals.
“A quienes invitamos a participar no le preguntamos nunca cuál es su militancia, sino cuál es su disposición de poder contribuir a nuestro país”, dijo la presidenta de la Cámara Alta frente a su nuevo equipo.
El “ayllú” ciudadano de Provoste, que en lengua quechua es como se denomina a cada comunidad, está formado por 58 colaboradores. La mayoría profesionales y representantes de pueblos originarios sin partido, pero con domicilio político conocido, que estarán coordinados por la dupla de la exsubsecretaria de Hacienda, Macarena Lobos, y el exministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien estuvo a la cabeza del programa de Heraldo Muñoz.
“Más allá del partido que eres, las personas reconocen en Yasna otro tipo de liderazgo. Hay un liderazgo claro, que es atípico y que lleva a una candidatura que no se buscó y que sí representa los anhelos de Chile que quieren estos cambios”, dice Mena a PAUTA, asegurando que los que llegaron desde el comando del excandidato presidencial del PPD son precisamente todos independientes.
Este equipo trabajará en las bases programáticas, a través diálogos territoriales que se realizarán en los próximos 15 días. La idea, en palabras de la candidata, es tener una propuesta “con un claro sello transformador, que nos permita superar el neoliberalismo a través de un modelo socioambiental”. Esto, claro, bajo una fórmula conocida: la misma que llevó a Provoste a estar en los primeros lugares de las encuestas. “La metodología de escucha y participación será la que utilizamos para construir en tiempo récord la propuesta de mínimos comunes de la oposición“, detalló la senadora. Y la razón es que esa jugada, a la cabeza de la negociación con el Gobierno para la ampliación del IFE y de otras ayudas económicas, fue la que la puso en el mapa electoral.
La estrategia hasta el 21 de agosto
“Las encuestas no las hacen las cúpulas, las hace la ciudadanía. Si yo no hubiese tenido una mención espontánea de la ciudadanía nunca hubiese estado aquí parada delante de ustedes. Lo digo porque, si se puede decir con mayor claridad, yo nunca sería la candidata elegida por las cúpulas”, respondió Provoste al ser consultada por las críticas que realizó Narváez por la forma en que llegó a la carrera presidencial.
Ahí está buena parte de la estrategia que usará la titular de la Cámara Alta con miras a la definición del 21 de agosto. Tiene menos tiempo que sus contendores debido a su rol en el Senado y para ganar la consulta buscará diferenciarse de Narváez y Maldonado, apelando a la historia personal, política y la gobernabilidad que ofrece cada uno. También, insistirá en que su apuesta tiene un “sello ciudadano” distinto al de sus compañeros. Incluso, bajo la premisa que mientras la plana mayor de la DC menos aparezca, mejor le irá.
Su caballo de batalla es que, pese a su larga trayectoria y sus conocidos aliados políticos, no viene de la élite partidaria. “Nuestra candidatura es una candidatura muy ciudadana, a mí no me han elegido los partidos. A mí ha sido gente, la ciudadanía, la que nos ha pedido que asumamos este desafío”, es una de las frases que repite la exministra de Educación.
Provoste y sus cercanos saben que necesitan ampliar la base de apoyo más allá de la DC. Su triunfo o derrota depende mucho que cuántas personas independientes participen en la consulta de Unidad Constituyente.
Si asisten al menos 300 mil personas, sus opciones, según los cálculos internos que manejan, crecerían porque el resultado sería menos sensible a las maquinarias territoriales de cada partido. Menos de ese número, dicen sus colaboradores, sería enfrentar un escenario más complejo, por dos razones: a simple vista Narváez parece tener más músculo partidario a su favor con el PS, PL, Nuevo Trato y el PPD detrás de su campaña. Eso sí, la tienda que hoy lidera Heraldo Muñoz está dividida entre las cartas DC y PS. En los últimos días, los guiños de un grupo de militantes y parlamentarios PPD a la senadora Provoste han sido un factor de tensión y de acusaciones sobre “lealtades” o la falta de estas. Los últimos episodios: una reunión por Zoom con más de 100 militantes del PPD y la integración de Lautaro Loncon (PPD), hermano de la presidenta de Convención Constitucional, Elisa Loncon, al equipo de la senadora.
Lo segundo es la participación. Inevitablemente será comparada con los votos que logró la primaria legal de la izquierda el pasado 18 de julio, donde Gabriel Boric (CS) ganó con más de un millón de sufragios. La convocatoria del 21 de agosto es el primer pie para la primera vuelta y partir con una base demasiado baja sería complejo para la ex-Concertación y para quien resulte ganadora o ganador.
Las distancias y ¿la negación?
A diferencia de Maldonado y Narváez, que llegaron con banderas, pancartas y un amplio contingente de colaboradores, alcaldes y parlamentarios a inscribirse, la senadora por Atacama llegó casi sola a la sede del PPD. La acompañó su marido, Mauricio Olagnier; el secretario general de la DC, David Morales y el exalcalde de La Reina, Raúl Donckaster, quien ofició de apoderado de la campaña. Luego aparecieron otros colaboradores que miraron desde lejos. En la foto final, Provoste de nuevo apareció casi sin caras partidarias.
La apuesta de la presidenta del Senado para esta etapa fue conversada con la mesa directiva de la DC el mismo viernes que anunció su campaña. Horas antes de su lanzamiento desde Vallenar, la propia timonel de la DC, Carmen Frei, asintió que lo correcto era que se “ciudadanizara” la campaña.
“Una de las cosas que le planteamos como mesa es que ella debía tener la absoluta libertad para armar un equipo ciudadano con mucha gente independiente, muchas mujeres y nosotros la íbamos a estar respaldando en eso. Nos sentimos absolutamente representados por las decisiones que ella ha tomado”, comenta a PAUTA el secretario general de la DC.
El tema también ha sido conversado en el Congreso y en especial en la bancada de diputados. “Hoy algunos de nosotros restan más votos de los que suman”, advirtió uno los parlamentarios. Los excolegas de Provoste han reflexionado sobre qué rol deben jugar no solo ellos, sino también los senadores que apoyan la campaña. Por ejemplo, una de las cosas que se conversó era si algunos personeros como el senador Jorge Pizarro, quien es uno de los colaboradores más cercanos a Provoste, debían estar en tercera línea o más atrás.
“Esto no es alejarse de la DC. Es mezclar a todos. Está la gente del partido, la senadora es de la DC, pero la virtud que ha tenido es que no se ha quedado en las cuatro paredes del partido. Ha tenido la capacidad de convocar a mucha gente que es independiente, que nunca hemos militado y que estamos disponibles para asumir ese llamado que ella nos hace”, señala a este medio Macarena Lobos.
Pero esta fórmula no está exenta de críticas y significó un nuevo dardo de la candidata socialista a Provoste. Narváez elevó el tono y aseguró, por ejemplo, que ella “nunca negaría que es socialista”. Con los ánimos caldeados por los apoyos cruzados y por la organización de los debates que tendrán la próxima semana -incluso con las acusaciones de “encerrona” de por medio-, la exvocera de Bachelet fue más allá. Dijo que ella no olvida la historia de su colectividad ni a los que lucharon por su partido. “Me obliga el resto mi vida a honrar esa memoria y a trabajar por ese espíritu, jamás desmarcándome de mi partido, el Partido Socialista”, dijo tras firmar su inscripción para la primaria convencional del 21 de agosto.
Provoste respondió a ese emplazamiento horas después. ¿Está escondiendo a la DC? “Uno entiende que hoy Chile se tiene que jugar con otros valores, uno tiene que hacerlo no solo en el discurso, sino en los hechos. Cuando uno ve a distintos equipos de gobierno y distintos equipos programáticos tiende a ver siempre a la misma élite. Yo no soy parte de esa élite. Eso no significa renegar de lo que uno piensa, sino reafirmar lo que uno es. Nosotros creemos que no basta solo con el discurso de que queremos abrir más espacio a la ciudadanía, sino dar espacios reales de participación como lo estamos haciendo desde nuestros equipos”, argumentó.
Pero esta no sería la única señal de Provoste. Una de las ideas que toma más fuerza, según sus cercanos, es que si gana la primaria de UC, después del 23 de agosto, día en que se inscriben las candidaturas que llegarán a la elección de noviembre, la senadora por Atacama realice dos gestos: dejar la testera de la Cámara Alta y congelar su militancia en la DC como una señal de más autonomía y también de unidad para ese sector de la oposición, pues la DC genera ciertas resistencias en el ala izquierda del bloque.
“Los partidos políticos en general están mal evaluados y la DC no es una excepción a ellos. Y es una realidad. Lo que fundamentalmente la ciudadanía va a juzgar va a ser la mirada de lo que puede o no puede ser un candidato o una candidata”, agrega Morales.
De hecho, el secretario general de la DC recuerda lo que hizo el expresidente Patricio Aylwin en 1990 y el propio Sebastián Piñera en su primer mandato, quienes tomaron distancia de sus partidos para hacer “un gesto de unidad” en sus coaliciones. “No sería extraño que congelara su militancia, no sería primera vez que se hace. Ella tiene que evaluarlo y nosotros vamos a acompañarla en ese proceso. Pero no por eso va a dejar de ser democratacristiana. Ella nunca ha dicho que no es DC. En el fondo la señal es más hacia afuera que hacia adentro del partido. No es una señal de desprecio ni mucho menos. No lo tomamos así”, agrega.