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Revitalizar el mapudungún: el motor que impulsó la tesis de Elisa Loncon

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POR Fernanda Valiente |

En PAUTA conversamos con especialistas y lingüistas acerca del aporte de la investigación con la que se doctoró la presidenta de la Convención Constitucional.

“El mapudungún te ayuda a generar un concepto de la naturaleza de una forma universal. Por ejemplo, distintas maneras de referirse a un árbol de acuerdo con su edad y a sus propiedades. Se trata de una especificidad y profundidad”, señaló a PAUTA el investigador del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR) Fernando Pairican.

Sin embargo, como contó el también historiador, desde 1979, cuando por ley se puso fin a la propiedad comunal para los mapuches, existe una gran pérdida de esta lengua. “Se decía que la comunidad generaba pobreza, y que la propiedad privada permitía el desarrollo. Otra de las reformas en el caso del pueblo mapuche fue el proceso de chilenización neoliberal, donde se dejó de enseñar el mapudungún”, agregó. Para mantener viva la lengua, desde los años 90 se implementó una nueva herramienta: la escritura. Se generaron diccionarios a partir de los cuales fue cambiando la fonética de ciertas palabras.

En este marco se desenvuelve la investigación “El poder creativo de la lengua Mapudungun y la formación de neologismos” (2017) de la presidenta de la Convención Constitucional y docente Elisa Loncon. Esta se centra en la idea de que “el reto mayor para la sociedad mapuche es la recuperación de la lengua, aumentar los hablantes, porque su pérdida implica la pérdida de conocimientos y de valores” (4) [entre paréntesis, el número de la página en que están las citas textuales de su tesis].

Dentro de las razones que han llevado a esta situación, la doctora en lingüística apunta a “la opresión política de los Estados y la homogeneización cultural desde la República” (10). De este modo, se creó una influencia desigual, que es lo que ocurre con el español y el inglés.

Una lengua viva

“La tesis doctoral de la lamngen Elisa es importante desde distintos puntos de vista. En primer lugar, constituye un excelente compendio de las diversas investigaciones sobre el mapudungún desarrolladas por ella a lo largo de su carrera académica. En segundo lugar, es una descripción muy detallada de la morfosintaxis del mapudungún, ilustrada con textos, que resulta muy útil para quien desee estudiar esta lengua”, destacó a PAUTA la investigadora postdoctoral del Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Belén Villena.

En el contexto actual, la doctora propone una revitalización del idioma “a través de la renovación lexical o creación de neologismos en la lengua mapuche” (270), como una forma de combatir la cultura hegemónica y de manifestar la metamorfosis del lenguaje. Para lograr tal objetivo, menciona como posibles caminos la composición, la derivación, la normalización y los préstamos lingüísticos.

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Como tercer punto, Villena señala que esta investigación describe los principales procedimientos morfológicos y semánticos de los que dispone el mapudungún para crear palabras nuevas. “Esto demuestra que es una lengua viva, cuyo léxico ha ido renovándose para poder ser funcional en ámbitos nuevos como el sistema educacional y la administración de justicia chilenos. Si se quiere frenar su reemplazo por el español, es necesario que esta lengua pueda usarse en todos los ámbitos donde su uso ha sido desalentado o prohibido. Para ello, la creación de nuevos términos es fundamental”, sostiene.

Las nuevas generaciones

Como explica Pairican “el mapudungún -la lengua de la tierra- tiene distintos sentidos y fonéticas según el territorio”. Hoy conviven tres tipos de escritura: el alfabeto unificado (donde por ejemplo se emplea la palabra marrichuuwu para el lema “diez o mil veces venceremos”), el grafemario raguileo (marrichiweo) y el grafemario azümchefe (marrixiweo). Sin embargo, durante el siglo XIX ocurrió una importante pérdida de influencia debido a las ocupaciones de las tierras mapuche, pero su huella quedó en La Araucanía.

Al investigador, que vive en Santiago, donde se educó, nunca se le enseñó mapudungún. Advierte que hace falta urgentemente una política de revitalización, ya que la lengua no se enseña en los más jóvenes. Hasta hoy se pregunta por qué un ciudadano que pertenece a los pueblos originarios no tiene el derecho a acceder a su lengua tradicional. Afirma que el movimiento autonomista también ha generado la necesidad de poder revitalizar el mapudungún, algo sobre lo que conversó en extenso con Loncon en el marco de su investigación sobre la historia mapuche.

“Hace falta una institucionalización a partir de políticas públicas. Si el chileno no quiere aprenderlo no tiene que hacerlo, pero tiene que existir la posibilidad porque es patrimonio y es un tema de identidad. Además, nos ayuda a comprender conceptualmente el territorio, respecto de las propiedades de las plantas, los distintos tipos de nieve, etcétera. Los mapuches crearon un conocimiento por muchos siglos sobre el significado de cada parte de la naturaleza para el desarrollo integral del ser humano”, expresó.

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En busca de una revitalización

Los especialistas concuerdan en el enorme potencial que tiene el mapudungún para adaptarse y configurar nuevas formas de aproximarse a la realidad, desde un conocimiento que va más allá de las apariencias. Y en ese sentido, la tesis doctoral de Loncon abre un universo de posibilidades.

“Ella precisamente estudia los procedimientos de creación de nuevas palabras, y esto es muy importante para la revitalización de una lengua amenazada. De esta manera, los hablantes puedan comunicarse en mapudungún en todos los contextos sin necesidad de recurrir al español. Por ejemplo, cuando quieran hablar de ciencia, nuevas tecnologías, política o de cualquier tema de actualidad”, expresó apuntó a PAUTA la docente de Traducción e Interpretación y directora del Magíster en Lingüística Aplicada de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Sabela Fernández.

Destaca que este trabajo doctoral surge en un contexto particularmente complejo, pues el mapudungún enfrenta una pérdida progresiva de hablantes, lo que se explica por motivos sociolingüísticos y la castellanización, a través de la escolarización monolingüe en castellano.

Sin embargo, sostiene que tal como plantea y demuestra la tesis de Loncon, “la lengua mapuche cuenta con mecanismos gramaticales y morfológicos para renovar su repertorio léxico. Es decir, logra detallar que es una lengua perfectamente capaz de crear nuevas palabras, para adaptarse a todos los ámbitos en los que sus hablantes necesitan comunicarse”, finalizó Fernández.