Provoste y Narváez: un cara a cara incómodo, distante y algo ácido
En el primer debate televisivo, hubo emplazamientos e indirectas de lado y lado. Un estilo que puede marcar las tres semanas que restan hasta el 21 de agosto.
“A mí me hubiese gustado que todos hubiésemos tenido un tono más de colaboración, porque en el fondo lo que demuestra esto es que hay algunos que les ha afectado más el modelo antineoliberal y que entienden que la competencia es el motor”. Esas fueron las primeras palabras que dio la senadora y candidata presidencial de la DC, Yasna Provoste, al terminar el primer debate televisivo de Unidad Constituyente que la enfrentó el lunes 2 de agosto en la noche con Paula Narváez (PS)y Carlos Maldonado (PR).
El mensaje iba directo a sus dos compañeros de pacto. “Creo que nosotros nos sacudimos de eso [la competencia], porque la colaboración es la que hace la diferencia. Nosotros queremos actuar en unidad y eso también se debe expresar en todo contexto”, agregó Provoste a la salida.
Su molestia era evidente. Sintió que hubo “poca franternidad”, según comentan en su equipo. Y quizás el ejemplo más claro fue lo que pasó en una de las preguntas finales del programa que transmitió Canal 13 y La Red, cuando Paula Narváez la emplazó sobre el rol de la DC en el segundo gobierno de Michelle Bachelet y también en la oposición. Provoste, evidentemente incómoda por la insistencia de su contendora socialista, defendió al exsenador y expresidente de la DC, Ignacio Walker, por la famosa frase de que no se había leído el programa de Bachelet. Dijo que no era así, que él había contribuido con más de 100 personas a la propuesta de la exmandataria. Narváez insistió, contrapreguntó y Provoste aseguró que al menos en el Senado la unidad de la oposición sí funcionaba. Y terminó con la frase de que esperaba que “ese espíritu” también estuviera en estos espacios de debate, en clara alusión a la estrategia de Narváez.
La propia candidata del PS señaló que la respuesta de Provoste fue “de manera muy leal con su partido”, porque trato defender el rol DC y sus distintos actores, pero “hay miradas y percepciones distintas” de cómo ha actuado la falange.
Esa jugada tensionó el final del programa, pero también las relaciones de la ex-Concertación y los comandos. De hecho, en este bloque de la izquierda comentan que fueron varios episodios que dejaron entrever la poca sintonía que hay entre las dos únicas mujeres que hasta ahora compiten por el sillón presidencial. Un ejemplo fue que Narváez, en el inicio, saludara a la senadora y exabanderada de la DC Ximena Rincón, lo que también hizo ruido, en especial por toda la polémica que antecedió a su bajada. De vuelta, la broma de Provoste sobre el Plan Marshall que anunció Narváez, que tampoco le hizo gracia a la carta del PS, PPD, PL y Nuevo Trato.
“Hay que cuidar las formas porque si queremos representar a una candidatura única de la centroizquierda, tenemos que sumar esfuerzos, no dividir”, señaló a este medio el senador DC y vicepresidente de la Cámara Alta, Jorge Pizarro.
Sin embargo, que Narváez sacara al pizarrón a la DC dolió más allá. La molestia del partido que dirige Carmen Frei no se hizo esperar, menos si quedan tres semanas de campaña. “Nos parece poco leal, incluso una caricatura de lo que quiere hacer Paula Narváez respecto del rol de la DC”, acusó el diputado de la DC Gabriel Silber, quien agregó que el querer “hacer de la DC el chivo expiatorio de lo que ha pasado en los últimos 30 años, nos parece lo menos honesto respecto del sentido común”.
Algunos personeros de la DC hablan de que es difícil cuidar la unidad con estos golpes, más si Provoste ha tratado de transmitir que su propuesta va más allá de los partidos. En el comando de la candidata PS hay dos visiones: los que dicen que hay que tener cuidado de señalar con el dedo, porque el espíritu concertacionista también está en estas filas y puede ser foco de críticas, y los que defendieron la apuesta de Narváez, porque era una pregunta necesaria en un espacio donde había que mostrar quién es quién. “Había que marcar la diferencia”, señala uno de sus colaboradores.
“Muchas veces la senadora Provoste ha votado en el Congreso como votamos el resto de la oposición, pero no así toda la DC. Creo que es importante que ella pueda contarnos cómo va a lograr que la DC se cuadre, porque muchas veces la DC de Fuad Chahin negociaba a espalda de la oposición. Tengo certeza que la senadora Provoste nunca estuvo detrás de eso, pero hoy como candidata de la DC es importante que pueda contarnos cómo es capaz de alinear a su partido detrás de los compromisos que estamos haciendo con Chile”, dijo a PAUTA el diputado y generalísimo de la Narváez, Pablo Vidal.
Para Vidal fue una “consulta legítima” y pide desdramatizar la situación. “Es una pregunta que no solo se la hace Paula, se la hacen muchas personas. A mí también me importa saber, porque sé que a la ciudadanía le genera desconfianza el ala conservadora de la DC”, agregó.
¿Hubo ganador o ganadora?
A la hora de los balances internos, entre los comandos también hay diferencias. En ambos destacan que sus abanderadas tuvieron momentos buenos y momentos malos. Quizás en las pocas coincidencias que hubo fue que el candidato radical Carlos Maldonado jugó el papel de “no tengo nada que perder”, recordando que fue el único que llegó al Servel la noche del 19 de mayo y emplazando de vez en cuando con dureza a sus compañeras de pacto. En especial a Provoste, a quién preguntó por su rol en la fallida primaria legal del bloque y también por su postura sobre el aborto libre.
En el equipo de Narváez dicen que la exvocera fue de menos a más. “Golpeó de manera elegante cuando tuvo que hacerlo”, explica otro miembro de su equipo. Su punto fuerte: que con su programa pudo marcar la diferencia, aunque no pocos advierten que entrar hablar de números sigue siendo su talón de Aquiles. Eso sí, en algunos de sus adherentes molestó cómo presentó su plan de reactivación económica, que llamó Plan Marshall. Los dardos apuntaron a que la idea salió del exministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre (PPD). La principal crítica de este punto no fue solo por el peso del nombre al programa que se implementó postguerra, sino porque en el año 2018, Sebastián Piñera llegó a La Moneda con una propuesta con el mismo rótulo.
“Cuando habló del programa se fue notando la soltura, la que fue adquiriendo a medida que el programa avanzaba. Mostró que el respaldo que tiene es sólido desde lo programático y desde su equipo”, señaló Vidal.
En el caso de los colaboradores de Provoste, el balance fue positivo en forma más que en fondo. Dicen que mostró como una “mujer de Estado”, aunque reconocen que el tema programático puede ser un punto de debilidad. Según su equipo, tuvo mejor despliegue que su contendora directa, aunque a ratos estuvo un poco a la defensiva. Por ahora, ella se escuda en sus logros del Congreso y en los proyectos que se han tramitado en el Senado.
“No podemos darnos el lujo de entrar divididos a primera vuelta y ser derrotados por la derecha. Hay que tratarse con mucho respeto y entender que en el corto plazo vamos a estar trabajando juntos”, comentó el coordinador de la campaña de Provoste, Marcelo Mena.