La ofensiva afrodescendiente para que la Convención considere sus demandas
El grupo, que es el único pueblo tribal reconocido en Chile, quiere participar en las consultas indígenas y en los temas de inclusividad.
Recién con los resultados que arroje el próximo Censo Nacional de Población programado para 2023 se sabrá con certeza cuántos son y dónde viven los afrodescendientes en Chile. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ya tiene un adelanto: más de 10 mil integrantes de ese grupo vive en la comuna de Arica y en valles agrícolas cercanos a esa ciudad del extremo norte. Ahí son el 4% de la población regional.
En abril de 2019, la Ley 21.151 los reconoció como el hasta ahora único pueblo tribal del país, luego de dos décadas de esfuerzos por un estatus que no los favoreció cuando se definieron los 155 escaños reservados a la Convención Constitucional para los pueblos originarios. Pidieron uno de esos cupos, pero el Congreso no acogió su solicitud. Luego armaron una lista propia para acceder a la instancia en las elecciones del 15 y 16 de mayo pasado. Tampoco les fue bien y ahora han activado contactos con convencionales de pueblos originarios del norte y convencionales “tradicionales” para que presenten sus demandas en la Convención.
Incluso le entregaron una carta a la presidenta de la instancia, Elisa Loncon.
Básicamente, según explica Cristián Baez, dirigente afrodescendiente del valle agrícola de Azapa, ubicado al este del radio urbano de Arica, piden que “si la Convención está impulsando un Estado Plurinacional, este no se puede concebir sin la participación del pueblo legalmente reconocido como el único tribal de Chile. Estamos vinculados al Convenio 169 (de la Organización Internacional del Trabajo) y, por lo tanto, se nos debe consultar sobre obras, medidas, implementación de políticas que afecten el territorio en que habitamos”.
“Estamos impulsando que si va a haber un lenguaje inclusivo, cuando se hable de pueblo originario, se hable también del pueblo tribal afrodescendiente. Otro tema, o demanda, es que de hacer consulta indígena en este proceso constituyente, que sea también tribal afrodescendiente”, añade.
Valoran hitos a un mes de la Convención
En la carta enviada a la Mesa Directiva de la Convención se indicaba que “exigimos a la presidenta Elisa Loncon y al vicepresidente Jaime Bassa que conozcan, promuevan, sensibilicen, empaticen y promocionen el derecho que tenemos el pueblo tribal afrodescendiente a ser parte de todo este proceso, más allá de no tener una representación directa. De igual forma, invitamos a todo el pleno de los y las convencionales constituyentes a que se interioricen histórica, antropológica, política y jurídicamente sobre nuestro pueblo para que en el momento de votar puedan hacerlo con conocimiento y conciencia”.
Mientras tanto, dos “gestos cívicos” e hitos, como los califican algunos afrodescendientes, han generado cierto alivio en las demandas y reclamos.
Este miércoles 5 de agosto, cuando la Convención Constitucional cumplió un mes desde el inicio de su funcionamiento, fue instalada en el edificio del Congreso Nacional sede Santiago la bandera afrodescendiente, junto a otros emblemas, a lo que se sumó unos días antes la Municipalidad de Arica. En ambos casos se trata de los primeros edificios públicos que lucen en sus instalaciones esa bandera.
Sonia Salgado, presidenta honoraria de la organización afrodescendiente “Oro Negro”, califica lo anterior como “histórico para nuestro pueblo y el comienzo de un nuevo camino en la reivindicación de nuestra historia, derechos, tradiciones y presencia en este territorio con el izamiento de nuestra bandera. Para mi representa mucho, me siento emocionada porque la africanidad está presente, nosotros queremos que esto siga avanzando, que nos escuchen las autoridades”.
El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola (Partido Liberal), calificó la presencia de la bandera afrodescendiente como un “tremendo gesto político frente a un Estado centralista. Con esta bandera se recuerda a Chile que existe el pueblo tribal afrodescendiente chileno, que es parte de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestro desarrollo”.
Quiénes son y cuándo llegaron
La Ley 21.151 indica en su artículo 2 que “se entiende por afrodescendientes chilenos al grupo humano que, teniendo nacionalidad chilena en conformidad a la Constitución Política de la República, comparte la misma cultura, historia, costumbre, unidos por la conciencia de identidad y discurso antropológico, descendientes de la trata trasatlántica de esclavos africanos traídos al actual territorio nacional entre los siglos XVI y XIX y que se autoidentifique como tal”.
En el artículo 2 se añade que “los saberes, conocimientos tradicionales, medicina tradicional, idiomas, rituales, símbolos y vestimentas del pueblo tribal afrodescendiente chileno son y serán valorados, respetados y promocionados por el Estado, reconociéndolos como patrimonio cultural inmaterial del país”. Y en el artículo 3: “el sistema nacional de educación de Chile procurará contemplar una unidad programática que posibilite a los educandos el adecuado conocimiento de la historia, lenguaje y cultura de los afrodescendientes, y promover sus expresiones artísticas y culturales desde el nivel preescolar, básico, medio y universitario”.